La lucha de todo un barrio por mejoras en sus condiciones de vida, se hizo visible en el centro platense cuando, cansados del abandono al que son sometidos, los vecinos de Los Hornos “al fondo”, decidieron manifestarse frente a las puertas del palacio municipal el pasado miércoles 4 de mayo.
“Somos un grupo de vecinos de las ciudad de La Plata que desde hace más de dos años le venimos reclamando a nuestro municipio que nos preste atención, que verifique nuestras necesidades y que se decida a solucionarlas”, refería Sergio, un poco el promotor de la iniciativa, ferviente militante de la Unidad Popular y el encargado de darles de comer a más de 70 pibes en el comedor “Las Palomitas”.
Un poco en broma, pero con la angustia de no ser escuchados, los compañeros decidieron presentarse con una carta dirigida al intendente Pablo Bruera: “Para identificarnos podríamos decir que nuestro barrio se llama ‘Las Chacras’, aunque este nombre no es más que la confirmación de que para la Municipalidad no existimos, por cuanto más allá de que muchos de nuestros vecinos han comprado su tierra -que nunca pudieron escriturar-, han edificado sus viviendas, han tratado de urbanizar sus calles y le han dado vida al lugar, para los registros de la Municipalidad de La Plata allí no hay mas que una zona de chacras y de espacios abandonados”.
La movilización tuvo sus momentos de tensión, ya que al parecer no fue bien visto por las autoridades que los pies embarrados de los más de 50 vecinos hayan decidido arrimarse al centro. “De acá no nos movemos, hasta que nos den soluciones. Qué mejor que estar acá, donde tenemos asfalto, pasan los colectivos, hay luz y tenemos plazas para nuestros niños”, decían mientras eran increpados para que abandonen la “descabellada” idea de reclamar por un poco de vida digna.
Con el correr del tiempo, y viendo que no aflojaban con la protesta, se acercaron distintos funcionarios municipales que atendiendo el reclamo concreto, pusieron prioridades para iniciar obras. Una delegación de técnicos de la municipalidad, con un grupo de vecinos, se fue hasta el barrio, para recorrer el sector comprendido por las calles 161 a 167, de 56 a 63, donde viven unas 500 familias, con unos 2 mil pibes.
Nobleza obliga, durante la mañana del jueves, ya estaban las máquinas retroexcavadoras mejorando las calles, haciendo el zanjeo y desratizando la zona. Como bien dice Sergio: “La organización ha vencido al olvido al que nos sometieron durante años”.
Los siguientes, fueron los puntos reclamados. Veremos, a cuantos se les presta solución:
–Asfalto: ubicamos este pedido en el primer lugar por la cantidad de inconvenientes derivados, que su ausencia provoca. La zona resulta prácticamente inaccesible en días de lluvia, lo que hace que nuestros pibes no puedan ir a las escuelas cercanas, las ambulancias no logren ingresar para asistir a muchas personas de edad y ya nos hayamos olvidado de cuando fue la última vez que ha pasado un camión recolector de residuos, por lo que la basura se amontona en muchas esquinas originando todo tipo de dramas ambientales y contaminantes.
–Cloacas: por los citados problemas de acceso, los camiones atmosféricos no ingresen al barrio, sin que tengamos que explicar mayormente las cuestiones ambientales que también ello provoca.
–Energía eléctrica y red de gas: también carecemos de esos servicios, cuya ejecución, sabemos, no corresponde a la esfera municipal, aunque sí somos conscientes de la importancia que tendría un compromiso real del Señor Intendente para ser tenidos en cuenta en el reclamo. Vale agregar que en la zona existe un solo medidor eléctrico, con un único cableado totalmente sobrecargado y con permanentes cortes en el servicio, el cual le es ajeno a la mayoría de los habitantes. Por otro lado, la falta de calefacción de cualquier tipo agrava el problema de las familias, y, con las llegada del invierno, las hace temer todo tipo de enfermedades.
–Recuperar nuestra plaza: por último, solicitamos que el municipio resuelva nuestro viejo pedido para recuperar la manzana ubicada entre las calles 57 y 58, de 161 a 162. Desde hace 3 años, allí habíamos consolidado nuestra plaza barrial, con juegos construidos por nosotros mismo y distintos espacios verdes para que nuestros pibes se reúnan para sus juegos y para la práctica deportiva. Tal cual denunciamos el año anterior, un sujeto que desconocemos ordenó el alambrado total del perímetro, más allá de haberse constatado que se trataba de un terreno fiscal con más de 40 años impagos de los tributos municipales.
Sergio, vecino de Los Hornos, programa La Vía 04-05-2011_082720