por Jorge Cardelli, diputado nacional Movimiento Proyecto Sur
Es indudable que la operación política del gobierno de Cristina es mostrar que si hoy hay elecciones es ganadora sin discusión.
Desarrollan una constante iniciativa política que muestra su buena gestión y la potencia futura que pueden tener en un sentidoque combina progresismo con nacionalismo popular. Todo muy superficial (si se quiere trucho) pero es indudable que tieneniniciativa discursiva. Por supuesto nada que implique abandonar el programa de profundizar la dependencia que hoy agregacomo novedad el fuerte protagonismo del Capital Chino. No hay duda que Cristina expresa a importantes sectores de de losCapitales dominantes extranjeros mas una serie de amigos del Capital criollo que sueñan con tallar en el mercado mundial.
Mineros, petroleros, sojeros y otros que solo ven al país como una factoría de exportación. Ya no deben caber dudas que el Kirchnerismo es un proyecto de poder que aspira a consolidarse en el tiempo. Lo principal es gobernar el estado. Lo electoral es instrumental. No quieren irse del gobierno.
Desde la oposición (oposición no es lo mismo que alternativa) en principio se perfilan Macri y los radicales. Se dice que a Macri le dan los números en las encuestas en la medida suficiente como para lanzarse. Tienen el problema que les señaló Reutemann, carece de una estructura nacional que les permita controlar los comicios. Es claro que Macri acumula por centro-derecha y quiere morder en este sentido buena parte del Peronismo Federal pero no pierde de vista a algunos sectores radicales. Pero también es cierto que para muchos peronistas tragarse a Macri les es bastante complicado como también a muchos clientes del espacio macrista, el duhaldismo les es bastante indigesto.
Pero lo que es claro que aquí el núcleo duro ideológico es un neoliberalismo suavizado pero neoliberalismo al fin y esto es lo que terminará recortando la orientación de la alianza. De entrada es lo que les garantiza mucho financiamiento y por sobre todo el aval de una parte importante de los capitales dominantes. No necesariamente son los mismos que los del Kirchnerismo. Se ofrecen como garantía ideológica y represiva ante cualquier desborde popular. En esto compiten con el kirchnerismo que cuenta con el aparato del sindicalismo empresarial y las «corrientes progresistas» al interior del movimiento popular que hasta ahora han sido eficaces a la hora de fracturar. Esta potencia para el control del movimiento popular esta siendo a su vez su vez su mayor fragilidad. Las contradicciones con Moyano son duras. A su vez a buena parte del Capital esto le genera desconfianzas pero ante los buenos negocios hoy por hoy no tienen alternativas. Volviendo a Macri más el Peronismo Federal todo indica que harán una carpa común. Tienen candidatos, plata e ideas comunes.
Los radicales la tienen más difícil. Son hacedores de la reforma Constitucional del 94 que legitima el saqueo de nuestros recursos naturales por vía de la provincialización. Son quejosos desde el lado de la defensa de las instituciones y a veces con un cierto toque progresista pero a la hora final suscriben el desarrollo dependiente. Las gobernaciones radicales son todas amigas del capital extranjero en la minería, en el petróleo. Promueven el mismo modelo de desarrollo del Gobierno Nacional basado en la exportación de granos y recursos naturales y en la extranjerización de la tierra. Alfonsín sería el ala progresista. A esto le quieren agregar (o se quieren sumar) los Socialistas y el GEN, o sea Binner y Margarita. Esta operación se completaría con enviar Pino a la Capital. Este amplio Frente contaría con una buena ala derecha (que en los hechos es la que terminará siendo hegemónica) que son los radicales de los gobiernos provinciales, un centro interesante por su buena imagen (Alfonsín, Gil Lavedra, la gente de Carrió si es que aceptan) pero inofensivo por que carecen de poder tanto en su inserción en el movimiento popular como por sus compromisos económicos y un ala izquierda (Socialistas y GEN) que solo tienen para ostentar buena imagen, un poco de gestión y una inserción o reconocimiento en el movimiento popular que aquí no lo pueden vender.
La chiflatina a Alfonsín en el Congreso del CTA es una muestra. Hay que decir que el espacio que buscan juntar es bastante heterogéneo y luego tendrán que recortar. En estos casos siempre gana la derecha y el hilo se corta por lo más delgado que en este caso son el GEN y los Socialistas. No es de extrañar que esto se haga presente a la hora del reparto de los espacios de poder.
Si todo termina aquí entonces no hay alternativa que es lo que aspiramos a construir desde Movimiento Proyecto Sur. En esto es donde creo que se equivocan tanto Margarita como los Socialistas que se expresan a través de Binner. La convocatoria constante que viene haciendo Pino Solanas a los militantes de estos sectores políticos se basa en que si articulamos un conjunto de sectores políticos que incluyen al Juecismo, a los Socialistas, al GEN, al Movimiento Proyecto Sur, y a muchos otros sectores políticos que se van sumando ya, tendríamos una fuerza electoral importante en cuatro distritos grandes y determinantes como Provincia de Buenos Aires, Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba. Pero este análisis electoral debería estar precedido de lo que caracteriza a la construcción de una alternativa. Estos elementos son: 1) un programa que es el de las cinco causas 2) liderazgos importantes como son los de Pino Solanas, Luis Juez o Hermes Binner 3) de conjunto esta articulación política tiene una importante inserción en el Movimiento Popular. Es importante ver que esta inserción desaparece si estas fuerzas aparecen diluidas en ese «amplio» Frente que puede encabezar Alfonsín. De conjunto somos una alternativa para las fuerzas populares como para las nacionales.
Desde el año 2007 que venimos abriendo una picada en la política nacional. Lo fundamental de esto ha sido darle fuerza discursiva a las luchas del movimiento popular. Las luchas ambientales, la defensa de los recursos naturales (en especial petróleo y minería) ante el saqueo imperialista, la necesidad de un desarrollo nacional que sea regional y con justicia social (aquí la reivindicación del ferrocarril ha sido y es clave), la investigación de la deuda externa, la necesidad de profundizar la democracia y otras reivindicaciones históricas mas encontraron en Movimiento Proyecto Sur un posible camino de realización. El aporte de Pino Solanas ha sido y es invalorable para el conjunto de la Nación. Ese camino debe continuar. Hoy tenemos la posibilidad de profundizar el camino abierto pero debemos ratificar nuestra convicción inquebrantable con el programa de las cinco causas y con el liderazgo de Pino Solanas en esta dirección. Lo peor que le puede pasar a Proyecto Sur es que lo domine cálculo electoral y personal y pierda de vista el horizonte de liberación nacional y popular que supo abrir.
El triunfo en Capital es consecuencia del sentido popular, democrático y nacional que el discurso de Pino Solanas supo abrir. Esto es así aunque los militantes políticos porteños, que suelen ser de mirada corta, no lo vean así. La enfermedad del eurocentrismo es fuerte en ellos. La Ciudad de Buenos Aires es parte de la Nación. Una Ciudad más justa y democrática solo será posible en el marco del desarrollo de un proyecto nacional.