En vísperas del 8 de marzo, la secretaria de la Mujer de Unidad Popular reflexiona sobre los derechos adquiridos, el cumplimiento de la ley y la lucha que queda por dar en la cultura patriarcal.
Por Nina Brugo*
«Este año tanto compañeras y compañeros, estaremos conmemorando el Día de la Mujer, conjuntamente a las actividades organizadas en cada lugar donde desarrollamos nuestra militancia social y política. Aunque también en particular cada quien recordará, conforme a su particularidad, que es este un día muy especial por estar realizándose los funerales de un revolucionario latinoamericano, como fue el presidente venezolano Hugo Chávez.
El 8 de Marzo de 1908, 129 obreras textiles en New York murieron quemadas, en un incendio provocado, defendiendo sus derechos. En 1910 en la II Conferencia Internacional de Mujeres, la socialista Clara Zetkin propuso que se conmemora todos los 8 de Marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Años más tarde, las Naciones Unidas lo reconocieron como Día Internacional de la Mujer.
Es en homenaje a aquellas mujeres trabajadoras que en este día en todo el mundo no sólo exigimos nuevos derechos -porque no son flores lo que necesitamos- a los ya agregados en el último siglo (ya en la mayoría del mundo protagonizamos una revolución pacífica al lograr derechos civiles, políticos y sexuales) sino que además debemos estar permanentemente atentas al cumplimiento de las conquistas.
En nuestro país, al igual que la mayoría de los países latinoamericanos, nos preguntamos:
1) ¿Por qué en la precarización de las relaciones laborales somos mayoría las mujeres? Convirtiendo así, por ejemplo, en letra muerta la licencia por maternidad y lactancia. Afectando de ese modo a la sociedad en su conjunto, porque las/os hijas/os que parimos la componen. Además de violar normas de alcance constitucional y convenios internacionales contra la discriminación.
2) ¿Por qué debemos estar permanentemente exigiendo que se cumplan las leyes? Porque el derecho de elegir la maternidad implica también el derecho a escoger no ser madre. Pero para que sea así, debemos permanentemente exigir que se reconozcan los derechos reproductivos y sexuales, para que nos sea brindada una anticoncepción gratuita y eficaz; educación sexual con perspectiva de género; el derecho de un parto humanizado; de ligaduras de trompas; el aborto no punible. Además de la obtención de la ley despenalización y legalización del aborto, porque al carecer de ese derecho tenemos que seguir adelante con un embarazo no deseado o arriesgar la vida y la salud.
3) ¿Por qué se realizan vínculos violentos? No hablamos sólo de la existencia de innumerables mujeres golpeadas -se contabiliza actualmente en nuestra sociedad el asesinato de una mujer cada 37 horas- sino también del feminicidio. Porque no bastan las leyes que se han dictado si no tenemos trabajo digno, vivienda segura, protección eficaz ante la violencia, los abusos sexuales y exigencia de funcionarias/os con formación con perspectiva de género. Agregándole justas penalidades a todos los delitos cometidos por razones de género.
La globalización del mundo, el sistema capitalista actual de nuestro país, refuerzan un sistema sexista, excluyente para la gran mayoría al mantener la cultura patriarcal, incrementar la feminización de la pobreza y exacerbar todas las formas de violencia contra las mujeres.
La igualdad entre hombres y mujeres debe ser una dimensión central de nuestra construcción política. Sin esta igualdad, una sociedad mejor en definitiva, jamás será posible«.
*Secretaria de la Mujer Unidad Popular (UP)