Lozano: “este es un proyecto hecho a medida de quienes controlan el negocio financiero de las ART se sustenta en el enfoque neoliberal de reducir los costos laborales de las grandes firmas. Solo dos empresas concentran el 40% del mercado.”
El diputado Claudio Lozano, presidente del bloque Unidad Popular, sostuvo en el recinto de la Cámara de Diputados, que “acompaño el dictamen que defendiera mi compañero Víctor De Gennaro, dictamen promovido por la Central de Trabajadores de la Argentina y que plantea que es imprescindible un cambio de fondo y de régimen y no la propuesta oficial que maquilla y blanquea la lógica de los ’90 que rechazamos.”“El Gobierno nos dice que elevando los montos indemnizatorios, incorporando mecanismos de actualización, exigiendo la renuncia al juicio, cambiando al fuero civil y bajando los honorarios de los abogados se resuelve el problema. En realidad lo que están haciendo es acorralando al trabajador que sufre el accidente con más pesos, planteándole que renuncie a sus reclamos y que cambie de fueros, y pretenden con esto restituir un equilibrio precario que no va a funcionar porque está claro que en la Argentina de hoy, las políticas de los ’90 políticamente no funcionan.”
En el debate del Proyecto de Ley sobre el Régimen del ordenamiento de la reparación de los daños derivados de los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, Lozano encuadró su postura en tres cuestiones fundamentales. Para el diputado de UP, la propuesta del oficialismo “no resuelve el manejo privado con fines de lucro de fondos públicos de la seguridad social; no resuelve el hecho de que se mantiene la connivencia entre las aseguradoras de riesgos de trabajo y las empresas, son socias en la estrategia de reducción de los costos laborales y no incorpora a los trabajadores en la prevención, dando una muestra más de este peculiar caso de experiencia que se dice peronista pero que no convoca a participar a los trabajadores en los ámbitos donde debe hacerlo.”
“Estamos hablando de un sistema que cubre solo al 51,4% de los trabajadores, 8.498.000 trabajadores sobre 16 millones y medio de población activa, esta cobertura está estancada desde el año 2008, revelando que esto no lo resuelve el negocio privado sino la política pública. Los días de baja e incapacidad se han incrementado un 14% en el año 2010 respecto al año 1997, la duración media de las bajas, está también por encima de lo que ocurría incluso en la convertibilidad, la duración media de las bajas en el año 1997 era de 13 días, hoy es de más 31 días. Las jornadas no trabajadas que entre el ’97 y el 2012 estaban en promedio en 1.435 días, entre 2007 y 2010 están en 2.200 días. Los casos registrados están cerca de 600.000, y si uno incorpora los no registrados nos acercamos a los 900.000 casos de accidentes laborales. Entre el año 2003 y el 2010 los trabajadores cubiertos crecieron en un 80%, pero los días de baja e incapacidad laboral crecieron en un 104%. Los trabajadores fallecidos entre el 2003 y el 2010 crecieron un 28% y tenemos entre tenemos entre 6 y 7 muertos por día.”
«Esta realidad de agravamiento del cuadro de accidentes laborales coexiste con el manejo de un mercado que se ubicó en el orden de los 13.000 millones de pesos para el año pasado y que está cercano a los 20.000 millones en el presente año, esta notable expansión de accidentes, de días, de bajas y de muertes tiene que ver con un incremento del 1.300 % en la facturación de este mercado desde 2003 en adelante, crecimiento que duplicó el incremento de la recaudación en el mismo período, donde solo 6 empresas controlan el 64% del total de la facturación de ese mercado, y tres de ellas integran el pool de la elite empresaria del país.”
“Están votando el retorno a los ´90 con un sistema que es un pingüe negocio para pocas empresas que por esta vía integran la elite de conducción empresaria del país, mientras se cubre sólo a la mitad de los trabajadores.”
“Están defendiendo el negocio financiero y están haciendo primar el enfoque de la reducción de los costos laborales sobre la vida y la salud de los trabajadores.”
Por último, Lozano enfatizó que “es bueno decir como se llama esta ley, esta ley se llama empresa Prevención, Nº 1 del mercado, empresa Consolidar, Nº 2, empresa Asociar, Nº 3, empresa La Caja, Nº 4, empresa MAPFRE, Nº 5, empresa La Segunda, Nº 6, son ellas lo que estamos votando, y es Galeno, un actor principal de la medicina privada, el que está comprando MAPFRE y ya es dueño de Consolidar. Solo dos empresas argentinas Prevención y Galeno se quedan con el 40% del mercado. Lo que estamos discutiendo es mantener el negocio privado de la salud y fortalecer la estrategia de reducción de costos laborales como criterio para generar empleo. Es algo que está absolutamente asociado a la estrategia de los ’90, es la lógica que propone alguien que es un esbirro del Grupo Techint como Ignacio De Mendiguren y alguien que representa el interés del capital concentrado. Eso es lo que nos están pretendiendo hacer votar y que no tiene nada que ver con un discurso vacío de contenido nacional y popular.”
De Gennaro (UP): “Aprendamos de Germán Abdala quien eligió que entre la disciplina partidaria y la de clase, no dudó y eligió la disciplina de clase; y fue bandera para enfrentar la política de los 90´. Por eso, afirmo que los diputados de hoy no están votando la ley del futuro, están votando igual que lo hacían los diputados en los años 90: negocio y muerte; y nosotros votamos en contra porque queremos solidaridad y vida».
El diputado nacional Víctor de Gennaro, del bloque Unidad Popular, calificó el proyecto del Poder Ejecutivo de ART como un “proyecto perverso en el que se lleva al trabajador o a su familia (en caso de muerte) a la obligación de elegir entre la indemnización o el juicio”. “En el peor momento del trabajador accidentado o de la familia que está sufriendo la muerte de un ser querido se le insiste que decida si va a juicio o cobra la indemnización”, agregó.
De Gennaro, vicepresidente de la Comisión de Legislación del Trabajo, dijo: “debería darles vergüenza porque este proyecto es un parche que no soluciona la inconstitucionalidad; y lo lamentable es que hasta tanto se resuelva el tema de fondo, habrá compañeros y compañeras muriendo, mientras siguen las ganancias de los grupos económicos en el sector financiero”. De allí que llamara a “abrir el debate y lograr una reparación integral para el trabajador, una reparación que permita el derecho a reclamar”, a la vez que consideró “lamentable discutir los derechos del trabajador en el marco de un congreso vallado, me es imposible creerlo. Lo vallan por temor al debate, pero al debate no hay que temerle.”
“Al negocio y la muerte le contraponemos el proyecto de solidaridad y vida”, señaló De Gennaro al empezar a hablar de la propuesta promovida por la CTA convertida en dictamen del FAP. “Nosotros proponemos la creación de un Banco de Seguros de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Laborales, que debe ser de carácter público no estatal porque no se puede confiar en ningún funcionario y debe haber participación y control de los trabajadores. También la Oficina Nacional de Salud y Seguridad Laboral que analiza y estudia las condiciones de seguridad y salud en el trabajo, así como la promoción y apoyo al mejoramiento, la vigilancia y el control. Instauramos los Delegados de Prevención que serán elegidos por los propios compañeros por votación directa y secreta. Cumplirán funciones específicas en materia de prevención de riesgos en el trabajo y control de las condiciones de salud y seguridad”.
“En la marcha del 13 de septiembre, en la que presentamos el proyecto que hoy venimos a defender y a proponer, terminé diciendo que me daba mucha alegría que muchos levantaran el nombre de nuestro compañero –para mí un amigo, un hermano‑ Germán Abdala. ¿Quién puede dudar de la conducta, la idoneidad y la fortaleza que tuvo Germán para plantarse en la década del 90 y pelear contra las privatizaciones? Aspiro a que aprendamos de su ejemplo. Quienes pretenden referenciarse con él, deben saber que cuando llegó el momento más difícil de su vida en los años 90 y tuvo que elegir entre la disciplina partidaria y la disciplina de clase, no dudó ni un momento, y eligió la disciplina de clase, y fue bandera para enfrentar la política de los 90”.
“Por eso, debemos tomar ese ejemplo con profundidad. Afirmo, como pensaba él que era consecuente, que los diputados de hoy no están votando la ley del futuro, están votando igual que lo hacían los diputados en los años 90: negocio y muerte, y nosotros votamos en contra porque queremos solidaridad y vida”, finalizó De Gennaro su encendido discurso en el recinto.
Se adjunta la versión taquigráfica de la intervencion de De Gennaro en el recinto. (ver)