Desde Buenos Aires para Todos en el FAP, expresamos nuestro más enérgico repudio ante el fusilamiento de tres jóvenes militantes del Frente Popular Darío Santillán, ocurrido en la Ciudad de Rosario, Provincia de Santa Fe, en la madrugada del 01 de enero del corriente.
En este sentido, a través de la legisladora Claudia Neira, Buenos Aires para Todos está presentando un Proyecto de Declaración en la Legislatura porteña, en repudio a los asesinatos de Jeremías Jonatan Trasante de 17 años, Claudio Damián Suárez de 19 y Adrián Leonel Rodríguez de 21.
Gracias a la denuncia pública realizada por miembros del Frente Popular Darío Santillán, se conoció que las víctimas no tenían antecedentes penales como había sido publicado y que personal policial había ocultado el ingreso al Hospital HECA de un sospechoso, baleado horas antes. Aparentemente, los imputados por la masacre, que habrían confundido a las víctimas con miembros de una banda rival, pertenecerían a la barra brava del Club Atlético Newell´s Old Boys, y tendrían vínculos con la comisaría local.
Al respecto, Claudia Neira expresó: “La forma en que el asesinato de estos jóvenes fue comunicada y la rápida y errónea caracterización de las víctimas como pertenecientes a un grupo barra brava y con supuestos antecedentes por robos calificados, reproduce la estigmatización que se hace cotidianamente tanto de los jóvenes que habitan en los barrios más vulnerables, como de los militantes sociales”.
Cabe destacar que meses atrás, los integrantes de este movimiento social han denunciado ante la Comisión de Derechos Humanos del Consejo Deliberante de Rosario, que existiría negligencia policial a la hora de caratular e investigar hechos como los acontecidos en la Ciudad. A la luz de los mismos, bregamos para que las autoridades locales logren avanzar en la investigación y determinen fehacientemente los culpables de esta masacre indignante.
Asimismo, hacemos nuestras las expresiones del Gobernador de la provincia en el sentido de profundizar y «ser implacables con el narcotráfico, por más que tenga mucho poder, con una depuración al interior de la fuerza». Al mismo tiempo, alentaremos a las autoridades para garantizar mecanismos institucionales que democraticen el control de las fuerzas de seguridad, generando mayor participación ciudadana para poner luz a muchos enclaves de corrupción y delincuencia que se han venido formando hace años en algunas instancias policiales.
Así como el recuerdo del “Pocho” Lepratti es hoy un símbolo de la lucha contra la impunidad policial en Rosario, la Masacre del barrio Moreno debe marcar el inicio del fin para la connivencia entre el poder policial y las bandas delictivas organizadas.