La Central reclamó salario mínimo de $8 mil y un bono de fin de año. De Gennaro acompañó la movilización.
(Agencia ACTA-CTA) Miles y miles de compañeros y compañeras de la CTA, la Coordinadora Sindical Clasista y la Multisectorial (CCC, FUA, FUBA y FNC) marcharon en la tarde de ayer desde el Congreso Nacional a la Plaza de Mayo para exigir un salario mínimo de 8 mil pesos, la reapertura de las paritarias, un bono de fin de año y que se frene con la entrega del patrimonio y los recursos naturales. A 23 días de su operación, Pablo Micheli estuvo presente en el acto central.
Una vez que todas las organizaciones llegaron a Plaza de Mayo y se ubicaron frente al palco, comenzó el acto central en el que habló un representante de cada organización. Pero antes de dar comienzo a las intervenciones ya establecidas, se le dio la palabra a Ramón Cortés, uno de los trabajadores petroleros de Las Heras, recientemente condenado a cadena perpetua: “Nos han querido doblar pero no vamos a perder la esperanza”, dijo Cortés mientras que la plaza entera cantaba “Libertad, libertad a los presos por luchar”. El trabajador agregó además que “si nos meten presos a nosotros, nos meten presos a todos. No puede pasar esto a 30 años de recuperada la democracia. Cada vez que reclamamos nos persiguen, nos meten presos, nos condenan a cadena perpetua”.
Juan Carlos Giuliani, secretario de Relaciones Institucionales de la CTA y secretario de Comunicación de Unidad Popular, leyó el documento conjunto en el que se detallan todas las reivindicaciones como: salario mínimo de 8 mil pesos, bono de fin de año para todos los trabajadores independientemente de su condición (en relación de dependencia, precarizado, desocupado), 82% móvil, reapertura de paritarias, cese de los despidos, libertad a los procesados por luchar, que se termine con la entrega de los recursos naturales y que se derogue el impuesto al salario, entre los puntos más sobresalientes.
La movilización fue encabezada por el secretario general de la CTA, Pablo Micheli, el secretario adjunto, Ricardo Peidró, y los dirigentes Víctor De Gennaro, Juan Carlos Alderete, Vilma Ripoll y Néstor Pitrola, entre otros.
“En un nuevo aniversario del Argentinazo, estamos decididos a frenar el ajuste. Estos hechos que han venido sucediendo le sacaron la careta al gobierno, un gobierno que nos entrega a Chevron y a las Multinacionales. Estamos frente a un ajuste tremendo, ya hay miles que han salido a pelear”, dijo Ripoll en representación del MST Teresa Vive.
Alderete, de la Corriente Clasista y Combativa pasó revista al cuadro de situación que viven los trabajadores y el pueblo en general en este fin de año: “bajos salarios y jubilaciones de hambre. Estamos aquí también para homenajear a los asesinados del 19 y 20 de diciembre de 2001. Fue el pueblo el que se rebeló contra el ajuste como lo está haciendo hoy en las provincias”. El dirigente dijo además que los saqueos los vienen haciendo el Gobierno y el Estado mientras que los trabajadores son los que pagan el ajuste: “O acaso no es saqueo la corrupción y la represión, acaso no es saqueo que se hayan perdido 100 mil puestos de trabajo”, se preguntó Alderete ante el aplauso de todas y todos los presentes.
“A 12 años del 19 y 20 de diciembre de 2001 estamos parados sobre una nueva crisis”, comenzó su discurso Néstor Pitrola, de la Coordinadora Sindical Clasista quien además subrayó la política represiva del gobierno que se ejemplifica al haber dejado impunes los crímenes de Kosteki y Santillán pero haber condenado a cadena perpetua a los trabajadores de Las Heras. “Conocemos a esta Policía, es la que mató a Fuentealba y a Mariano Ferreira. Todas las familias argentinas necesitan como mínimo 8500 pesos pero parece que las fuerzas represivas merecen vivir y los trabajadores merecemos el ajuste”, dijo el dirigente.
Ante el más que multitudinario público, Pitrola señaló: “Nos sacan plata a los trabajadores para pagarle a las multinacionales. Hay un pacto social con la UIA, la Banca y las Multinacionales para frenar la organización de los trabajadores y para el año que comienza se espera una inflación del 40%. Pero esta marcha abre una nueva ruta en el movimiento obrero argentino”.
Si bien Pablo Micheli estaba en el palco, fue una verdadera sorpresa que se dirigiera a los compañeros y compañeras presentes: “Antes que nada quería agradecer toda la solidaridad que me hicieron llegar. Es un lujo poder estar con ustedes hoy acá a 23 días de la operación”. El secretario general de la CTA explicó que no iba a dar el discurso él porque era una gran responsabilidad hablar ante todos los compañeros y compañeras y que cada vez que lo hacía era sobre la base de una preparación previa: “Aunque tengamos 2 mil marchas encima cada vez que hablamos ante ustedes nos transpiran las manos, por eso yo hoy sólo vine a saludarlos y a decirles que éste es el comienzo de más luchas y paros nacionales y a cuidarse de los saqueadores de acá atrás que nos saquean todas nuestras riqueza, fuerza compañeros”, se despidió Micheli ante el aplauso masivo de toda la plaza.
Ricardo Peidro, secretario general adjunto de la CTA, fue quien cerró la histórica jornada y remarcó el impulso que generaba en todos la presencia de Pablo Micheli en la movilización. Por otro lado, reivindicó a todos los sindicatos que se enfrentan con el poder “en la defensa de la salud, la educación y la vivienda porque están construyendo una sociedad con justicia social”. Peidro dijo también que aunque “nos quieren disciplinar con la precarización laboral y con sueldos de hambre, estamos construyendo con esta marcha a través de la unidad en la acción”. El dirigente llamó a seguir trabajando por la libertad y la democracia sindical y recordó a todos los caídos en el 19 y 20 de diciembre. Por último llamó a seguir en unidad “porque la sociedad que soñamos y que es la pesadilla de ellos, la vamos a construir”.
Documento conjunto
A 12 años de la rebelión popular del 19 y 20 de diciembre de 2001, que marcó una etapa en la lucha de los trabajadores por la emancipación, recordamos a los compañeros asesinados en dicha gesta marchando del Congreso a Plaza de Mayo por las siguientes reivindicaciones:
$ 8000 de salario mínimo, vital y móvil para todos los trabajadores 82% móvil para los jubilados.
Doble aguinaldo para trabajadores activos y jubilados y para el “Plan Argentina Trabaja”.
Reapertura inmediata de paritarias y bono de fin de año.
Vigencia del convenio principal y pase a planta permanente de trabajadores tercerizados y precarizados.
El salario no es ganancia. Abolición del Impuesto al Salario.
Ningún despido ni suspensión. Estabilidad laboral.
Universalización de las asignaciones familiares. No a los topes.
Duplicación del monto de Asignaciones Familiares y Asignación por Hijo Absolución de los compañeros procesados de Las Heras.
Desprocesamiento de todos los luchadores.
La inflación, que supera el 30%, está pulverizando los ingresos de millones de trabajadores y jubilados. Los acuerdos de los gobiernos provinciales que elevan los sueldos básicos de la policía entre los 8 y 10 mil pesos, causan conmoción entre todos los trabajadores, que con las mismas necesidades, a menudo son reprimidos por esas fuerzas policiales. Esto, cuando el gobierno niega bonificación alguna de fin de año y pretende topes del 20% en paritarias que significarán una desvalorización histórica del ingreso popular, en medio de un curso devaluatorio de la moneda, de aumentos de tarifas e impuestos, enormes aumentos de combustible y fracaso total de toda contención de precios. Se prioriza un nuevo ciclo de endeudamiento y entrega de recursos estratégicos a cambio de ajuste. Una vez más, se descarga de manera brutal la crisis sobre las espaldas de los trabajadores. Repudiamos el uso de la gendarmería para el control social, como toda represión a las luchas obreras y populares, repudiamos cualquier curso represivo pos parte del poder político.
Por todo esto, convocamos a todo el movimiento obrero a partir de asambleas en los lugares de trabajo para defender nuestro salario y puestos de trabajo y en ese camino a ganar las calles el 19 de diciembre por las reivindicaciones planteadas.
Fotos: Luis Bañagasta, Grace Prounesti Piquet y Juan Carlos Olea