El compañero Víctor De Gennaro fue el encargado de encender la alegría militante con sus reflexivas y emotivas palabras que tuvieron como eje “el trabajo y la producción”, pero que fueron virando a un análisis de la situación del país.
“Este noviembre empezó con algo muy especial -comenzó el diputado de UP-. Nadie duda de que el modelo actual tiene como padre al genocidio tremendo que vivimos en la Argentina. Pero para enfrentar ese modelo, que todavía se enseñorea en nuestra patria, hay que tener esperanza de que se puede ganar o por lo menos de que no nos han vencido».
«Y este noviembre empezó con algo muy particular y especial. Debo decirles que ya lo intuía porque tuve la suerte y el privilegio de marchar con más de 25 mil personas de Calilehua a San Martín para enfrentar y recordar a los desaparecidos del Ingenio Ledesma en la Noche del Apagón en julio último, en donde más del 75% eran pibes que no habían vivido el genocidio. Y este noviembre empezó con poner procesado a Blaquier, responsable de ese genocidio como tantos que hoy gozan del modelo productivo”.
“Por esto, no nos sorprendió para nada cuando empezamos a recorrer el país con el FAP y las compañeras/os, en cada reunión nos planteaban que allí se estaba saqueando la soberanía y los recursos naturales, dejándonos sin futuro”.
“La solución para la Argentina no es mágica. Hay que ser capaz de repensar la región. Hay que ser capaz de que el territorio de nuestra nación no esté ocupado por las trasnacionales, sino que este ocupado por nuestra gente”, apuntó De Gennaro.
“La mitad de los santiagueños vive afuera de Santiago del Estero, ocupando las afueras de las grandes ciudades del país. Hay que repoblar de nuevo, tratando de recuperar el trabajo argentino”.
Por otra parte, se refirió a la importancia de ser sencillo y frontal en lo que se piensa y se dice: “Uno de los fundamentos más importantes de la perspectiva de la construcción del FAP es que los compañeros viven como hablan y hablan como viven”.
“Camino al 24N saltó la perdiz. Hubo dos hechos muy importantes: 8N y 20N. A mí me decían que no podíamos hablar de los dos hechos, como si no fuesen parte de un mismo pueblo. Por supuesto que hay distinta gente, pero nosotros necesitamos construir con esa gente distinta para que haya un solo pueblo”, advirtió.
Con respecto al FAP, De Gennaro afirmó que: “Estamos dejando de ser sólo una alianza electoral para convertirnos en una nueva experiencia política. Para cambiar nuestro país no alcanza con acuerdos electorales, hay que animarse a cambiar la historia, a cambiar la vida, a cambiar la cultura. Y esto es lo que empezamos a sentir. Y esto es patrimonio de cada uno de los militantes”.
Por último, cerró su discurso con una reflexión que abriga la esperanza de que un tiempo de cambio sobrevuela la Argentina: “Hace tiempo que supe que las revoluciones no las construyen las injusticias, porque si fuera así habría revoluciones todos los días. Las revoluciones y transformaciones la convoca la esperanza”.
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