Por Alfredo Grande
“Padre Macri: Hijo, tienes que saberlo: los reyes magos no existen. Son los Kirchner”, (aforismo implicado)
Franco defiende a los Kirchner. El empresario Franco Macri, padre del jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri, consideró hoy que Cristina y Néstor Kirchner «no tienen nada que ver» con la causa por espionaje ilegal que tiene procesado a su hijo, tal como acusan los integrantes de la administración de la Ciudad. «Estoy seguro de que no es un proyecto del Gobierno hacer que Mauricio tenga problemas», enfatizó el padre del mandatario porteño. En medio de las fuertes acusaciones que el Gobierno porteño lanzó sobre la Casa Rosada por las escuchas ilegales, el empresario descartó que el matrimonio presidencial esté detrás del caso que sigue la Justicia, que ya procesó al mandatario de la Ciudad.»Pondría las manos en el fuego de que el Gobierno no tiene nada que ver (con el proceso judicial)», señaló Macri. A la vez, subrayó que «Mauricio tampoco tiene que ver» en la causa por el espionaje ilegal. Según entendió, «Mauricio superará esto porque es una pavada, realmente es una estupidez, una cosa casi ridícula». «Se confundió mucho en todo esto el hecho que yo siempre he protegido a mi familia desde el secuestro de dos de mis hijos con una empresa americana autorizada por el gobierno americano y ellos son los que han estado en todo eso», afirmó Franco Macri en declaraciones a la prensa. (Edición10.com 19-07-10)
Hemos diferenciado, o al menos lo intentamos, diferenciar representación de restitución. Más allá de la validez actual del modo representacional de la política, y de la evidente necesidad de mecanismos de democracia directa, que no siempre tienen que llegar a postular un siempre postergado “que se vayan todos”, no creo que en el caso de las espías telefónicas, el nombramiento de un represor para conducir a la policía de la ciudad y el affaire Ciro James, una mezcla de James Bond y del Inspector Clouseau , pueda ser considerado, al menos solamente, como una catástrofe de la representación. En la irresistible ascensión de Mauricio Macri, los mecanismos de construcción mediática de un candidato estuvieron al orden del día, de la tarde y de la noche.
La presidencia del club que se ufana de ser la mitad mas uno, sirvió de máscara para trasvestir al producto de la más rancia patria contratista, especialista en negociar con el Estado para beneficio propio, en el líder de los vecinos sensibles de la reina, aunque reina degradada, del plata. Esa parábola siniestra, no fue solamente por la infinita capacidad de mistificar de la derecha vernácula, sino, y creo que muy especialmente, por la decadencia del llamado progresismo, con evidencia sensible en la masacre de Cromañón. No solamente por lo que hizo, no solamente por lo que no hizo, pero muy especialmente por lo que hizo con lo que hizo, el jefe de gobierno destituido Aníbal Ibarra ha sido el responsable político para que un Macri llegara a donde llegó. Esta afirmación no será compartida por muchos y muchas que apuestan, y en casi todos los casos, con honestidad intelectual y política, a desarrollar espacios de mayor participación ciudadana. Sin embargo, siempre conviene hablar de la soga en la casa del ahorcado, y los casi 200 masacrados en el boliche, más los miles de afectados, no me permiten tener una mirada benévola ni sobre ni tampoco debajo, del ex Jefe de Gobierno. Es necesario recordarlo, porque el tránsito Ibarra, Telerman, Macri, ha sido una singularidad que me parece que ahora, permite un mayor análisis. No es suficiente invocar el temor irreverente de las capas medias (lo de clase está por verse).
Hay una positividad en el mensaje de la derecha que debe alentarnos. El Berlusconi algo enseña de esto. Es una especie de regreso, sin mayor disimulo, de los fueros de la aristocracia. Una especie de impunidad celestial donde el funcionario pasa a ser propietario eterno de su representación, y en esa eternidad que es ajena a la política pero cara a la divinidad, la restitución comienza su reinado. Oponerse, aunque sea con un suspiro, a una comisión investigadora, cuestionar aunque sea con dos suspiros la validez de un juicio político, destroza todo intento de enfatizar la igualdad ante la ley. La misma que fue fundante del reclamo por el matrimonio igualitario. Pero en este caso, no se trata de matrimonio por el amor, sino de concubinatos por el interés. Negocios, negociados, plusvalías de poder, reyertas conyugales/partidarias que siempre terminan en reconciliaciones cuenta-votos, crean un democracia desértica donde se incubarán los huevos de otras y mas poderosas serpientes. Si a río revuelto la ganancia es de los pescadores, a democracia revuelta la ganancia será de los depredadores. No me parece, aunque desde ya no puedo asegurar estar exento, de propiciar una democracia franciscana, donde el voto por la pobreza sea la guía espiritual de la Nación. Pero sin una actitud permanente por la honestidad y la nobleza, esa misma de la cual “la Noble” carece totalmente, no habrá forma de diluir la restitución. Todos preferirán seguir la discusión entre Ricardo Fort y la Mole Moli, antes que los tediosos debates para ver como se puede tapar las nubes con un dedito (no hablemos del sol que hace tiempo que está oculto) Después de las jornadas del 2001, no pocos pensamos que otra política era posible. No lo fue. En el mejor de los casos, la defensa es por dilución. “Todos espían, nosotros espiamos, todos deberían callarse”. La ex vice jefa de gobierno (lo de gobierno quedó claro que era solamente un decir…) propone algo así como un acuerdo marco que tiene como fundamento una ley moral que es: el bien común es el mal que todos hacen”.
Maquiavelo se retuerce de envidia. Es cierto que él llegó a tanto, pero eran otros tiempos. Y como final no feliz del grotesco político farandulero, un padre que mas que padre es un padrone, da la patadita final al banco de los pro cesados, para que la pro cesión vaya por dentro y por fuera. Mas allá que tengo informes reservados de que don Franco ha comprado cicatul envase hospitalario tres cajas, las manos del padre irían al fuego para sostener que el gobierno nacional es inodoro, incoloro e insípido en estas cuestiones.
Que lo sea o no lo sea, no es tarea de este columnista determinarlo. Pero si es tarea de este columnista decir que si alguien que ha hecho del vicio, más vicio, que ha podido negociar con todos los diablos, ofrece al lobito pro a las garras de varias crucifixiones, está invirtiendo la propuesto de nuestro Martín Fierro. “Un padre que no da consejos, ya no es padre, es enemigo”. ¿Por qué Franco tiene que salir a desmentir a la sangre de su sangre? ¿Tendrá miedo que haya tenido alguna transfusión de sangre incompatible que coagule los negocios de la famiglia? Si Mauricio es la astilla, aparentemente algo más que chamuscada, que podemos pensar del palo. O sea: de una modalidad de la política empresarial /democratista que atraviesa terrorismos, dictaduras, estado de derecho, partidos políticos, acuerdos super estructurales. Seamos francos: ¿No será el verbo de Franco la auténtica transversalidad? La de un capitalismo prebendario, tan serio como serio es un pirata, que no tiene ningún riesgo empresario, porque toma de socios bobos a los ciudadanos a los cuales se les extrae capital y no se les otorgan las ganancias.
Si la franqueza de Franco es decir que no cree que el gobierno quiera llevarle problemas a Macri, estamos en problemas. Urgente desmentida del Poder Ejecutivo que debería aclarar que el objetivo de cualquier gobierno de la república tiene que ser llevarle muchos problemas al culpable directo del vaciamiento de la salud, la educación y la cultura de la descangayada reina del plata. Problemas que deben terminar en el juicio político y la destitución, para que pueda tronar nuevamente el escarmiento. Aunque no sea un trueno, al menos que sea un hipo. No es mérito mayor que caiga por chismoso, por propiciar causar penales fraguadas, en fin, por haber hecho del delito cuestión de Estado. Pero algo es algo. Aquellos que se opongan al enjuiciamiento del “lord” mayor, serán juzgados por cómplices con otras de las infamias que traicionan la patria, y, con total convicción lo escribo, la historia no los absolverá. Y que lo sepan el padre, el hijo y sus negocios no santos, esas manos chamuscadas tampoco serán perdonadas.