(InfobaeTV) El diputado nacional de Unidad Popular aseguró en InfobaeTV que el nuevo índice de inflación despierta tantas sospechas como el anterior porque no se informan elementos técnicos de los sondeos. Dijo que el Gobierno busca moderar los precios con el ajuste.
El Gobierno informó que la inflación de abril fue de 1,8 por ciento. El indicador despertó luces de alerta en las consultoras privadas y en los partidos de la oposición, cuyos trabajos muestran que la suba de precios fue más alta que la informada por el Poder Ejecutivo.
“La inflación de (Axel) Kicillof está por debajo de lo que venimos siguiendo nosotros y de lo que siguen casi todas las encuestas privadas. El índice no viene acompañado de ninguno de los elementos técnicos que rodea a un índice de precios. No se informan los precios relevados, la canasta de pobreza e indigencia, los promedios de precios regionales… No se sabe nada”, cuestionó Lozano en diálogo con la periodista María O’Donnell.
El Índice de Precios Urbanos se estrenó este año en un intento del Gobierno por mostrar confianza en sus estadísticas oficiales, principalmente en los organismos multilaterales de crédito. Si bien en un principio los números del “nuevo Indec” se acercaron a las mediciones privadas, con el transcurso del año los informes comenzaron a perder la confianza de los especialistas.
Para Lozano no hay dudas de que la medición actual es “una manipulación” como lo era la anterior, en épocas de Guillermo Moreno como superfuncionario. “Es una manipulación de otro signo, de otros tiempos, con otros objetivos. Antes se sostenía el relato de que pagábamos poca deuda pública, que el país crecía a tasas chinas, era el momento de Cristilandia. Ahora hay que reconocer la inflación para conformar al FMI, entonces se necesitan otros números”, explicó.
Más allá de las dudas que despierta el indicador, el diputado coincide con el Gobierno en un punto: existe cierta moderación en el nivel de aceleramiento de los precios. Y esto no es por una estrategia del Gobierno sino porque existe una tendencia de caída de la actividad económica.
“Todo está retrasado con respecto a los precios y esto se nota en el mercado interno. Hay un claro parate del consumo en la actividad económica. Esto se suma a la duplicación de las tasas de interés, lo que tira para abajo la actividad y genera dificultades en el empleo”, describió.
A modo de ejemplo se refirió a la crisis en el sector automotriz, en donde varias empresas suspendieron empleados por la baja demanda interna y desde Brasil. Esas personas que están suspendidas empiezan a ver como una posibilidad la pérdida de su puesto de trabajo y por eso comienzan a moderar sus compras, lo que termina golpeando directo en el nivel de consumo.