El sábado 1 de octubre, se realizó un acto en homenaje al escritor Humberto Costantini, quien falleció en Buenos Aires en julio de 1987. Constantini fue un poeta y escritor, hincha de Estudiantes y militante de la vida y del PRT. En el acto se descubrió una placa, en presencia de sus hijos Violeta, Ana y Daniel. Allí se lo recuerda como “hombre de barrio, ciudadano de esta patria”.
En la legislatura, la diputada Laura García Tuñón, presentó un proyecto para que se instalara esta placa en su homenaje.
Alejandro Gibelli, compañero militante de la Comuna 12, nos relata lo que vivimos en esa tarde soleada:
Hace unos años mi amiga Graciela, me invita a indagar sobre un poeta que vivió en Villa Pueyrredón, y que parece que está un poco olvidado. Ella lo tenía como referencia de los grupos de teatro alternativo y vocacional de fines de los años sesenta, donde era un autor dilecto de los jóvenes que pasarían a formar parte de los que hoy nos hacen tanta falta, y que muchas veces los tenemos que llorar mirando la linea del horizonte sobre el ancho rio, desde esta orilla.
Y tanto Graciela Drago como Humberto Costantini, nuestro poeta en cuestión, fueron sobrevivientes. Y lo que trasciende es ni más ni menos que estar aquí hoy, en las mismas calles, plazas del barrio, que nos dio su olor y nuestra forma, para dar testimonio de lo mejor de estar vivos. Y es ni más ni menos que celebrarnos y aprendimos de los errores del pasado para evitar caer en esa espiral de repetición, tan familiar en el cruce de todas las tradiciones de las que venimos. Si, nos encontramos y empezamos a querernos y a decírnoslo en la cara, mirándonos a los ojos. Cada uno con su equipaje, y su pasado remoto de los más vastos lugares del planeta.
En ese universo crecí y a esa constelación le hablaba nuestro poeta. Y lo trajimos del olvido para sentirnos, simplemente.
En la Plaza Martín Rodriguez, queda una marca, una referencia. La placa en su homenaje, por la cual Laura hizo lo institucional, junto a la ayuda de Pablo Goldring que elaboró el proyecto, María Rosa nuestra doctora DE LAS CORTES, hizo lo suyo, también Leila y Mónica desde ceremonial. El agradecimiento es mutuo, y como hoy, hacía mucho tiempo que no vivía una actividad con tanto sentido de pertenencia e identidad, que es lo que salimos sitiendo cada uno de los que fuimos participes.
Vamos a recuperar la dirección en el camino cuando seamos una hoja más de esas, que arrincona el viento en un lugar del patio, por que somos nada más que parte del aire.
Gracias Graciela, valga la redundancia, y a vos Cacho Costantini por seguir soplando.
Alejandro Gibelli