Por Clarisa Gambera – Equipo de Niñez de CTA Capital y del despacho de Laura garcía Tuñón
Tenía cinco años y murió porque se incendió su casa de cartón y madera en la villa Rodrigo Bueno.
Una compañera pegó en mi muro la foto de María una nena de cinco años que murió el viernes 16 de agosto porque la casilla con techo de cartón y paredes de madera en la que vivía se incendió. Leo y está el testimonio del vecino que declara que salió cuando se dio cuenta que pasaba algo grave y entonces la mujer, su vecina, le pasó la beba y se metió a buscar a la nena pero no la encontraba y salió sola y completamente quemada. De leerlo nomás se le pone a una la piel de gallina. Esa nena a la que no encontraba su mamá mientras se quemaba buscando, sonríe en la foto.
El viernes de madrugada María murió por la decisión del Gobierno de la Ciudad de no urbanizar la villa Rodrigo Bueno y la acción, que vienen sosteniendo, de evitar el ingreso de materiales de construcción lo que hubiera permitido mejorar en algo las condiciones de las casas en las que viven mucha nenas y nenes de la Ciudad de Buenos Aires.
Y murió también por el abandono del Estado en su obligación de proteger derechos a los niños/as. Aunque suene irrisorio la ley 114 de Protección Integral de los Derechos de Niñas,/os y Adolescentes de la CABA obliga al GCBA a restituir de manera inmediata y prioritaria derechos vulnerados cuando esto pone en riesgo a niños/as. Lo que pasa es que, como ocurre con casi todo, depende.
No son iguales todos los niños/as en esta Ciudad, depende de dónde hayan nacido que se entenderá por riesgo, que derechos serán contemplados, que emoción despertarán en la gente, cómo serán nombrados por los medios, quién se hara cargo de ellos.
Hay nenas y nenes que suelen caminar en patas por tierras con residuos de todo tipo y otros que no. Algunos nenes y nenas trepan autos en depósitos a cielo abierto de contaminante chatarra como en la villa Rodrigo Bueno y otros van a parque con juegos nuevos y costosos. Hay nenas y nenes a los que nadie dejaría solitos por las calles y otros que deambulan solos por días y días, durmiendo a la interperie.
Están los que ante cualquier señal de violencia todos se impactan y tratan de cuidarlos y los que repletos de marcas no logran miradas, ni abrazos. Están los que reciben juguetes, viven en casas confortables, van a la escuela, comen todos los días, y los otros. Los que no tiene juguetes, ni casas, ni escuela todos los días, que comen salteado y mal. Los que habitan en barrios contaminados y enferman, los que se mueren por causas evitables. Entre estos le toco nacer y morir a María.
Una vivienda con techo de madera y cartón es un lugar peligroso al que se somete quién no tienen un lugar dónde vivir en una Ciudad que avanza en los negocios inmobiliarios y expulsa a los habitantes pobres.
Este fin de semana en la villa Rodrigo Bueno no hubo día del niño, se suspendieron los festejos por duelo pero la noticia se supo poco porque lo más importante fue que las ventas de juguetes subió respecto del año pasado.
La foto de María, tan bonita con sus ojos oscuros me da vergüenza, rabia y llevo horas rastreando información pero no hay mucho más de los que ya ha publicado La Garganta Poderosa que es el medio que difundió la noticia. La comparto para insistir y que no se la trague el olvido a ella y su foto y la noticia de que tenía 5 años y murió porque su casa de madera y cartón se quemó.
Me enteró que el incendio sucedió a 200 metros del lujoso Puerto Madero, fue a las 4 de la madrugada y que la mamá de la nena y su hermanita están internadas en grave estado.
La villa no cuenta con los servicios ni la infraestructura básica. En sus casas de madera y cartón suelen prenderse braseros porque el frío cala los huesos de quienes las habitan. El tendido eléctrico es precario a tal punto que son usuales los chispazos. Por sus calles angostas difícilmente logran desplazarse bomberos y ambulancias ante emergencias.
Busco para atrás y encuentro que el 15 de Abril de este año otro incendio afectó a seis familias en el barrio, cuando los cables eléctricos sufrieron un desperfecto y provocaron el incendio que tomó todo el pasillo de la manzana. Esa vez estuvieron los bomberos y pudieron controlar la situación evitando víctimas aunque las personas afectadas perdieron todo.
En el 2011, Rodríguez Larreta jefe de gabinete del Gobierno porteño declaró insistentemente a cuanto medio le preguntó que para la Ciudad es un “disparate” urbanizar la villa en respuesta al fallo de una jueza que ordenó la urbanización.
En noviembre de 2012 cuando habitantes de la villa Rodrigo Bueno, situada en la zona de la Costanera Sur de la ciudad, protestaron frente a la Legislatura porteña en rechazo al avance del proyecto para construir un centro urbano de lujo frente al predio en el que viven y que no incluye un plan de urbanización del asentamiento, en la legislatura porteña unos y otros hacían promesas de todo tipo tratando de destrabar el proyecto que representa uno de los mayores negocios inmobiliarios entre la Ciudad y la empresa IRSA y que era parte de un paquetes de acuerdo que involucraba a los bloques mayoritarios. Pero el tiempo pasó y lo único certero es que el Gobierno de la Ciudad Buenos Aires apeló el fallo judicial evitando cumplir con la urbanización, y que ha prohibido el ingreso de materiales que era la única manera en la que los mismos vecinos podían ir generando mejoras a las condiciones habitacionales paupérrimas en las que se encuentran. Actualmente el GCBA se limita a respetar la orden de suministrar agua en camiones cisterna.
En cuanto a la situación en que se encuentran niños/as, no parece importarle a nadie. El Consejo de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Ciudad nada dijo al respecto y no ha exigido que se restituya ningún derecho a pesar de la constante vulneración a la que están sometidos niñas y niños y sus familias. El ingreso de materiales continúa suspendido o mejor dicho regulado por quiénes custodian los ingresos y egresos de todo en el barrio.
En la Ciudad de Buenos Aires muchos niños/as viven en vivienda muy precarias sin condiciones mínimas de habitabilidad. Según datos oficiales son 163.587 las personas que viven en villas y asentamientos. El 86% de los hogares que residen en villas y asentamientos son pobres y el 23 % no costea la canasta alimentaria
En la Villa Rodrigo Bueno vivían 1.795 personas hasta el 2010 según el Censo. Es una villa que se estableció en 1980, antes que la Reserva Ecológica. Los vecinos y vecinas han logrado organizarse para pedir la urbanización, y han logrado un fallo en ese sentido – dado que este derecho está contemplado en el Capítulo V de la Constitución de la Ciudad – y existen proyectos presentados en la legislatura que se sumarían a la Ley marco existente que habla de la obligación de urbanizar villas de la Ciudad. Piden que cualquier proyecto para esa zona los contemple porque llevan mucho tiempo viviendo allí y mientras tanto exigen medidas que eviten el riesgo al que se encuentran expuestos. El tiempo pasa, las respuestas no aparecen y esta nena de cinco años, María, ya no está entre los miles que esperan.