Por Laura García Tuñón– Directora General de Coordinación Comunitaria de la Legislatura de la CABA
Hace un mes, organizaciones sociales de la Comuna 4 me convocaron a acompañarlos a una marcha para reclamar que un edificio en donde hace 4 años funcionaba una escuela y que estaba sin usarse, se arreglara y se utilizara.
Trabajadores y trabajadoras de la educación de la zona, y familias sin vacantes, denunciaban que esta escuela podía paliar la falta de vacantes en la zona. Este edificio, de la calle Manuel García 370, había sido alquilado por el Ministerio de educación porteño hasta 2009 y luego abandonado, ya que tenía problemas edilicios.
El miércoles 26 de febrero, estas organizaciones abrieron la puerta y tomaron el edificio. Como hecho significativo, comenzaron a acondicionar la escuela. Limpiarla, reinstalar el agua, y pintaron algunos salones. También discutieron entre todos el nombre de la escuela. Le pusieron maestro Carlos Fuentealba, en homenaje al docente asesinado durante una protesta en la provincia de Neuquén.
Estos jóvenes militantes decidieron que tenían que rodearse de distintos sectores sociales y políticos y llevar el reclamo formalmente al Ministerio de la Educación y a la Legislatura porteña. En un principio, fuimos pocos los que los acompañamos, creyendo y apoyando en lo que estaban haciendo. Hasta que se presentó un proyecto de expropiación acompañado por diputados de distintas fuerzas. Ante la falta de escuelas, el Ministerio y los legisladores del oficialismo se comprometieron a acompañar este reclamo y hacer posible la compra del edificio y su arreglo para que convierta en una escuela nuevamente. Ayer jueves 3 de abril, se votaron 2 proyectos en la legislatura por unanimidad. La declaración de utilidad pública del edificio, que permite la expropiación y la posibilidad de utilizar el edificio para arreglarlo, mientras esos trámites se realizan.
Fuimos varios los que nos pusimos a mediar con el Ministerio de Educación y la Comisión de Educción de la Legislatura, una salida para este reclamo. Pero fueron principalmente este conjunto de maestros y jóvenes que pertenecen a organizaciones de la zona, quienes tienen el mérito mayor. Ellos nos mostraron primero que había una solución ante la falta de vacantes. Después, con sus cuerpos, nos marcaron el camino y las fuerzas para llegar a que la ciudad tenga una nueva escuela en esa zona tan populosa y necesitada.
Hoy 4 de abril se cumplen 7 años del asesinato de Carlos Fuentealba en Neuquén. Desde ese día, él se convirtió en símbolo de la lucha de los trabajadores de la educación pormenores condiciones de trabajo y por una escuela pública inclusiva, democrática para todos. Hoy 4 de abril, puedo decir que desde la Ciudad de Buenos Aires estos jóvenes maestros le rindieron el mejor homenaje. A partir de hoy tendremos una nueva escuela, más maestros y maestras y más niños y niñas dentro de la escuela pública.