El viernes por la tarde, en el Aula Magna de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Plata, Víctor De Gennaro y Horacio Meguira, debatieron el Proyecto de Ley de Prevención de los Riesgos y Reparación de Daños en la Salud Laboral, que fuera presentado días atrás en la Cámara de Diputados de la Nación.
Organizado por la Juventud de la UP La Plata, la charla tuvo una nutrida concurrencia que fue sorprendiéndose ante las cifras que aportaban los panelistas: “7500 muertes anuales, casi 20 muertes diarias –señaló Víctor De Gennaro-. Es tan verdad, que duele”.
El proyecto, fue elaborado en el marco de la CTA, por un conjunto de organizaciones que se proponen terminar con el “negocio de la muerte” y, como lo señaló Horacio Meguira: “se inspira en el hombre que trabaja. Regresa a un concepto donde el Estado tutela al trabajador, recuperando el control de la relación entre capital y trabajo”.
Aportando, además, la figura de un organismo, “que controle y trate la salud de los trabajadores, que sea público, pero no dependa de los gobiernos, y que esté integrado por trabajadores, quienes son los involucrados directos”, señaló el director del Observatorio Jurídico de la CTA nacional.
“Estamos peleando cosas entre la vida y la muerte –dijo, De Gennaro-. Esta propuesta, rescata la solidaridad y la vida ante el curro de las ART”. Recordemos que el oficialismo presentó un Proyecto de ART que, lejos de venir a resolver el problema, mantiene el sentido de las aseguradoras como cajas de negocios. En relación al mismo, el diputado de la Unidad Popular consideró que “tal vez, el aporte más importante del proyecto de la presidenta fue haber instalado el tema en la sociedad”.
“El organismo que se cree para resolver los problemas de los trabajadores –apuntaló De Gennaro-, debe ser público y no estatal. Ya aprendimos con las AFJP. No debe ser caja para los gobiernos, debe estar para otra cosa”.
Asimismo se refirió a aquellos sindicatos que forman las llamadas ART mutuas. “Es inadmisible que un sindicato gane y curre con las enfermedades y la muerte de sus compañeros”.
Para cerrar, reflexionó que desde su lugar de legislador nacional, aprendió que “el Congreso es un lugar con mucho poder. Tiene el poder suficiente como para dar vida. Por eso hay que animarse a democratizar y a defender la vida, aplicando leyes que fallen a favor de los trabajadores».