Para Claudio Lozano presidente del Bloque Unidad Popular «las dudas sobre el futuro energético de la Argentina siguen presentes luego de la presentación del Plan Estratégico de YPF hecha por el Ingeniero Galluccio.
Mas allá de la ausencia de precisiones respecto a los inversores internacionales que garantizarían parte importante de los U$ 7.000 millones anuales de inversión que se prevén para el quinquenio 2013-2017, resultan preocupantes la no inclusión de algunas definiciones y la expresa inclusión de ciertos objetivos. En este sentido, si bien compartimos el objetivo de recuperar un horizonte extractivo de los hidrocarburos convencionales a efectos de frenar la declinación de YPF, asombró que no se hiciera mención al desarrollo de una auditoría integral de la situación que atraviesan los 90 yacimientos que la empresa opera en todo el país. Nada se dijo sobre esto cuando la misma resulta indispensable para saber exactamente donde estamos parados y además establecer las responsabilidades del caso. Por otra parte, resulta extraño también que se piense en el lanzamiento de un plan exploratorio sin que se efectúe una consideración general de la situación del sector encarando una revisión global de las concesiones y el efectivo cumplimiento de los contratos oportunamente firmados por los operadores en todas las cuencas productivas del país.
Finalmente, el punto más importante de la presentación, el desarrollo a gran escala de los recursos no convencionales, comporta algunos cuestionamientos que, desde el criterio de la aceptabilidad, debemos ponerlos sobre la mesa. Resulta llamativo que la dimensión medioambiental- que es crítica en un esquema extractivo como el propuesto- sólo haya sido considerada en términos muy generales e imprecisos bajo la fórmula eufemística de cumplir con los estándares de protección del medio ambiente. Piénsese en los recursos hídricos y los químicos que deben utilizarse en este modelo de extracción que, según las palabras de Galuccio, se lo piensa en términos de escala: de hecho, no es sólo la cuenca neuquina, sino cinco áreas más en las que se pretende avanzar en los próximos años.
En última instancia, es sugestiva la escasa relevancia otorgada a la cuenca off shore y que no haya habido mención alguna al objetivo de la diversificación de la matriz energética en términos de una planificación de largo plazo. Parece ser que, desde esta perspectiva productivista, el largo plazo supone el desarrollo con capitales, mercado y economías de escala de los recursos no convencionales, transformados en la nueva “meca” de una Argentina cuyo objetivo sea no solo autoabastecerse sino exportar hidrocarburos no convencionales sin considerar los costos ambientales de tamaña decisión. El modelo de la Megaminería como futuro para la Argentina reaparece en el Plan Estratégico de YPF».
