Frente al Congreso de la Nación
La jornada de lucha del 23 de septiembre en la ciudad de Buenos Aires comenzó al mediodía en el Congreso de la Nación cuando los jubilados soltaron más de mil globos, en alegoría a las mil marchas realizadas, con cartas para la presidenta de la Nación reclamando la urgente necesidad de contar con el 82% móvil. “La intención fue encontrar otra manera de llamar la atención de este gobierno que nunca nos atiende y por eso decidimos soltar mil globos con cartas dirigidas a la presidenta con nuestros reclamos” explicó Lidia Meza, secretaria de previsión social de la CTA Nacional apenas terminado el acto.
Los jubilados, acompañados por los médicos de Cicop, los trabajadores del Estado de toda la provincia de Buenos Aires, los compañeros de la Corriente Clasista y Combativa y organizaciones de la CTA marcharon a la Casa de la Provincia de Buenos Aires para reclamarle al gobierno de Daniel Scioli aumentos salariales y mejores condiciones laborales. “Queremos mandar al libro negro de la historia el trabajo en negro”, dijo el secretario electo de ATE de la provincia de Buenos Aires, Oscar De Isasi ante las más de 4 mil personas que se concentraron frente a la delegación provincial.
“Queremos un convenio colectivo que dignifique a los trabajadores, queremos que los ascensos no dependan de ser funcionales a los gobernantes sino de ser idóneos y buenos compañeros”, agregó el dirigente ante el aplauso de los hombres y mujeres presentes. “Estoy orgulloso de los miles de compañeros que están hoy acá para luchar por nuestros derechos. Quiero dar un gran abrazo a los compañeros jubilados de todo el país: son un ejemplo para nosotros, son el espejo en donde mirarnos”, comenzó su discurso Hugo Godoy, secretario adjunto electo de ATE de la provincia de Buenos Aires. Godoy llamó a Lidia Meza a que subiera al escenario para compartir con ella la alegría de la lucha cotidiana.
Al finalizar su discurso, el dirigente llamó a acompañar a Pablo Micheli, Ricardo Peidro y a José Rigane al ministerio de Trabajo de la nación y aseguró que aunque “el Gobierno quiera desconocerlos porque necesita muñequitos de torta, no vamos a dejar de luchar”.
Al Ministerio de Trabajo
Bajo el sol del mediodía, las nutridas columnas marcharon por las calles céntricas de la ciudad al Ministerio de Trabajo de la Nación, ubicado en el corazón financiero de la Reina del Plata. “Este gobierno demostró una vez más que responde con represión y con muerte ante las necesidades del pueblo”, dijo Juan Carlos Alderete, dirigente de la CCC quien además recordó el enfrentamiento con los Blaquier: “juntos les torcimos el brazo, hemos logrado 25 hectáreas. Así los compañeros de la Corriente Clasista y Combativa y de CTA tienen solucionado el tema de la vivienda y eso ha sido por una gran solidaridad en todo el país y lo hemos hecho juntos”.
Ante la mirada atenta de todos los compañeros y compañeras, Alderete recalcó una de las tantas contradicciones de la actual administración nacional: “este gobierno que deja libre a Menem sigue procesando a los luchadores populares, por eso estamos aquí antes de las elecciones porque después vendrá un ajuste muy grande para los trabajadores y para aquellos que no tienen trabajo. Estamos aquí para que este gobierno reconozca la personería gremial. Igualmente, con o sin personería vamos a seguir en las calles porque los trabajadores necesitan conducciones como esta CTA”, concluyó Alderete ante los acalorados aplausos.
“El 17 de agosto se decidió en el Confederal marchar el 23 de septiembre en todo el país al ministerio de Trabajo y sus delegaciones para hacer sentir nuestro reclamo, nuestra exigencia de libertad y democracia sindical a un año de las elecciones de nuestra central que ganó limpia y claramente la lista 1 Germán Abdala”, se escuchó la potente voz de Juan Carlos Giuliani, secretario de relaciones institucionales de la Central Nacional quien presentó a Pablo Micheli, el secretario general de la CTA, electo el 23 de septiembre de 2010.
Pablo Micheli
Ante las puertas del ministerio nacional, Micheli arrancó su intervención diciendo: “Aunque este ministro no nos quiera escuchar del lado de adentro, nos va a escuchar del lado de afuera. Podrá darse el lujo, por un decreto autoritario, de dejarnos afuera del Consejo del Salario para que después la presidenta se de el tupé de decir a los 4 vientos que se votó por unanimidad”.
Acompañado por viejos compañeros de lucha como José Rigane, Ricardo Peidro, Elia Espen, Lidia Meza, Nando Acosta, Claudio Lozano, José Zas, entre otros, Micheli agregó: “Para vergüenza de los trabajadores, votaron juntos aquel que condujo la Central con nosotros durante mucho tiempo con la Sociedad Rural. Levantó la mano para votar un salario mínimo que no alcanza para resolver las mínimas necesidades del pueblo de los trabajadores”.
Micheli aprovechó una pausa en los aplausos para reforzar: “Que no se confundan: la gente no votó que no haya libertad y democracia sindical, la gente no votó que haya hambre, la gente no votó que haya persecución a los luchadores sindicales, la gente no votó que haya igualdad entre los trabajadores y los patrones. Desde cuándo se vio que los patrones participen de las asambleas de los trabajadores: eso se llama uniformidad, no pluralidad. Nosotros hemos peleado y hemos pagado con la vida y la sangre de muchos compañeros desaparecidos y asesinados por la represión no para uniformidad sino para tener libertad de opinión y para poder pensar libremente”.
El sol iba cayendo mientras un viento fresco comenzaba a llegar desde las orillas del río, pero la movilización seguía firme escuchando a su dirigente: “Lo importante es lo que dicen los compañeros y compañeras de todo el país y no lo que dice un gobierno o un ministro de Trabajo. Esos mismos jueces que dicen que nosotros no ganamos la conducción de la CTA son los mismos que dejan libre a un tipo que fue responsable del tráfico de armas y que hizo lo que hizo en este país; es la misma justicia que después somete a los trabajadores a no reconocerlos legítimamente”.
Micheli concluyó su conciso discurso con la fuerza que lo caracteriza: “Por esa razón no nos van a parar, porque tenemos claro nuestro objetivo, porque estamos enamorados de esta causa y porque tenemos seguridad de que tenemos la responsabilidad de construir esa central de 4 millones de afiliados, de conseguir los 100 mil delegados nuevos para que haya una Constituyente Social el año que viene en toda la Argentina diciendo que queremos una tierra liberada y una distribución justa de la riqueza, donde no haya un sólo pibe que tenga hambre. Fuerza compañeros y compañeras, a seguir construyendo más CTA”.
La CTA, de esta manera, finalizaba su Movilización Nacional por la Libertad y la Democracia Sindical al Ministerio de Trabajo y a sus delegaciones en todo el país. Una vez más la CTA volvió a las calles.