Sus problemáticas van desde falta de iluminación y agua, hasta inundaciones. Miembros del FAP gestionarán una entrevista con el secretario de Planeamiento y Desarrollo Estratégico para buscar una solución.
En el encuentro, los habitantes del barrio comentaron los problemas estructurales que afectan la vida cotidiana de sus familias: la falta de luminarias en las calles, que provoca situaciones de inseguridad y que ambulancias, taxis y remises no concurran en horas nocturnas; escasez de desagües, que genera inundaciones de agua servida; falta de agua debido a la precariedad de las cañerías de construcción casera; y la ausencia del camión de recolección de residuos, con los consiguientes focos de contaminación y enfermedades.
Muchísimos de estos problemas vienen de muchos años atrás. Los vecinos han mantenido reuniones con el Ejecutivo Municipal pero nunca se cristalizaron las propuestas efectuadas.
“Piden vivir dignamente, quieren pagar sus impuestos, como corresponde. Son vecinos que piensan en el futuro de sus hijos y en el crecimiento de su barrio”, explicó Cano. Y agregó: “como Estado, debemos aportar las herramientas que les permitan mejorar su calidad de vida, ver la posibilidad de formar una cooperativa de trabajo, de abrir las calles, construir una plaza para los niños y el acceso a la red eléctrica”.
Luego de la reunión, los integrantes del FAP señalaron que esta semana gestionarán una entrevista con la empresa Edén S.A. y con el secretario de Planeamiento y Desarrollo Estratégico para informarse sobre cuáles son los motivos que han impedido la realización de las diversas obras, para encontrar una solución.
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