Añelo es un departamento y una localidad de la Provincia del Neuquén, situada a 90 km de la capital, sobre la margen norte del Río Neuquén. Originalmente poblada por paisanos e indígenas mapuche (comunidades Paynemil y Kaxipayiñ) dedicados mayoritariamente a la actividad rural extensiva (cría de ganado caprino) y otras tareas rurales gracias a suelos y aguas de excelente calidad. Un sector menor trabaja en oficinas estatales, artesanías etc.
Allí se encuentra el cordón montañoso de Loma de la Lata donde a principios de los años 80, YPF descubre el yacimiento gasífero más importante de América. Un área extensa sobre ambas márgenes del Río Neuquén que quedó sometida a una intensa actividad hidrocaburífera, construyéndose incluso muchos de los pozos de gas en el lecho mismo del río. Hoy subsisten algunas instalaciones abandonadas sumergidas en sus aguas.
La exploración y explotación fue realizada de modo totalmente desaprensivo con altísimo impacto sobre el ambiente (suelo, aire y agua) con más el impacto cultural, principalmente a partir de la privatización de YPF y posterior prórroga otorgada a la concesión por parte del Gobernador Sobisch hasta 2027 a favor de Repsol – YPF empresa con posición dominante. De Loma de la Lata extrae el 60% de todo el gas y tiene el 70% de sus reservas petroleras
A partir de entonces, los pobladores de la zona tienen una larga historia de calamidades y luchas contra la empresa y contra el Gobierno cuyo descontrol y complicidad son evidentes. Hoy 25 familias conviven con 65 pozos, los ductos, los mecheros de venteo, picadas y caminos que han logrado poner en fuga a la fauna (libres, avestruces, camélidos), deteriorado enormemente la flora (en particular la usada para el alimento y la medicina) y la vida de las comunidades. El impacto es muy grave, no solo por la contaminación sino por el vasto proceso de desertificación en marcha.
En octubre de 1995 el agua que la comunidad Paynemil extraída de las napas estaba tan contaminada con petróleo que podía encenderse como un mechero, la situación tuvo difusión nacional. Sin embargo, siguió agravándose cuando explotó un tanque con 40 mil litros de capacidad con posterior derrame e incendio.
La polución y contaminación además con metales pesados, en especial plomo y cromo, se hace evidente con nacimientos de animales (credos y cabritos) con enormes deformidades y sin cabezas (también debió interrumpirse el embarazo de una mujer, con un feto sin cabeza)
Entre el ´95 y ´96 1996, la comunidad Paynemil denunció la situación y fue sometida a rigurosos análisis por el equipo del Dr. Nelson Albiano del Hosp. Ricardo Gutiérrez de Buenos Aires. Los exámenes en pobladores revelaron una elevada afectación por carga de plomo y cromo relacionados con la actividad hidrocarburíferas y muestras de tierra, agua y aire mostraron restos de metales pesados de hasta 700 veces más altos a lo permitido en la legislación nacional.
Presionados por el estado público de la situación YPF S.A. inicio durante los años 97/98 un proceso de tratamiento y recomposición de las aguas freáticas en las tierras de la comunidad Paynemil (ubicada en la orilla sur del río Neuquén) Sin control estatal y siguiendo con la cadena de irresponsabilidades, el proceso fue abandonado
Las causas de la contaminación son:
1) Fisuras y falta de mantenimiento en las tuberías de extracción que al no poseer los encamisados adecuados filtran hidrocarburos que alcanzan las napas de agua.
2) Piletas “API” abandonadas sin sanear. En el proceso de perforación de cualquier pozo de hidrocarburos se introducen para su mejor manejo diversos químicos (a modos de lubricantes y diluyentes) que generan los llamados “lodos de perforación”. A medida que desciende el trepano, los lodos son arrojados en esas piletas “API”, cavadas con maquinaria vial en el suelo. Estas cavas no se impermeabilizaron de ninguna manera y se volcaron allí todos los residuos de la actividad, una mezcla de petróleo, gas, agua, lodos y químicos, hasta completar la instalación de captación y bombeo. CIENTOS de esas piletas fueron simplemente cubiertas con tierra, permanecen a la vera del río Neuquén y percolan, lixivian e introducen constantemente elementos nocivos en las napas y en el río.
3) Los frecuentes derrames “accidentales” que se producen luego con la actividad, generan enormes cantidades de tierras empetroladas que se acumulan en repositorios a cielo abierto. Cuando llueve, el torrente arrastra estos residuos que se depositan en río o en las tierras aledañas.
Desde hace unos meses el agua de la red de Añelo se extrae del río, también contaminado.
Como resultado de esas prácticas irresponsables un número significativo de pobladores ha enfermado gravemente. Varios están muriendo.
El Dr. Ricardo Mendaña de Neuquén, penalista prestigioso, reconocido por su compromiso social y otros profesionales, han reunido las pruebas contundentes de este accionar criminal y han presentado la querella criminal contra Repsol YPF.
Los análisis se realizaron en febrero de 2010 (30 años después de iniciada la explotación). Las muestras fueron tomadas por el Laboratorio de Toxicología y Química legal de la Corte Suprema de Argentina, sobre 17 muestras de suelo y 17 de aguas subterráneas (primer napa), mediante el método de partición – gravimetría y detección por espectro infrarrojo (American Public Health Association . Standard Methods) y otros y arribó a las siguientes conclusiones:
a) “Los valores de hidrocarburos totales en las muestras sólidas se encuentran muy por encima de los valores guía de calidad de suelos del decreto 831/93”
b) “Los valores de hidrocarburos totales en las muestras liquidas se encuentra muy por encima de los valores límites permisibles en vertidos de la Resol 963”
c) “Los valores de cromo total y plomo total se encuentra por encima de los valores de la Guía de Calidad de agua para protección de la vida acuática 831/93”
En un nuevo estudio posterior en la misma zona realizado en agosto de 2010, las muestras arrojaron resultados similares, aunque con el alarmante dato que el agua superficial del Lago Los Barriales, que descarga en el Río Neuquén contenía 15 mg/L de hidrocarburos de cadena larga cuando el límite para aguas de recreación es de 0,3 mg/L (Resol. 963/99)
Allí donde el agua subterránea se prendía fuego, es donde los peritos de la Corte extrajeron, 14 años después, las muestras mencionadas arriba. O sea que catorce años después todo está igual o peor.
La comunidad había logrado que Repsol participara de la Comisión de Control y Vigilancia creada para evitar nuevas perforaciones sin participación de los afectados, pero finalmente la empresa decidió de manera unilateral desactivar la Comisión.
La comunidad no solo reclama por la salud quebrada y las ingentes pérdidas de todo tipo sino además por el saqueo terrible al que es sometida la Nación Argentina
Información: Marcelo Ávila 0299 15 401 0857
Foto: Indymedia Argentina
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