Pablo Bevacqua, joven militante de la Unidad Popular (UP) y de CTA en Tierra del Fuego habló en referencia al trabajo que desde el partido nacional, vienen llevando adelante en función de las necesidades de la juventud, un dinámico grupo ávido de participación ciudadana en los ámbitos de la política para la construcción en beneficio de la actualidad y futuro del país.
“Ahora estamos en un proceso donde estamos queriendo empezar a crecer como juventud y como militantes de la Unidad Popular. Para lograr eso estamos haciendo talleres de Ushuaia y Tierra del Fuego en general”, explicó Bevacqua. Sobre la base de la integración, los compañeros de la juventud adquieren este rol activo con sus pares, con valores de solidaridad al entender que sólo identificándonos se puede transformar las problemáticas causadas por las desigualdades.
Desigualdades que son del orden social, de clase, y del contexto sociohistórico, los jóvenes militantes de la UP apuntan a “formar una murga y empezar a crecer en un marco social inscribiendo la presencia de la voz de la juventud. Todos saben que ésta es la que va a marcar el futuro del país, entendemos entonces que es vital comenzar a organizarse y es lo que estamos haciendo con los compañeros Lucas Guevarra y con Sebastían Freiberg, que es quien nos dio el impulso total para formar una Unidad Popular donde podamos expresarnos sin temor alguno”, señaló Pablo.
Mientras tanto, en el salón contiguo durante la jornada previa al paro nacional de CTA, un grupo de militantes de la UP afinaban redoblantes, zurdos y bombos, de los que arrancaban melodías y cánticos.
Con la energía en movimiento que caracteriza a los jóvenes con ideales, Pablo continuó charlando y opinó sobre la medida que busca ser Ley acerca del voto a los 16 años: “son muy buenos los espacios ganados para participar activamente como sujetos con opinión formada sobre la conducción del país. Estamos a favor porque creemos que desde nuestro partido como jóvenes queremos un cambio y trabajamos a diario para fomentar el debate, aprender a escucharnos y respetarnos mutuamente. Ese espacio lo tenemos en la UP, entendemos que es importante el punto de todos, porque es con este pensamiento que se construye para transformar”.
Nuestros militantes son jóvenes activistas en fábricas, en lugares de trabajo, en barrios, en escuelas y en universidades.
Estos jóvenes, parados desde un lugar crítico constructivo, piensan además que es fundamental caracterizar que esta posibilidad de ejercer los derechos políticos de la juventud se ganó en la calle, marchando y protestando, construyéndose como sujetos críticos en las esferas de la vida política y social. Nadie les regaló nada. Como sabemos, esta regla se aplica a rajatabla para toda la clase obrera: el gobierno y la patronal no nos da concesiones, sino que es a través de la lucha estratégica que conseguimos arrancar una parte de derechos que nos merecemos.
En este sentido, Pablo remarcó la profunda contradicción del gobierno nacional y sus esferas locales sobre lo “postergados» que están los jóvenes en la agenda de los políticos: «vemos que hay mucha drogas y violencia en las calles de Ushuaia particularmente, que es el lugar donde vivo; esto demuestra que nos están marginando. Mi objetivo es demostrar que se puede vivir una vida diferente y por eso estamos trabajando con mis compañeros de la Unidad Popular”, finalizó el compañero Bevacqua.
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