El fallo dictado por el Tribunal Oral 24 en torno a la causa CROMAÑON resulta una afrenta a las víctimas y familiares de esta Masacre, poniendo una vez más en el tapete la dificultad de cierta parte del Poder Judicial para establecer parámetros razonables de Justicia; y generar confianza sobre su proceder en la ciudadanía.
Por tanto, las fuerzas políticas que pretendemos construir OTRO PAÍS, basado en la plena vigencia de la Justicia, no podemos mantenernos indiferentes ante este desagradable desenlace.
El fallo resulta injusto, inexplicable e incoherente.
RESULTA INJUSTO porque ratifica la “doctrina” de impunidad de los actos de gobierno de los funcionarios públicos, al desvincular el incumplimiento en que habrían incurrido las funcionarias Fabiana Fiszbin y Ana María Hernández de las muertes que dicho accionar generó.
Para decirlo en otros términos, Fiszbin y Hernández, y también su jefe Gustavo Torres (que resultó absuelto), eran quienes debían garantizar que el local cumpliera con las condiciones de seguridad para que el recital se pudiera realizar en forma normal, y sin riesgos para la vida de los espectadores. Al incumplir con esta tarea crearon la condición necesaria para que la tragedia aconteciera.
RESULTA INEXPLICABLE al absolver al Comisario Miguel Angel Belay, siendo que está probado en la causa la colaboración explícita de la Comisaría a su cargo (corte de la calle, patrullero en la esquina, etc.) para que el recital se desarrollara en las condiciones de irregularidad e ilegalidad en que funcionaba el local. En este contexto resulta cuanto menos extraño pensar que el subcomisario Carlos Díaz –condenado a 18 años de prisión por recibir coimas- actuó sin el conocimiento del Comisario. Habría que revisar aquí también la responsabilidad del fiscal que instruyó la causa para facilitar este injusto desenlace.
RESULTA INCOHERENTE que el manager de Callejeros, Diego Argañaraz, haya sido condenado a 18 años de prisión mientras el resto de los integrantes de la banda resultaron absueltos y mientras otro partícipe importante del hecho, Juan Villareal, recibió una pena exigua de tan solo un año.
En el esquema de funcionamiento de la banda Callejeros, resulta extraño pensar que Argañaraz haya actuado sin el consentimiento de parte o la totalidad de los integrantes de la banda, por lo tanto si él resultó culpable, el resto también. Y viceversa.
En cuanto a Juan Villareal, si bien era empleado de Omar Chabán, tenía capacidad para tomar decisiones por su propia cuenta. De hecho fue quien decidió esa noche cerrar los portones de acceso desde la calle, hecho que habría colaborado en la magnitud de la tragedia.
En definitiva, queda la impresión de que el Tribuanl buscó chivos expiatorios en cada uno de los eslabones que participaron en esta cadena de la tragedia.
Y que esta tragedia es consecuencia de que todos sus partícipes –hayan o no sido absueltos- priorizaron su afán de lucro por sobre la seguridad de los miles de chicos y chicas que acudieron, con la mayor buena fe, a disfrutar de un momento de alegría en un recital de rock, el 30 de diciembre de 2004.
Por Buenos Aires para todos en Proyecto Sur
CLAUDIO LOZANO – FABIO BASTEIRO – LAURA GARCÍA TUÑÓN – JORGE CARDELLI – RAFAEL GENTILI – RUBEN RUIZ.
Posición del Partido Buenos Aires para todos ante el Fallo de Cromañon.
23/08/2009