Para el diputado de Buenos Aires para Todos en UP, el panorama energético nacional «es alarmante» y desde las privatizaciones «ha habido una apropiación extraordinaria de ganancias por parte de las petroleras».
(La Nación) Consultado por La Nación sobre su opinión en relación al documento en el que ocho ex secretarios de Energía advierten que la situación energética del país es grave, el presidente del Bloque Unidad Popular sostuvo: «Comparto que el panorama energético es alarmante. Los riesgos que se plantean son ciertos. Sobre todo, las referencias al proceso de devastación de los recursos y la falta de explotación».
No obstante, planteó sus disidencias. «Lo que no comparto son algunos argumentos que se exponen para explicar la situación. Por ejemplo, no es cierto que no están dadas las condiciones para que el sector privado invierta. Al contrario, con la privatización primero y con la profundización del modelo que después hizo [Néstor] Kirchner ha habido una apropiación extraordinaria de ganancias por parte de las petroleras», precisó.
Para el diputado, el problema «más grave» es la falta de «vocación», un déficit que no sólo atribuyó al Gobierno, sino también a la oposición. «No existe decisión política de replantear el modelo petrolero, que instaló [Carlos] Menem y que luego afianzó Kirchner, de libre disponibilidad del crudo en manos privadas sin ningún tipo de control del Estado», aseguró. Fue aún más duro. Afirmó que algunos de los ex funcionarios que firman el informe «deberían hacer una autocrítica» por haber formado parte de las gestiones en las que, según él, «se profundizó una matriz energética perversa».