La ex diputada visitó Río Cuarto para dar una charla sobre ambiente y también habló sobre educación y sistemas productivos.
(Diario Puntual) Es recordada por haber iniciado un ayuno el 2 de abril de 1997 en una carpa frente al Congreso de la Nación reclamando por el desfinanciamiento del sistema educativo y las pésimas condiciones en que los maestros debían afrontar su tarea diaria en todo el país. La protesta se mantuvo por 1003 días con fuertes críticas a las políticas del ex presidente Carlos Menem y fue durante el Gobierno de la Alianza que llegó el acuerdo y el final del reclamo.
Ayer, a 17 años de aquella histórica lucha sindical, Marta Maffei, la dirigente que lideraba la Ctera en el tramo final del menemismo y el comienzo de la gestión de Fernando De la Rúa, llegó a Río Cuarto para encabezar una charla sobre “Modelos Productivos y Bienes Comunes” en la sede local de Unidad Popular.
“La educación en la Argentina está mal y los educadores también, con muchas dificultades. De ninguna manera estamos como hace 10 años, cuando nos pagaban en bonos o cobrábamos con seis meses de retraso. Esa situación cambió luego de la lucha, la carpa blanca, la ley de financiamiento de educación pública. No lograron la fragmentación total ni la destrucción absoluta de la educación pública. En eso avanzamos. Pero la educación no sólo es el financiamiento y los educadores; es la transmisión del conocimiento, la posibilidad de cumplir un rol social transformador. Y en ese sentido la educación tiene un serio déficit”, remarcó al hacer un análisis de la coyuntura actual.
Maffei también tuvo un rol destacado en el cuidado del medio ambiente al ser una de las impulsoras de la llamada ley de Glaciares durante su gestión como diputada nacional. “Veo con mucha preocupación la evolución del sistema productivo, o la involución directamente del sistema, con una reprimarización y la modificación sustantiva con el extractivismo y el dispendio de nuestro suelo. En particular por los procesos químicos, que en muchos casos facilitó el trabajo desde el hogar hasta de la megaminería. Pero con consecuencias gravísimas desde el punto de vista de la contaminación y la destrucción, porque se usan con muy poca prevención y con alto riesgo para los trabajadores. Argentina lleva estadística sobre la siniestralidad, pero no sobre las causas. España, que la lleva, tiene unos 4 mil muertos por año por culpa de los químicos”, alertó.
Y siguió “en la Argentina, después de desmantelar aquella idea de la sustitución de importaciones y de destruir los enclaves productivos, nos encontramos con una situación difícil. El país está endeudado y el capitalismo fuerza ese endeudamiento. Ofrece los dólares a los países que saben que tienen pocas posibilidades de pago, pero que son ricos en sus bienes naturales porque su última intención es llevarse eso justamente. Hay que pensar en los minerales o incluso en la fertilidad de la tierra porque cada granito que se va se lleva los nutrientes de nuestro suelo”.
-¿Qué debería hacerse?
-Argentina debería modificar el modo de pensar los sistemas productivos. Alentar a las pymes, ver cómo hacer para que lleguen al mercado y cómo en su interrelación con el Estado pueden crecer. Pero además, cómo el sistema productivo no nos contamina.
Ayer, a 17 años de aquella histórica lucha sindical, Marta Maffei, la dirigente que lideraba la Ctera en el tramo final del menemismo y el comienzo de la gestión de Fernando De la Rúa, llegó a Río Cuarto para encabezar una charla sobre “Modelos Productivos y Bienes Comunes” en la sede local de Unidad Popular.
“La educación en la Argentina está mal y los educadores también, con muchas dificultades. De ninguna manera estamos como hace 10 años, cuando nos pagaban en bonos o cobrábamos con seis meses de retraso. Esa situación cambió luego de la lucha, la carpa blanca, la ley de financiamiento de educación pública. No lograron la fragmentación total ni la destrucción absoluta de la educación pública. En eso avanzamos. Pero la educación no sólo es el financiamiento y los educadores; es la transmisión del conocimiento, la posibilidad de cumplir un rol social transformador. Y en ese sentido la educación tiene un serio déficit”, remarcó al hacer un análisis de la coyuntura actual.
Maffei también tuvo un rol destacado en el cuidado del medio ambiente al ser una de las impulsoras de la llamada ley de Glaciares durante su gestión como diputada nacional. “Veo con mucha preocupación la evolución del sistema productivo, o la involución directamente del sistema, con una reprimarización y la modificación sustantiva con el extractivismo y el dispendio de nuestro suelo. En particular por los procesos químicos, que en muchos casos facilitó el trabajo desde el hogar hasta de la megaminería. Pero con consecuencias gravísimas desde el punto de vista de la contaminación y la destrucción, porque se usan con muy poca prevención y con alto riesgo para los trabajadores. Argentina lleva estadística sobre la siniestralidad, pero no sobre las causas. España, que la lleva, tiene unos 4 mil muertos por año por culpa de los químicos”, alertó.
Y siguió “en la Argentina, después de desmantelar aquella idea de la sustitución de importaciones y de destruir los enclaves productivos, nos encontramos con una situación difícil. El país está endeudado y el capitalismo fuerza ese endeudamiento. Ofrece los dólares a los países que saben que tienen pocas posibilidades de pago, pero que son ricos en sus bienes naturales porque su última intención es llevarse eso justamente. Hay que pensar en los minerales o incluso en la fertilidad de la tierra porque cada granito que se va se lleva los nutrientes de nuestro suelo”.
-¿Qué debería hacerse?
-Argentina debería modificar el modo de pensar los sistemas productivos. Alentar a las pymes, ver cómo hacer para que lleguen al mercado y cómo en su interrelación con el Estado pueden crecer. Pero además, cómo el sistema productivo no nos contamina.