El diputado de Unidad Popular, Víctor De Gennaro, analizó la fractura del FAP y las perspectivas de su nuevo frente.
(Tiempo Argentino) Víctor De Gennaro vuelve a entrar en una de las oficinas del departamento en el que funciona la sede del partido Unidad Popular, parte del frente PODEMOS. Había salido por unos minutos y ahora trae bajo el brazo un termo rojo con agua caliente y en la mano el mate que él mismo cebará y hará circular. El actual diputado nacional, cuya génesis política se forjó en el sindicalismo de la resistencia, a la dictadura primero y al neoliberalismo después, es uno de los protagonistas de una de las novedades que arrojó el cierre de listas para la elección de Primarias del 11 de agosto: la fractura del Frente Amplio Progresista (FAP), la fuerza que en 2011 quedó a casi 40 puntos de Cristina Fernández pero que fue la segunda más votada.
«Candidatos y «lucha popular»