Desde Unidad Popular expresamos nuestro más enérgico repudio ante la inminencia de una agresión armada contra la República Islámica de Siria por parte de los Estados Unidos y de otros países de la comunidad internacional.
Asimismo, condenamos en forma contundente el uso de armas químicas, biológicas y nucleares e instamos a que se salvaguarden los mecanismos previstos por el derecho internacional a los efectos de solucionar los conflictos por vía de las negociaciones diplomáticas.
En un contexto de agudización de la guerra civil en Siria– que lleva ya dos largos y penosos años- se ha producido, el pasado 21 de agosto del corriente, una incalificable e inaceptable agresión contra la población civil en la que supuestamente se habrían empleado armas químicas, cuyo uso está prohibido por la Convención de las Naciones Unidas desde 1997. Esta alarmante escalada ocurrió en momentos en que un equipo especial de las Naciones Unidas se encontraba en Siria para llevar adelante investigaciones vinculadas al posible uso de este tipo de armas.
A partir de estos aberrantes sucesos, los Estados Unidos han comunicado, el pasado 31 de agosto, su decisión de recurrir al uso de la fuerza contra Siria a pesar de que las Naciones Unidas no se han expedido todavía sobre el delicado asunto del probable uso de armas químicas.
Ante la inminencia de un acto unilateral de carácter punitivo como el que estaría dispuesto a llevar adelante los Estados Unidos – tratando de obtener el aval del Congreso-, se estaría violando no sólo la normativa internacional vigente sino que se propiciaría un peligroso escenario de inestabilidad regional que podría desencadenar un conflicto aún mayor, de consecuencias imprevisibles para la paz regional y mundial.
Es por ello que hacemos un llamado a la preservación de la soberanía, integridad territorial y el respeto a la autodeterminación de los pueblos como principios rectores del derecho internacional público e instamos a que tanto el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas como la Asamblea General sean los únicos e ineludibles canales institucionales a través de los cuales la comunidad internacional se comprometa en la búsqueda de una solución pacífica al conflicto armado en Siria.