Susy Paz, primera candidata a concejal por el Frente Amplio Progresista de Quilmes, dio a conocer el texto de una carta dirigida a los vecinos en la que además de agradecer el acompañamiento recibido en las Primarias, señala hacia donde irán sus planes legislativos de cara a la banca que casi con seguridad, según las tendencias que se perfilan, ocupará desde diciembre.
“Hace algo más de un mes tomábamos la importante decisión de presentarnos en las elecciones de este 2011, por la sencilla razón de poder pelear en mejores condiciones por los derechos de los nuestros, de los trabajadores y de los pobres, siempre olvidados por las políticas oficiales.
Este 14 de agosto nos sorprendió. Miles y miles de vecinos y vecinas de Quilmes optaron por nuestra fórmula encabezada por nuestro candidato a Intendente Carlos Antonietta, por nuestra lucha. Creo que no alcanza con agradecimientos. Cuanto menos podemos decirle a todos los que eligieron lo nuevo que nuestra decisión de avanzar por los justos derechos populares se mantiene inquebrantable. Y octubre es y será un nuevo desafío para nosotros, y para todo el pueblo de Quilmes, para multiplicar las esperanzas.
Como todos y todas saben, nuestra campaña es a pura voluntad y así será hasta octubre. Los pobres y trabajadores de este distrito conocen por nuestra histórica lucha que todo lo que somos ha surgido de la nada, multiplicado por la dignidad, y que ninguna adversidad nos desalienta. Creemos necesario reafirmar esto, más aún creyendo que es absolutamente criminal gastar fortunas y millonadas que pertenecen a nuestro pueblo en extensas campañas publicitarias para presentar a los candidatos como modelos a vender.
Este 14 de agosto hemos puesto los pilares de una nueva alternativa que nace y crece, con los sueños intactos de lograr terminar con la noche sin esperanza que envuelve a gran parte de los quilmeños, a los sin techo, a los desocupados, a los habitantes de las zonas inundables o contaminadas, a los trabajadores en negro o con salarios miserables, a los “cooperativistas” que deben hacer favores al político de turno para mantener su plan de trabajo, a los que sufren la pobreza y la miseria. Son momentos difíciles en las barriadas populares, y de esas dificultades se prenden los que no tienen vergüenza, haciendo promesas incumplidas hace décadas. Pero de promesas el pueblo no come, no vive, no se educa, no se viste.
Yo sé de esa realidad. Hace años que vengo peleando junto a mis compañeros y compañeras por la salud pública, por la educación y por el trabajo, convencida que Quilmes no puede ser sólo para el disfrute de unos pocos que gozan todo tipo de privilegios, en barrios privados y amurallados, mientras nuestros pares muchas veces no tienen para llenar la olla y alimentar a sus hijos. Creo que cada uno de los habitantes de este distrito tiene derecho a una vida decorosa y de justicia, de trabajo y de bienestar.
Para lograr cambios reales es necesario ir a la raíz de los males que sufrimos todos los días. Hasta ahora todos los políticos de turno no resolvieron un solo problema de fondo, condenando a más de la mitad de la población a la pobreza y a miles de compatriotas a sobrevivir con las monedas contadas. Comparemos nuestra realidad con los lujos de los sectores más poderosos del distrito o con el mega negocio inmobiliario del monopolio Techint en la costa. La comparación es sencilla y la imagen también: mientras algunos amasan fortunas y privilegios, alrededor de 200.000 quilmeños sufrimos todo tipo de atropellos. Contra esta realidad, por la vida y la dignidad, peleo junto a mis compañeros y compañeras todos los días.
La vida hoy me ha puesto ante esta inmensa responsabilidad, con miles de vecinos que han apoyado la fórmula que compongo como primer concejal para el próximo 23 de octubre. En el camino que hemos elegido, el más difícil, queremos levantar la voz de los humildes por los humildes y para los humildes, y encender la esperanza que no pueden entender las camarillas políticas que hoy gobiernan. La esperanza de la vivienda digna y la tierra para el que la necesita y la trabaja, la esperanza del trabajo y un salario para garantizar el bienestar de nuestras familias, la esperanza de terminar con las inundaciones y con la contaminación de la tierra donde vivimos, la esperanza de ver crecer a nuestros hijos e hijas con una salud para todos, con una educación pública, gratuita y científica, y con un porvenir digno de ser vivido.
Creo que todo esto es posible. Desde estas sencillas palabras, con los brazos abiertos, los invito calurosamente a emprender esta senda, unidos como pueblo, para que el próximo 23 de octubre la esperanza se convierta en acción y los sueños en realidades. La victoria es posible.
En Quilmes el Frente Amplio Progresista es la herramienta que hemos construido con gran sacrificio, es el porvenir sano y digno, es la promesa justiciera que será cumplida.”
FUENTE: El diario de Quilmes
