El candidato a diputado por PODEMOS agregó que el Gobierno «quebró el movimiento obrero para ayudar a un sindicalismo empresario».
El candidato a primer diputado provincial de La Plata por el Frente Popular Democrático y Social Podemos, Adolfo «Fito» Aguirre, tildó de «cuento chino» la afirmación del gobierno nacional de que en los últimos años se llegó a igual reparto del producto entre el capital empresario y el trabajo -conocido como fifty fifty-. Además habló del radicalismo y el porqué de las diferencias y sobre el flagelo del narcotráfico indicó «la Argentina es el mayor consumidor de cocaína de América y los actores que sostienen este consumo conforman redes con tanto poder como para perforar los organismos públicos».
A juicio del legislador, es «un cuento chino versión criolla lo del fifty fifty de Cristina (Fernández)», pues «si ese fuera el reparto entre capital y trabajo, quiere decir que estaríamos en el pleno empleo en la Argentina y nada más alejado de la realidad».
«El camino elegido por el kirchnerismo no es inocente. Lo que hizo fue acordar con un sindicalismo empresario y después fracturar todo, para garantizar paz social a las inversiones. Partió la CGT, que se dividió en tres, la oficial, la kirchnerista y la de (Luis) Barrionuevo. Y la CTA también nos la dividió en dos. Esto internacionalmente se ve como una locura criolla. Justamente esto fue lo que nos alejó de (Néstor) Kirchner en su frente, además de que nunca nos concedió la personería jurídica y mantuvo la alianza con el sindicalismo tradicional, representado por los Pedraza, los Zanola y otras figuras ya conocidas», agregó Aguirre.
El legislador del partido conducido a nivel nacional por el sindicalista Víctor De Gennaro, en diálogo con «No es lo ke parece» por Radio Plus – 96.7 de La Plata, explicó que la política de dividir las representaciones del movimiento obrero «apuntaron a garantizar la paz social a las inversiones, en una casi continuidad al modelo forjado al calor del menemismo, dado por empresas transnacionales que tercerizan sus servicios en empresas contratistas y estas a su vez subcontrataran, con lo cual abarataron los costos laborales y nadie tiene ningún tipo de derechos».
Este proceso político económico fue posible porque «el cauce de gobierno que mejor le cae al ciclo que tuvimos todo este tiempo ha sido el PJ», porque «ha logrado imponerse como garantía de gobernabilidad para los empresarios ante cualquier desborde y el resto de las fuerzas que han jugado de opositoras han sido funcionales al esquema o bien aún no han podido convertirse en alternativa», consignó Aguirre.
Radicalismo permeable
Justamente por esto, el candidato platense toma distancia del Frente Progresista Cívico y Social porque el radicalismo, partido con el cual cofluyó cuando participó de la Alianza en representación del Frepaso, es «permeable» a ser «operado» por el oficialismo o factores de poder que «frenan las transformaciones».
En ese sentido, explicó:»en estos años el radicalismo terminó siempre siendo funcional a operar a la media que pretenden otros, ya que pasó de ser socio del kirchnerismo, con aquel esquema de la ‘Concertación’ que promovió Kirchner, a crear un frente con un candidato que venía del gobierno, después irse con De Narváez por un esquema práctico y contable de obtención de votos y hoy está en etapa de supervivencia pero lejos de cualquier propuesta de transformación».
Aguirre, quien fue uno de los promotores del FAP, embrión del Frente Cívico y Social, se lamentó «de que el sueño que nosotros teníamos, de Luis Juez, Hermes Binner, De Gennaro y Margarita Stolbizer creando una trama nueva, de la cual ya se estaba hablando en el mundo, haya terminado mal porque niveles dirigenciales del propio FAP operaron en contra cuando llegaron dirigentes que priorizaron la lógica de renovación de bancas de algunos -legisladores radicales- en la provincia de Buenos Aires y el Congreso».
De hecho, «luego de haber logrado 1.400.000 votos en la provincia de Buenos Aires en 2011, nuestra idea era consolidarnos en 2013 y en 2015 gobernar el país con la misma estructura que habíamos creado, pero hoy aparece en ese lugar en la discusión (Julio) Cobos y (Ernesto) Sanz del radicalismo discutiendo la gobernabilidad y eso ya es otra cosa».
«Nosotros somos peronistas por vocación y frentistas de tradición -prosiguió-, y desde ese lugar aspiramos a un modelo inspirado en el Frente Amplio de Uruguay, que hace 30 años están. Elos definen con elecciones y debates internos las cosas sin romper y tienen reglas para acordar proyectos que después elevan a a sus legisladores para que estos los impulsen. Y nada eso se va a conseguir con criterios numéricos o armados electoralistas».
«Ya lo vivimos con la Alianza en 1999, que sirvió nada menos que para ponerle fin al ciclo menemista pero después no tenían proyecto ni bases y todo terminó muy mal», sentenció Aguirre para finalizar.
El narcotráfico y la política
El candidato del Frente Podemos lamentó y repudió lo ocurrido al gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti y seguidamente incluyó entre los «nuevos desafíos que deben encararse con visión estratégica» a una política de Estado y transversal a todas las fuerzas e instituciones para combatir el narcotráfico, pues «la Argentina es el mayor consumidor de cocaína de América y los actores que sostienen este consumo conforman redes con tanto poder como para perforar los organismos públicos».
«Hay nuevos datos y nuevos escenarios que no se pueden negar. Para que esta situación exista tiene que tener protección política, judicial y policial. El narcotráfico es un poder que tiene una estructura financiera capaz de comprar cualquier policía comunitaria, con lo cual no hay reforma que valga si no hay compromisos en todos los estamentos y con acuerdos. Porque no hacerlo es acordar con ellos», agregó Aguirre.
Además, pidió «planificar a largo plazo el rol que tendrá la región y el país en el mundo», pues «con la capacidad de China de invadir las economías del mundo con productos un día no muy lejano podemos volver a la economía primaria y si volvemos a la economía primaria no hay trabajo».
En el plano más cercano, puso como ejemplo lo que ocurre en el cordón frutihortícola de La Plata, donde «se está expulsando a los productores cobrándoles alquileres abusivos para que se vayan de la tierra y esas superficies van a ser vendidas a grandes constructores de clubes de campo y countries, lo cual es una alerta para empezar a planificar en serio la ciudad que queremos».
Fito Aguirre: “El fifty fifty es un cuento chino del kirchnerismo"
15/10/2013