Así lo aseguró el legislador electo por Buenos Aires Para Todos en Proyecto Sur Rafael Gentili al referirse a la compra, por parte del Ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad Guillermo Montenegro, de uniformes para dependencias a su cargo, a la firma KANOORE EDUL ALBERTO el pasado 28 de noviembre de 2008.
“Casualmente – agrega Gentili – el titular de la firma es el principal sospechoso de la “Pista Siria” del caso AMIA, y el hombre al cual el cuestionado comisario Jorge “Fino” Palacios, llamó en dos oportunidades -el 1º de agosto de 1994- para advertirle que él mismo estaba por allanarlo”.
En estos días en que la inseguridad vuelve a estar en debate, “es necesario poner sobre la mesa que sin romper los vínculos entre la política, la policía y el delito organizado, todos seguiremos sufriendo la inseguridad”, expresó el legislador electo y finalizó: “Macri y Montenegro pretenden construir su “nueva Policía” pactando y negociando con las mafias; sin dudas, Palacios debe ser relevado del cargo y Montenegro deberá brindar explicaciones convincentes y fundadas sobre esta contratación y su vinculación con estos nefastos personajes”.
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El 28 de noviembre de 2008, el Ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad Guillermo Montenegro, firmó la Resolución MJySGC 1033/08 que autoriza la compra de uniformes para dependencias a su cargo, por la suma de $417.754,95, a la firma KANOORE EDUL ALBERTO.
Alberto Jacinto Kannore Edul es un comerciante argentino de origen sirio, cuyo padre –Alberto Edul- es de Yabrud, el mismo pueblo de las familias Menem, Yoma y de Al Kassar.
En su depósito, en el barrio porteño de San Cristóbal, se habrían guardado -según las pesquisas interrumpidas-, materiales usados para el atentado del 18 de julio de 1994. Además, Kanoore Edul nunca pudo explicar las llamadas realizadas desde su teléfono al de Carlos Telleldín, ocho días antes de la masacre de la AMIA ni por qué el volquete colocado en el frente de la mutual había pasado antes por su domicilio comercial.
Según la acusación del juez Lijo, el abandono de la investigación de dicha pista se habría producido a partir de la visita de Alberto Edul a la Casa Rosada, días después del atentado.
Es oportuno recordar que el nuevo jefe de la policía porteña Jorge “Fino” Palacios estuvo a cargo de la Unidad Antiterrorista, responsable de investigar el atentado. Además, Palacios fue echado de la Policía Federal luego de haberse comprobado su relación con el reducidor de autos Jorge Sagorsky, acusado de haber participado en el secuestro y asesinato de Axel Blumberg.
Palacios es hombre de “confianza personal” de Macri y Montenegro, según ellos mismos han dicho. Los hechos indican que la confianza no es sólo ideológica (Palacios ha escrito libros reivindicando el terrorismo de estado); Palacios garantiza el pacto de Macri con la corporación de la Policía Federal y según parece habilita también negocios non santos, que poco tienen que ver con la seguridad de los y las porteños/as.
La construcción de un sistema de Seguridad Pública implica, entre otras cosas, un compromiso gubernamental para renovar las vetustas estructuras policiales, dotando a las policías de una conducción civil conformada por funcionarios expertos que las modernicen y transparenten.
RAFAEL GENTILI
Buenos Aires para todos
Legislador electo Proyecto Sur