La diputada nacional Liliana Parada asistió a una charla para estudiantes de la escuela de periodismo TEA, donde compartió el panel con Rubén “Pollo” Sobrero, delegado de la Unión Ferroviaria seccional oeste. La charló tuvo como eje la situación crítica del transporte ferroviario en la Argentina, lo que derivó necesariamente hacia el conflicto reciente entre el gobierno nacional y la ciudad por el manejo del subterráneo.
La diputada se manifestó decididamente en contra de la actitud del gobierno nacional de querer intervenir en la causa judicial y declaró que “es una barbaridad que hayan aceptado al Estado como querellante cuando éste es responsable más allá de encontrar a los culpables con nombre y apellido”. Por su parte, el delegado ferroviario señaló como uno de los responsables del choque ferroviario de Once al ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, y aseguró que “se ríe de nosotros, porque se enriqueció con la función pública, destrozó el ferrocarril y la justicia lo libera y deja sin causa”.
Liliana Parada también declaró que la responsabilidad recae principalmente en la Secretaría de Transporte, que al no ejercer ningún tipo de control sobre los concesionarios, convirtió al Estado en un partícipe necesario. Propone como posible solución un proyecto de empresa estatal de ferrocarriles, que se encargue entre otras cosas del tramado de nuevas redes férreas, a partir de un fondo de desarrollo con las reservas del Banco Central.
Ante la pregunta de una alumna sobre las posibles soluciones a la problemática de los ferrocarriles, Sobrero aseveró que la única manera es reestatizándolos y teniendo control sobre los trabajadores y los usuarios.
La diputada también hizo referencia a la política del “club de amigos” que mantiene el gobierno nacional con algunos grupos empresarios que reciben beneficios extraordinarios por parte del Estado. Expresó que tanto Cirigliano como TBA son una las tantas expresiones de este capitalismo de amigos, que tiene su correlato en el subterráneo con el grupo Roggio, el cual controla no sólo la empresa Metrovías, concesionaria del servicio de pasajeros, sino también la empresa Metronec S.A., sociedad que factura sus servicios de consultoría a Metrovías, y gestiona negocios millonarios vinculados al subte como la pauta publicitaria y las tarjetas Monedero.