En esta entrevista que dio en Salta, el diputado de Unidad Popular habló sobre el futuro del FAP, el límite de las alianzas y la estrategia para consolidarnos como alternativa de gobierno.
(Diario El Tribuno) Víctor De Gennaro es uno de los fundadores de la CTA. Hoy es diputado nacional por el Frente Amplio Progresista en el cual participa desde la Unidad Popular, partido por el que están dando la pelea de conseguir la personería jurídica. En diálogo con El Tribuno, el dirigente sindical analiza las posibilidades del FAP teniendo en cuenta el año electoral y afirma que buscarán consolidarse para ser gobierno en 2015.
¿Desde su punto de vista el FAP sigue siendo la principal fuerza opositora del país?
El FAP no solo es un frente opositor. Ser frente opositor significa degradar los matices y las propuestas. Para poner un ejemplo, opositor a Cristina Kirchner es Macri pero los dos tienen el mismo agente para manejar el subte que es Roggio. Los negocios no se tocan. Como levantó la mano el macrismo conjuntamente con el Frente para la Victoria para aprobar la ley de las ART que deja a la mayoría de los trabajadores en Argentina sin cobertura. La precarización laboral, el trabajo en negro, la situación que padecen miles de jóvenes en el país, en eso son socios.
Para las fuerzas opositoras el objetivo de este año es que el kirchnerismo no mantenga la mayoría parlamentaria, ¿cuál es el límite del FAP en términos de alianzas electorales?
Las cinco fuerzas fundantes del FAP fijamos nuestros límites. Los valores, estrategia política, programa y también conductas acorde a esto. No se puede decir que hay que unirse y los candidatos que van a venir son los mismos que fueron de un lado para el otro y ahora van a ser nuestros. No es así. Nosotros tenemos conducta, historia y todos nos conocemos. Ni corruptos ni genocidas deben definir la gran decisión nuestra. En ese marco debemos reconocer que hay proyectos diferentes. Si uno mira las elecciones pasadas de todo el país ganaron todos los oficialismos. Ganó Cristina, Scioli, Macri, la continuación de Binner (Bonfatti), De la Sota, Urtubey. Entonces hay una continuidad. La mayoría de la gente votó porque creen que están haciendo las cosas bien y otros que votaron porque más vale malo conocido que bueno por conocer. ¿Y quién perdió? Perdió lo que es el duhaldismo, la ortodoxia peronista. Perdieron lo que hacían cualquier cosa para llegar. Perdió Alfonsín y De Narváez. Parece ser que esto de las sumas no es tan así. Y emergió una esperanza que es el FAP. Porque la gente entiende que para cambiar hay que cambiar en serio. No se puede cambiar con disfraces. Y eso es lo que definimos en el acto de Santa Fe del FAP. Ahí no estuvo ningún otro partido. Ningún otro partido quiere ser parte del FAP. Lo que buscan es querer discutir candidatos. Y nosotros no estamos en eso. Estamos en la construcción de un proyecto político.
¿Qué perspectiva tienen con el radicalismo en la discusión de los candidatos?
Bueno, la UCR hizo su convención en todos los lugares y no pidió estar dentro del FAP. La discusión es de otra característica. Y nosotros no vamos a ser tan ingenuos de que esta experiencia colectiva que tiene futuro se hipoteque por meternos con otros sectores que tienen diferentes posturas. Nosotros no nos metemos en la interna radical. Así que allá ellos. Entendemos que el FAP se tiene que consolidar en el 2013 para gobernar en el 2015. No es una cuestión electoral. Es construir una forma de gobierno. Es un verso lo del frente opositor. Lo vemos con Macri y Cristina.
¿El Gobierno nacional es el que coloca como principal opositor al macrismo?
Con ese verso vienen haciendo negocio. Entonces queda Cristina, su descendencia Daniel Scioli o Macri. El poder nos vende todos los días esta hegemonía. Ahora hay una tercera fuerza que es Binner y el FAP. Vamos a avanzar a un proceso colectivo. Yo creo que en el 2015 existe una posibilidad y vamos a trabajar para aprovecharla. Porque el hambre, la pobreza y la desocupación están marcando el tiempo de una necesidad distinta. Hasta los alcahuetes del Gobierno tuvieron que hacer paro con los docentes.
En el ámbito sindical, ¿qué lo vuelve a unir a Moyano?
Nosotros nacimos para dar a conocer otro modelo sindical. La década de los noventa demostró que ya no solamente era burocracia. Son sindicalistas empresarios. No solo se visten como empresarios, piensan como empresarios sino que son empresarios. Eso evidentemente es perder la identidad. No solamente es perder la democracia. Somos dos modelos sindicales distintos. Una cosa es la unidad táctica y la unidad de acción. Otra cosa es la unidad orgánica. El parlamento argentino firmó una defensa de las Malvinas. Todos los partidos la firmaron. Hay una unidad de acción frente al imperio. La unidad de acción es una cosa diferente a la que todos seamos del mismo partido. Tenemos intereses en común muy importantes. Hoy la perdida del salario es claro que los trabajadores argentinos necesitan enfrentar. El promedio salarial en el país está en $3500. Se calcula que la canasta está en $7500 para no caer en la pobreza. Hoy en día, seis de cada diez hogares no llegan a fin de mes. Tres de cada diez hogares están bajo la línea de la pobreza. Entonces me parece que el problema salarial tiene que unir a todos para enfrentarlo. El Gobierno va a decidir un salario mínimo. Hay provincias donde los maestros ganan menos que los salarios mínimos. El salario familiar también es menor, en muchos lugares al que se debería pagar, o la inmoralidad de los jubilados. Todas estas, son cosas que nos unifican. En este sentido el paro del 20 de noviembre último fue contundente. Los trabajadores de todo el país tomaron e hicieron suyo el paro y ese fue el cachetazo más fuerte a todos los Gobiernos porque demostraron que no solo era el 8N la protesta de los sectores medios, o gorilas. No. Hay muchos sectores que participaron del 8N contra el autoritarismo y demás. El 20N demostró que todo el pueblo está en contra de este modelo.
¿Cómo vienen las negociaciones salariales se viene otro paro nacional?
Si. Yo creo que la cerrazón del Gobierno y los empresarios está mostrando que no va a haber solución y van a haber mejores condiciones de lucha. El Gobierno devalúa aumentando los distintos dólares. Es una forma de devaluar. Y ahí vamos perdiendo poder adquisitivo.
¿Cómo interpreta la asunción de Bergoglio como Papa?
Es un dato de esperanza. Estando en el Congreso al momento de su elección me extrañó de quienes no quisieron detenerse a pensar un poco. Algunos opositores gritaban como si hubiesen ganado y el oficialismo gritando genocida como si hubiesen perdido. Como si el Papa fuera electo por la interna argentina. Me parece de un egocentrismo y una inmadurez total.El Papa se eligió en un momento de crisis mundial en donde reconstituir los valores mundiales es clave. El que un Papa diga que la Iglesia tiene que ser pobre y comprometerse con los pobres me parece de una gran apertura y un mensaje de aliento a todos los que peleamos contra esta realidad.
Fuente: Juan Manuel Chalabe, diario El Tribuno de Salta
Para las fuerzas opositoras el objetivo de este año es que el kirchnerismo no mantenga la mayoría parlamentaria, ¿cuál es el límite del FAP en términos de alianzas electorales?
Las cinco fuerzas fundantes del FAP fijamos nuestros límites. Los valores, estrategia política, programa y también conductas acorde a esto. No se puede decir que hay que unirse y los candidatos que van a venir son los mismos que fueron de un lado para el otro y ahora van a ser nuestros. No es así. Nosotros tenemos conducta, historia y todos nos conocemos. Ni corruptos ni genocidas deben definir la gran decisión nuestra. En ese marco debemos reconocer que hay proyectos diferentes. Si uno mira las elecciones pasadas de todo el país ganaron todos los oficialismos. Ganó Cristina, Scioli, Macri, la continuación de Binner (Bonfatti), De la Sota, Urtubey. Entonces hay una continuidad. La mayoría de la gente votó porque creen que están haciendo las cosas bien y otros que votaron porque más vale malo conocido que bueno por conocer. ¿Y quién perdió? Perdió lo que es el duhaldismo, la ortodoxia peronista. Perdieron lo que hacían cualquier cosa para llegar. Perdió Alfonsín y De Narváez. Parece ser que esto de las sumas no es tan así. Y emergió una esperanza que es el FAP. Porque la gente entiende que para cambiar hay que cambiar en serio. No se puede cambiar con disfraces. Y eso es lo que definimos en el acto de Santa Fe del FAP. Ahí no estuvo ningún otro partido. Ningún otro partido quiere ser parte del FAP. Lo que buscan es querer discutir candidatos. Y nosotros no estamos en eso. Estamos en la construcción de un proyecto político.
¿Qué perspectiva tienen con el radicalismo en la discusión de los candidatos?
Bueno, la UCR hizo su convención en todos los lugares y no pidió estar dentro del FAP. La discusión es de otra característica. Y nosotros no vamos a ser tan ingenuos de que esta experiencia colectiva que tiene futuro se hipoteque por meternos con otros sectores que tienen diferentes posturas. Nosotros no nos metemos en la interna radical. Así que allá ellos. Entendemos que el FAP se tiene que consolidar en el 2013 para gobernar en el 2015. No es una cuestión electoral. Es construir una forma de gobierno. Es un verso lo del frente opositor. Lo vemos con Macri y Cristina.
¿El Gobierno nacional es el que coloca como principal opositor al macrismo?
Con ese verso vienen haciendo negocio. Entonces queda Cristina, su descendencia Daniel Scioli o Macri. El poder nos vende todos los días esta hegemonía. Ahora hay una tercera fuerza que es Binner y el FAP. Vamos a avanzar a un proceso colectivo. Yo creo que en el 2015 existe una posibilidad y vamos a trabajar para aprovecharla. Porque el hambre, la pobreza y la desocupación están marcando el tiempo de una necesidad distinta. Hasta los alcahuetes del Gobierno tuvieron que hacer paro con los docentes.
En el ámbito sindical, ¿qué lo vuelve a unir a Moyano?
Nosotros nacimos para dar a conocer otro modelo sindical. La década de los noventa demostró que ya no solamente era burocracia. Son sindicalistas empresarios. No solo se visten como empresarios, piensan como empresarios sino que son empresarios. Eso evidentemente es perder la identidad. No solamente es perder la democracia. Somos dos modelos sindicales distintos. Una cosa es la unidad táctica y la unidad de acción. Otra cosa es la unidad orgánica. El parlamento argentino firmó una defensa de las Malvinas. Todos los partidos la firmaron. Hay una unidad de acción frente al imperio. La unidad de acción es una cosa diferente a la que todos seamos del mismo partido. Tenemos intereses en común muy importantes. Hoy la perdida del salario es claro que los trabajadores argentinos necesitan enfrentar. El promedio salarial en el país está en $3500. Se calcula que la canasta está en $7500 para no caer en la pobreza. Hoy en día, seis de cada diez hogares no llegan a fin de mes. Tres de cada diez hogares están bajo la línea de la pobreza. Entonces me parece que el problema salarial tiene que unir a todos para enfrentarlo. El Gobierno va a decidir un salario mínimo. Hay provincias donde los maestros ganan menos que los salarios mínimos. El salario familiar también es menor, en muchos lugares al que se debería pagar, o la inmoralidad de los jubilados. Todas estas, son cosas que nos unifican. En este sentido el paro del 20 de noviembre último fue contundente. Los trabajadores de todo el país tomaron e hicieron suyo el paro y ese fue el cachetazo más fuerte a todos los Gobiernos porque demostraron que no solo era el 8N la protesta de los sectores medios, o gorilas. No. Hay muchos sectores que participaron del 8N contra el autoritarismo y demás. El 20N demostró que todo el pueblo está en contra de este modelo.
¿Cómo vienen las negociaciones salariales se viene otro paro nacional?
Si. Yo creo que la cerrazón del Gobierno y los empresarios está mostrando que no va a haber solución y van a haber mejores condiciones de lucha. El Gobierno devalúa aumentando los distintos dólares. Es una forma de devaluar. Y ahí vamos perdiendo poder adquisitivo.
¿Cómo interpreta la asunción de Bergoglio como Papa?
Es un dato de esperanza. Estando en el Congreso al momento de su elección me extrañó de quienes no quisieron detenerse a pensar un poco. Algunos opositores gritaban como si hubiesen ganado y el oficialismo gritando genocida como si hubiesen perdido. Como si el Papa fuera electo por la interna argentina. Me parece de un egocentrismo y una inmadurez total.El Papa se eligió en un momento de crisis mundial en donde reconstituir los valores mundiales es clave. El que un Papa diga que la Iglesia tiene que ser pobre y comprometerse con los pobres me parece de una gran apertura y un mensaje de aliento a todos los que peleamos contra esta realidad.
Fuente: Juan Manuel Chalabe, diario El Tribuno de Salta
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