«Cuando la cuestión afecta tierras y fondos públicos, hay que ser exhaustivos en el análisis del caso, y priorizar no sólo la oportunidad y conveniencia, sino también la legalidad del acto y las consecuencias presentes y futuras que generan la decisión adoptada», sostuvo Cano.
La funcionaria sostuvo que “faltan informes y estudios» y que los que constan en el proyecto son de otros expedientes (por ejemplo, de la Termoeléctrica). «Debería haberse consultado a la Dirección Nacional de Vías Navegables, a Hidráulica de la Provincia, o a Hidrovía”, afirmó.
También señaló que “el apuro del Municipio por realizar la venta se funda en la supuesta generación de 300 puestos de trabajo, lo cual ya podría haber llevado a cabo la empresa en virtud del tiempo de concesión que tiene. En este sentido, y por seguridad de los trabajadores es necesario contar con un estudio previo del suelo, a fin de evitar accidentes por desmoronamiento”.
La construcción de un astillero no implica una inversión de riesgo para el empresario, ya que en caso de finalizar la concesión se puede desarmar y trasladar.
“Se plantea una venta por $2 millones cuando -pudiendo ser concesionado, por ejemplo, por un cánon a 15 años de $ 15.000 mensuales-, al finalizar el contrato se obtendría un ingreso total -distribuido en los meses de duración del mismo- de $ 2.700.000 y el predio continuaría siendo propiedad del Municipio de Campana”, explicó Cano.
«Cuando la cuestión afecta tierras y fondos públicos, hay que ser exhaustivos en el análisis del caso, y priorizar no sólo la oportunidad y conveniencia, sino también la legalidad del acto y las consecuencias presentes y futuras que generan la decisión adoptada», afirmó.
Ante esta situación y la no aceptación por la mayoría de los bloques, con excepción del de la UCR, del pase del expediente a comisión para su estudio, el bloque de Unidad Popular votó negativamente la venta del predio municipal.
