O, lo que es lo mismo, en nuestra estrategia de poder popular hemos dado vida a otra de las herramientas que componen nuestra propuesta integral para ser gobierno. De este modo, UP se suma como instrumento electoral a la CTA y la Constituyente Social, los dos soportes de masas más importantes de nuestra construcción colectiva.
Tener presencia electoral desde nuestra perspectiva de clase implica ocupar también esos espacios en este tránsito entre una democracia de baja intensidad -cuya institucionalidad se basa en restringir al pueblo el derecho a gobernar y deliberar y le delega esa misión a sus “representantes”-; y otra democracia de cuño popular y carnadura social, participativa, de masas, donde nos constituimos en sujetos de un proceso que apunta a protagonizar una nueva experiencia de poder popular.
Hemos obtenido la categoría de partido vecinal en los umbrales de la Elección Municipal del 15 de abril de este año, oportunidad en que 123.956 riocuartenses, en una especie de asamblea multitudinaria, decidirán quién los gobernará por los próximos cuatro años y elegirán Intendente, concejales y tribunos de cuentas.
La irrupción de un espacio que cuestione el bipartidismo y el modelo de gestión de una ciudad profundamente desigual: capital del “boom” edilicio proveniente de los agronegocios con la soja transgénica como emblema, por un lado y, por el otro, una creciente pobreza y marginación con miles de familias que no tienen trabajo, techo ni futuro, figura como una alternativa viable para un partido que, como el nuestro, recién va a dar sus primeros pasos en el terreno político-electoral y sostiene que hay que conjugar el verbo industrializar, para sacar a Río Cuarto del modelo de ciudad comercial y de servicios, dependiente de la reprimerización de la economía, con una casi nula capacidad de aportar valor agregado a las materias primas que se producen en la zona..
Teniendo en cuenta esta realidad y siendo consecuentes con la idea de que al pueblo hay que convocarlo a protagonizar experiencias colectivas positivas para volver a ser felices, es que somos conscientes que luego de nuestra Primera Asamblea hacia una Constituyente Social en la Argentina realizada en noviembre de 2010 en la Escuela Racedo, tenemos un proyecto de ciudad que surge de reconocer el mapa de los conflictos, la ubicación de las organizaciones del campo popular, la identidad y poderío del enemigo. Una realidad con la que nos topamos cotidianamente en nuestra práctica militante.
Coherentes con el mandato de la Corriente Nacional por la Unidad Popular que lidera nuestro compañero Víctor De Gennaro, UP Río Cuarto no va a ir a las elecciones en ningún armado donde aparezcan los aparatos de la UCR o el PJ.
Compañeros, manos a la obra. Hace unos pocos meses atrás ni siquiera sabíamos con certeza que podríamos participar en estas elecciones. Hoy, UP Río Cuarto es una realidad respetada por propios y extraños. Pero lo más importante, todo el mundo sabe que es la continuidad de un proceso de acumulación social de años que se manifiesta en la CTA, la Constituyente Social, la nueva conducción de la UNRC y en una presencia potente y visible en los barrios de la periferia, promoviendo organización popular.
Hemos decidido participar con nuestros propios candidatos. Es decir, dejar de elegir los menos peores de los otros para empezar a elegir a los mejores de los nuestros. A protagonizar esta epopeya están convocados todas las mujeres y hombres de buena voluntad que estén vacunados, como nosotros, contra el “no se puede” y compartan la idea de plantar la bandera de una nueva fuerza política que vuelva a reivindicar a la justicia social como el insumo principal para reconstruir una sociedad justa, libre y solidaria.
Río Cuarto, febrero de 2012
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