“La democrática Gran Bretaña promueve bajo una presentación tramposa del razonable principio de la “Autodeterminación de los pueblos”, la realización de un referéndum en las islas Malvinas. Pretende demostrar así que es la voluntad de los isleños, y no su histórica conducta colonial, lo que define el estatus político de las Islas.
La estrategia de desalojar población autóctona, e importar nuevos habitantes que justifiquen la dominación colonial, tiene antecedentes y no son los mejores. Un caso es el de Diego García (una isla de coral en el Océano Indico) que quedó bajo dominio Británico y que en 1966 el Reino Unido decidió alquilársela a Estados Unidos por 50 años para que instale una base militar en plena Guerra Fría y que éste a su vez, transformó luego de las Torres Gemelas, en una prisión secreta al estilo Guantánamo. ¿Cómo resolvieron los británicos y los norteamericanos el problema que planteaba la población autóctona de las Islas cuando el objetivo era transformar un paraíso natural de aguas transparentes y mágicos corales en un pantano de tortura y terror? Simplemente echaron a los 2000 pobladores descendientes de las viejas plantaciones.
Pero hay otro ejemplo. En 1938 la presión del gobierno de Adolf Hitler para finalmente anexionar al “Reich” alemán al estado soberano de Austria y transformarlo en una provincia, se combinaba con la agitación interna (actos de terrorismo, etc.) que realizaban dentro del país alpino los partidarios nazis austríacos.
El gobierno austríaco (de derecha nacionalista, con simpatía por el fascismo, pero opuesto a los nazis y la “anexión”) llamó a un plebiscito para poner fin a la discusión, consultando al pueblo de Austria sobre si deseaba o no la anexión a Alemania.
Hitler se puso como loco y aceleró la invasión de Austria, logrando ocupar todo su territorio en pocos días. Obviamente, el plebiscito convocado por el Gobierno nacional ya derrocado por los nazis austríacos con auxilio de la Gestapo alemana, quedó sin efecto. Por su parte, el “Führer” anunció la celebración de una consulta al pueblo, para un mes después de consumada la invasión. La opción por la anexión a Alemania triunfó por el 99,73%, celebrándose la elección mediante voto cantado ante oficiales de la SS, con la mayoría de la “elite política” austríaca encarcelada.
Puede parecer exagerada la comparación histórica del Gobierno Inglés con el nazismo. No obstante, es bueno observar que en el caso austríaco hay apropiación de un territorio, encarcelamiento o expulsión de los legítimos representantes, y después un plebiscito “trucho”. En Austria todos los acontecimientos se dieron en el término de un par de meses; en el caso de Malvinas este proceso lleva ya 179 años.
Para los británicos la Autodeterminación requiere la previa expulsión de la población originaria. Es más, habría que preguntarle a los ingleses, si en su afán democratizador, no van a incorporar al plebiscito a los militares asentados en las islas. Los cuales son parte importante de la población de Malvinas.”