Juan Carlos “Pipón” Giuliani nació el 7 de abril de 1949. Es Periodista, y estuvo detenido, por su militancia en Montoneros siete años y medio durante la última dictadura militar. Comenzó a desempeñar su profesión como cronista deportivo en LV 16 de Río Cuarto. También trabajó en la revista El Puente, la radio FM Libre y los diarios El Pueblo y Puntal. Fue uno de los fundadores, en 1984, del Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba (CISPREN). Se desempeñó como Secretario General del CISPREN Seccional Río Cuarto y Secretario Adjunto del gremio a nivel provincial hasta asumir la secretaría general en diciembre de 1994 hasta el año 2005.
En el 2000 fue electo Secretario General de la CTA de Córdoba hasta el año 2006, cuando fue elegido Secretario de Comunicación y Difusión de la Comisión Ejecutiva Nacional de la CTA. Desde 2010 es Secretario de Relaciones Institucionales de la Central.
¿Cuál es para Ud. la situación actual de la Ciudad de Río Cuarto en relación a obra pública, educación, salud, empleo y vivienda?
La situación actual es muy despareja, dado que en Río Cuarto existe una desigualdad social importante. Por un lado, tenemos todos los sectores beneficiados por el boom de la soja y los agronegocios que se traduce en una explosión edilicia desmesurada haciendo colapsar los servicios de agua, gas y cloacas en el macro y micro centro. Y por otro lado, existe una ciudad con una extensión de pobreza e indigencia importante; no nos olvidemos que según las encuestas oficiales, con todo lo dudoso que tienen los datos del INDEC, Río Cuarto aparece como la ciudad con la mayor cantidad de trabajadores informales.
En relación a la obra pública, sobre todo el tema del asfalto, creo que se ha intentado llegar a los barrios con ciertos niveles de urbanización. Eso ha sido una marca registrada de las últimas gestiones, principalmente en los gobiernos radicales desde la época de Rins y seguido por Jure.
Con respecto al tema educación, me parece que también han tenido una idea bastante innovadora con la creación de la Subsecretaría de Educación, lo ideal sería complementarlo con escuelas municipales. Porque lo que hoy se está haciendo es emparchar las escuelas provinciales, y si no fuera por las cooperativas en las escuelas secundarias y primarias, varias no funcionarían. Esto lleva a que muchos con razón se pregunten a dónde está el presupuesto oficial destinado a las escuelas, más allá del conflicto salarial que pueda existir hoy.
Por último, creo que el problema de la vivienda es la gran materia pendiente de la Municipalidad. Por supuesto que la responsabilidad primaria la tienen la Nación y la Provincia, pero no puede ser que la ciudad no tenga políticas proactivas en ese ámbito. No hay futuro si no hay vivienda, y hoy los jóvenes que forman familia vuelven a la casa de sus padres, sobre todo en los hogares más humildes donde crecen los asentamientos. Creemos que el tema del terreno es importante, pero mucho más importante es empezar a construir viviendas. ¿Cómo puede ser que en pueblos vecinos a Río Cuarto como Alcira Gigena, Alejandro y La Carlota se estén construyendo con sistema de ahorro, seis o doce viviendas? Es decir que los municipios están empezando a construir “viviendas dignas”, que como decía Eva Perón, “viviendas donde el funcionario que las entregó estaría dispuesto a vivir”. Yo pregunto, ¿cuántos de los funcionarios irían a vivir a las 400 viviendas?
¿Cuáles son las tres principales propuestas que plantea (Unidad Popular) para la ciudad en los próximos 4 años?
En primer lugar, hacemos hincapié en recuperar el rol del Estado como garante de la justicia social. Si bien he marcado que la desigualdad social es importante y las políticas de inclusión social son bienvenidas para sortear la crisis, no dejan de ser paliativos, sobre todo cuando se reproducen como una radiografía clientelar, donde se termina convirtiendo en rehenes a los beneficiarios. La inclusión social, nadie la niega, es importante y eso hay que transformarlo en trabajo digno donde el trabajador tenga jubilación y una obra social. Es necesario pasar la etapa de “provisoriedad” que implica este tipo de planes sociales, para ir hacia una sociedad más integrada. Nosotros creemos que la Municipalidad debe ser el garante de la justicia social, tiene que equilibrar de manera tal que los sectores más vulnerables tengan alguna oportunidad. Río Cuarto, a la manera de una radiografía muestra que la clase media ha sido sinónimo de movilidad social, y después de la crisis de 2001 muchos de esos sectores cayeron bajo los niveles de pobreza. Hoy cuesta mucho recuperar esa situación inicial, lo cual da un ejemplo del nivel de desintegración social existente. Ahora, yo pregunto, ¿dónde se juntan esas dos ciudades, en un recital en el Centro Cívico, en un partido de fútbol, dónde más? En ningún otro lado. Hoy no está la posibilidad de desarrollar una democracia participativa como la que pensamos nosotros, y creemos que ello se explica por la crisis de representación de los políticos, gremialistas, empresarios, sectores culturales y religiosos. En la Constitución Nacional se lee que el pueblo no delibera ni gobierna sino a través de sus representantes, entonces si los ciudadanos no le creen a los representantes, está puesta en tela de juicio la representación. Sin embargo, aquí hay un concepto erróneo, ya que el pueblo delibera y gobierna todos los días en las asociaciones vecinales, en los sindicatos, en las sociedades de fomento, en los clubes de fútbol, en las cooperativas escolares. Es necesario darle visibilidad a eso, hay que abrir las puertas del Concejo para que entre la participación.
En segundo lugar, tenemos la idea de avanzar hacia una democracia participativa y proponer el Presupuesto Participativo, queremos empezar con la discusión del 10% del presupuesto destinado a la obra pública que sea cuestión de los vecinos, donde el ciudadano de cada zona diga si necesita asfalto, cloaca, agua, iluminación, un centro de salud o vivienda. Tenemos que consultar a la gente.
En tercer lugar, planteamos la remunicipalización de la recolección de residuos. La Municipalidad posee un presupuesto de 500 millones de pesos, no puede pagar 6 millones de pesos mensuales por un servicio que está tercerizado y que además se está prestando a través de una adjudicación directa; cuando ese servicio lo tendría que prestar el municipio. Con la onda privatizadora de los ’90, el Estado cumplía el rol de Estado bobo. GamSur era una empresa mixta que luego paso a tener déficit, el Estado se hizo cargo transformando en pública la deuda privada, con lo cual se licuó gran parte de los pasivos de los empresarios que estaban en GamSur. El municipio compró más del 90% de las acciones, y una vez comprado terminó naufragando con todos los escándalos de por medio. A partir de eso se quiso traer a Innviron, iniciativa que generó una fuerte reacción en Río Cuarto y que dio paso a la contratación de Cotreco como proveedora del servicio. Es por eso que es necesario remunicipalizar el servicio, nosotros creemos que los servicios esenciales los debe proveer el Estado.
Teniendo en cuenta su experiencia como representante sindical, ¿qué lo ha motivado a postularse como Intendente de la Ciudad?
La idea de participar de un espacio político surge luego de la crisis del 2001, fecha en que decidimos no delegar más y empezar a elegir a los nuestros. Éste espacio posee como referente a nivel nacional a Víctor De Gennaro y significa una estrategia de poder integral, tratando de replantear una experiencia de poder popular en la Argentina. Con la construcción de una central alternativa, la CTA, aspiramos a consolidar una central de masas. También simboliza la iniciativa de una Constituyente Social como espacio multisectorial donde cientos de organizaciones populares, ambientales, de atención de personas discapacitadas y de otros sectores han empezado a discutir un nuevo proyecto de país. A casi 30 años de democracia, los proyectos de país se han mostrado ineficaces al momento de resolver los problemas de la mayoría de la población.
Nosotros queremos participar con instrumentos democráticos y ésta es una posibilidad, con la idea de querer ser gobierno. Tarde o temprano, queremos dejar de delegar en otros y asumir nosotros esa responsabilidad porque creemos que son los trabajadores los verdaderos generadores de las riquezas de las naciones, son los que transforman la naturaleza y la convierten en bienes y servicios. Por eso decimos que esta experiencia es simplemente hacer la otra política (política partidaria), ya que yo hago política desde hace 40 años. Asociar la política a lo político electoral es subestimar el concepto, ya que “política” son todas las formas de relacionarnos durante nuestra vida.
¿Qué mensaje les transmitiría a los ciudadanos de Río Cuarto?
Les digo a los ciudadanos que den la oportunidad a una fuerza nueva, ya que llevamos a un trabajador como candidato a Intendente, y su lista de Concejales está encabezada por un dirigente de una organización de nuevo tipo como Marcelo Espíndola, además de muchos dirigentes barriales y sociales, como por ejemplo Víctor Flores. Nosotros tenemos la idea de que la resignación no hace historia, creemos que hubo en la Argentina una cultura del radicalismo en el siglo XX que provocó la inclusión de los sectores medios, urbanos y rurales a la actividad política; luego ocurrió lo del 17 de Octubre donde los sectores trabajadores irrumpieron en la vida política. Hoy la juventud no tiene partido, no hay votos cautivos porque esas culturas políticas tradicionales se han convertido en dos aparatos fenomenales vaciados de contenido político e ideológico. Nosotros decimos que por fuera del justicialismo y el radicalismo hay vida, creemos que peronistas, radicales y socialistas también nos van a votar. Nuestro mensaje es que queremos establecer estándares de igualdad social en Río Cuarto dado que para nosotros se torna antagónico que en un proceso democrático como el actual se mantenga los niveles de desigualdad social existentes.
Nuestra intención es que los votos que saquemos sean fruto de lo que hemos pensado siempre, porque además existen señales de cambio. Lo que tenemos que demostrar es que nuestra propuesta es una alternativa viable. Nosotros queremos que Unidad Popular, luego de las elecciones, llegue para quedarse, por eso nuestra campaña la hacemos abriendo casas del partido en los distintos barrios de la ciudad.
Fuente: Suplemento Economía, Gobierno y Sociedad, diario Puntal de Río Cuarto