Ecuador ha osado declarar su deuda como «ilegítima» y decir que juzgará a los culpables de contraerla. Esta, que es una batalla muy justa y esperada por el pueblo, es una afrenta para la oligarquía y los acreedores internacionales que inmediatamente han empezado a hostilizar al gobierno del presidente Correa. Leer el Manifiesto de Solidaridad.