“…que el próximo 23 de Octubre, Argentina amanezca pintada hacia la Constituyente Social”.
Córdoba, 16 de agosto de 2009.
Cerca de las diez de la noche cerró el plenario general dispuesto en el polideportivo de Embalse, como cierre de los dos días de encuentro y trabajo en comisiones de los más de dos mil quinientos participantes, que definieron por unanimidad una jornada nacional de movilizaciones y luchas de los jóvenes de todo el país.
La lectura de las comisiones se dio entre compañeros y compañeras que subían al escenario, presentaban la composición de las comisiones con las que habían discutido para llegar a plantear las conclusiones, a las que les irían dando lectura en el transcurso de la noche.
La realización de asambleas regionales para “construir Constituyente Social en cada barrio y en cada rincón del país”, la baja de la edad de imputabilidad, un nuevo modelo de distribución del ingreso, la ley de educación superior, contra la represión policial, la soberanía sobre los alimentos y los recursos naturales, asignación universal por hijo para terminar con el hambre, porque “el hambre compañeros, es un crimen” como gritó uno de los jóvenes de Neuquén representando a la Comisión número 2 del Hotel 2, “obligaron” a la convocatoria de una jornada nacional de movilización y lucha de los jóvenes de todo el país al cumplirse un aniversario del primer encuentro nacional de la Constituyente Social en la provincia de Neuquén.
La “gloriosa juventud” coreó el nombre de Víctor De Gennaro, que, acompañado por Pipón Giuliani, Ricardo Peidro, Alejandra Angriman, Carlos Chile, Horacio Meguira, Fabio Basteiro, Vuenaventura David, Cachorro Godoy y Horario Fernández, fue parte de la representación de los dirigentes nacionales que trabajaron desde hace tiempo en la realización de este encuentro, junto con Eduardo Balán, uno de los coordinadores y el principal motivador de las actividades artísticas y culturales que formaron parte de este encuentro.
El “ejercicio de la tolerancia y el respeto a la diversidad” fueron destacados por cada uno de los presentadores. “No es una utopía nacionalizar la confianza” gritó Balán, entre presentaciones que se sucedían sobre el escenario. Nunca, ni por un minuto dejaron de sonar los bombos y los cantos en un polideportivo que rebalsaba juventud y esperanza de construir un movimiento para la liberación de este país, como repetían incansablemente.
Trabajo a través de la industrialización, creación de centros de estudiantes, recuperación de la identidad, los espacios y las palabras, repudio a la minería contaminante, luchar por el país “perdiendo el miedo y con alegría”.
La comunicación, la importancia de construir medios propios, de armar redes de comunicación social, de profundizar la comunicación entre las organizaciones, fue destacado por cada uno de los oradores, como así también las identidades territoriales y culturales, que, junto con la formación, serán auspiciosas para la construcción de lo nuevo, con democracia participativa.
El repudio al golpe de estado en Honduras, la criminalización de la pobreza y la protesta social, la problemática de genero, el aborto, “más y mejor educación sexual” como lanzara desde el escenario un representante de la Liga Estudiantil del Norte Neuquino, fueron de la partida en este plenario de cierre en el que se respiraba participación y construcción de poder popular como alternativa de cambio.