Para el candidato a diputado por el Frente Amplio Progresista, Claudio Lozano, “el ministro Boudou, al presentar el presupuesto 2012, nos contó a los diputados, que los argentinos vivimos en Disneylandia. Hubo mucho discurso político y nada de información presupuestaria. Ni de lo que se hizo y hace durante el 2011, ni de lo que se piensa hacer en el 2012.
Nosotros sabemos que la Argentina ha crecido desde el año 2002 en adelante y que por lo tanto cualquier comparación con el pasado es positiva. Sin embargo, sabemos que el presente que tenemos deja mucho que desear. Decimos esto porque solo cuatro de cada diez trabajadores están en blanco; seis de cada diez hogares tienen dificultades para llegar a fin de mes, tres de ellos son pobres; el sistema sanitario argentino es un aquelarre donde invertimos más dinero en los que menos salud necesitan; siete de cada diez jubilados cobran $1400 cuando la canasta que necesitan no baja de $2600; 6 millones de argentinos no terminaron la primaria y 8 millones no concluyeron la secundaria.
Sobre estos temas el presupuesto no da respuestas. Se trata de un proyecto de presupuesto que expresa un modelo institucional, social y económico con el que no estamos de acuerdo.
En materia institucional porque subestima el debate parlamentario y por tanto, al igual que en años anteriores miente a la hora de presentar los recursos y los gastos. No estamos de acuerdo en términos sociales, porque el gasto social evoluciona por debajo de la inflación y esto implica más dificultad para la vida de muchos argentinos. No estamos de acuerdo en materia económica, porque en lugar de avanzar en una reforma impositiva progresiva, en lugar de revisar la deuda y los subsidios, en lugar de poner los recursos del ANSES en función de los jubilados y de promover un sistema productivo integrado con mayor equilibrio regional persiste en la dirección de siempre. Dirección que implica mantener una pauta regresiva en materia de impuestos, que tiende a asumir más deuda (en este caso los pagos al Club de París), que mantiene subsidiadas las principales empresas sin orientar el proceso de inversión y el cambio productivo, y que sigue abusando del uso irregular de los recursos de la seguridad social postergando las deudas previsionales así como los haberes de los jubilados actuales y futuros.
En este marco, lo más grave, es que el presupuesto oficial mantiene los criterios de siempre en un contexto donde el mundo y nuestro país y presentan diferencias importantes. La crisis mundial, el déficit en las cuentas públicas y e déficit en el balance de divisas requiere un replanteo de las políticas públicas que al no estar, hablan de irresponsabilidad o de la decisión de resolver la crisis con más endeudamiento.”