Tras el escándalo que se desató en Diputados durante la votación de la ley, la Juventud del Frente Amplio Progresista opina: «Estamos y estaremos siempre a favor de toda propuesta que implique la ampliación de derechos políticos».
Por Juventud FAP
El miércoles 31 de octubre, mientras se trataba en diputados a punto de convertirse en ley, el diputado nacional y secretario general de «La Campora», Andrés Larroque, esgrimió un cúmulo de argumentos y acusaciones bastante falaces, acusando de que todo el arco opositor estaba en contra de la ley como así también invitando a que se vaya a los barrios para «conocer la realidad». La ley se aprobó en medio de un escándalo, de gritos que no llevaban a ningún lado demostrando lo peor de la política.
Como Juventud del Frente Amplio Progresista consideramos que el debate sobre los temas que competen a los jóvenes no debe concluir, sino que muy por el contrario es necesario que se profundice abordando las problemáticas que nos afectan y proponiendo soluciones.
Estamos y estaremos siempre a favor de toda propuesta que implique la ampliación de derechos políticos. Consideramos que es fundamental que los jóvenes tengamos espacios en los cuáles podamos debatir, opinar y ser escuchados, pero también que la ampliación de derechos políticos debe ir acompañada de otros derechos, tales como el acceso a la salud, a la educación, a un trabajo digno, que hoy no vemos garantizados.
Lamentablemente, en la actualidad la mayoría de los desocupados en nuestro país somos pibes y pibas de menos de 24 años. Lamentablemente, somos nosotros y nosotras las principales víctimas de las redes de narcotráfico. Lamentablemente, padecemos también el gatillo fácil, somos víctimas de la violencia de género y los abortos clandestinos, dado que hoy en día no tenemos una legislación que nos defienda. Lamentablemente, la Presidenta no habla de estos temas. Así como no se habla de legalizar el aborto, no se discute a la par una proyecto de Ley de Primer Empleo Joven o de Primera Vivienda. Eso sí: tenemos una nueva ley de ART que beneficia a los empresarios y perjudica a los trabajadores votada por el kirchnerismo y acompañada por el PRO. ¿ Así se profundiza el modelo? De hacer ley la asignación universal por hijo ni hablar, ¿no?
No es casual que el gobernador Daniel Scioli esté de acuerdo con la propuesta kirchnerista y hasta haya presentado su propio proyecto de ley en la Legislatura Bonaerense para extender el voto a los pibes y pibas de 16 y 17 años. ¿El mismo gobernador que presentó un proyecto de ley para bajar la edad de imputabilidad ahora se pronuncia a favor de la ampliación de derechos políticos de los jóvenes? Frente a esto, nos preguntamos: ¿cuál es la política del gobierno hoy en día hacia la juventud?
Los funcionarios K se encargan de remarcar que no buscan dar debates oportunistas ni demagógicos. Sin embargo, si de derechos de la juventud se trata, quizás habría que empezar por empezar a hablar de ciertas cosas.
No es un hecho ajeno el recorte de becas universitarias establecido en el presupuesto 2013. Tampoco lo es la violencia policial que se ejerce en nuestros barrios y de la que los jóvenes somos sus principales víctimas.
Podrían preguntarse dónde está Luciano Arruga, un pibe de La Matanza, desaparecido hace ya casi cuatro años. Desaparecido en democracia y vulnerado en sus derechos, como tantos otros pibes de nuestra patria rehénes de un sistema político corrupto que habla de la participación juvenil pero que en los hechos concretos nos excluye sistemáticamente.
También el gobierno K nos dice que tenemos que ser transgresores, que no tengamos miedo a contravenir las normas impuestas. Y sin embargo, nos castiga cuando somos críticos, cuando luchamos por nuestras ideas, cuando defendemos un proyecto distinto al suyo. Como paso con Mariano Ferreyra, un militante asesinado por la burocracia sindical con la que este mismo gobierno se encargó de fortalecer vínculos. O como Cristian Ferreyra, militante del MOCASE, baleado por defender su tierra resistiendo a un desalojo.
Nos hablan de transgredir la norma los mismos que sancionaron la Ley Antiterrorista, decididos a criminalizar la protesta social.
Estaría bueno que desde el oficialismo también se hablara de estos temas. Para ser coherentes, digamos.
Los jóvenes no nos conformamos, la lógica del “Nunca Menos” no es nuestro idioma. Participación política no es sinónimo de voto sino de voz, por eso queremos que nos escuchen. Esperamos que esta ley sea el primer paso para terminar con la hipocresía y que se debatan a fondo las problemáticas de los jóvenes, buscando dar soluciones concretas. Castigando a los que nos reprimen y no a nosotros por luchar. Garantizando todos nuestros derechos, no sólo algunos por conveniencia.