Reproducimos el comunicado de nuestros referentes Pérez y Dobrusin titulado «Es momento de pensar en el verdadero bienestar del pueblo».
Por Ricardo Ginés Pérez y Raúl Dobrusin*
La provincia de Neuquén ha sufrido el peor temporal de las últimas cuatro décadas, dejando varias ciudades inundadas y en algunos casos incomunicadas debido al anegamiento y destrucción de las rutas.
Desde tempranas horas del domingo, militantes de los diferentes barrios de las localidades neuquinas, estuvieron acompañando a las familias en situación de riesgo, comandando tareas de drenaje y preparación de suelos para hacerle frente a semejante cantidad de lluvia.
La solidaridad de los vecinos hizo posible mitigar el doloroso momento. Inmediatamente se recolectó ropa, calzado, frazadas, agua mineral, alimentos y medicamentos, los cuales fueron entregados en los diversos centros de acopio. Al mismo tiempo, en las barriadas más afectadas los vecinos intentaban -con los pocos medios disponibles a su alcance- ponerse a salvo de los ríos de agua y lodo que ingresaban a sus viviendas.
Desde el gobierno se habla de “un saldo” consistente en miles de evacuados y millones de pesos en pérdidas, tomando a los vecinos como simples números a cuantificar para volcarlos a una estadística que solo demuestra abandono, desidia e inoperancia.
Los neuquinos no somos números: somos víctimas.
Víctimas de la ausencia total del Estado en la planificación de políticas públicas que contemplen la construcción de las obras necesarias para atemperar el cambio climático. Víctimas del abandono del Ejecutivo provincial, que prefirió seguir su cómoda gira por Estados Unidos obsequiando nuestro petróleo a pisar el mismo barro que tapaba a sus coprovincianos.
Víctimas de un Estado que no construye planes de viviendas dignos desde hace más de una década, dejando a miles de neuquinos en situaciones de total precariedad y en lugares no aptos para vivir.
Es sabido que no se puede ir en contra de la naturaleza, pero pueden atemperarse sus efectos y para eso es imperioso efectivizar un plan provincial de obras públicas que contemple las verdaderas necesidades en todo el territorio provincial.
En este sentido, exigimos que los fondos destinados a obras de infraestructura sean administrados de manera transparente y en forma articulada con cada uno de los municipios, haciendo que los verdaderos damnificados obtengan de manera directa los montos destinados a la reconstrucción y equipamiento de sus hogares.
Del mismo modo, las exenciones propuestas en la emergencia deberán responder no solo al circuito formal, sino también al informal. De esta manera todos aquellos trabajadores precarizados, desocupados y vecinos cuya condición social los excluye de lo formal y no poseen documentación ninguna que demuestre propiedad –siendo éstos la mayoría de los afectados- quedarán incluidos en esta medida.
Vaya nuestro reconocimiento a todas las trabajadoras y trabajadores de cada localidad de nuestra provincia, quienes a pesar de la escasez de elementos y materiales, desempeñaron sus labores con profesionalismo, sacrificio y solidaridad en las peores condiciones.
Es momento de pensar en el verdadero bienestar del pueblo.
“Sabrá Dios si la lluvia es regalo, pal que tiene techo o es disgracia y castigo del cielo pal desamparao” (José Larralde)
*Presidente y Vicepresidente de UP Neuquén, respectivamente.