El Gobierno de la Ciudad consiguió la aprobación en la Legislatura de esta iniciativa. La lentitud o hasta la paralización de algunas obras -como, por ejemplo, refacciones en muchas escuelas- ha sido uno de los principales problemas de la gestión macrista en los siete meses y medio que lleva de gestión. La ley aprobada permite al Ejecutivo concederles a los contratistas redeterminaciones de precios en cualquier momento, para reconocer las subas de costos por inflación. Las discusiones por mayores costos han demorado últimamente muchas obras, como por ejemplo las dos estaciones de subte que están en construcción para extender la línea B. La norma permite al Ejecutivo apartarse de los cuestionados índices del INDEC y guiarse por los números de «otros organismos oficiales o especializados». La construcción del anfiteatro en el Parque Centenario, que se inició durante la gestión anterior, es otra de las obras que, según el macrismo, están paradas por causa de la inflación y que ahora podría reactivarse. El legisldor de Buenos Aires para Todos, Martín Hourest fue uno de los pocos que se opuso al proyecto «que favorece reajustes de precios a la medida de los contratistas» y pidió que «se aplique el mismo criterio para los salarios o las prestaciones sociales».