Una vez más el gobierno del PRO intentara aprobar en la legislatura porteña, la polémico creación del Instituto de evaluación, fuertemente rechazado por los docentes de la ciudad. En el día de hoy, se reunirá de forma extraordinaria la comisión de presupuesto y la de educación de la legislatura para aprobar esta iniciativa y dar paso para que se vote el próximo jueves 21.
Laura García Tuñón, Directora General de Coordinación Comunitaria de la Legislatura Porteña, quien a lo largo de su carrera de docente, dirigente y legisladora ha participado de experiencias alternativas, jornadas de debate y coordinado diferentes publicaciones sobre la temática de “evaluación”; viene participando de diferentes actividades con el fin de “poder aunar fuerzas para rechazar definitivamente esta forma de entender a la evaluación como instrumento aislado de medición y control del aprendizaje de los estudiantes y del desempeño docente».
En declaraciones previas a la comisión la Legisladora (ME) declaró: “Evaluar al docente o a los docentes desde su función como empleados nos introduce inmediatamente en una evaluación de tipo administrativo burocrática, donde la principal preocupación se centra en lo cuantitativo y no en lo cualitativo, qué tareas, cuántas horas, qué días. La mirada evaluativa va de la mano del intento de vigilar y controlar”. Para la dirigente de Unidad Popular esto responde directamente a un modelo neo-liberal de educación, “van a ser evaluados mediante un modelo que nace justamente en los noventa en nuestro país, que pretende instalar una cultura de evaluación, como rendición de cuentas. ¿De qué? Fundamentalmente, de la relación costo-beneficio, como si en educación eso fuera lo importante”.
El proyecto de “Evaluación Educativa” se cree será aprobado en el dia de mañana y luego pasar a votación en la Cámara Legislativa. Esto dependerá si se introducen modificaciones, de los votos que logre conseguir el oficialismo porteño, ya que hoy existen tres proyectos más en la comisión, uno del FPV, otro del legislador Maximiliano Ferraro (UNEN) y uno de Alejandro Bodart (MST).
Por eso para Laura García Tuñón, es indispensable dar un debate de fondo sobre cuál es el fin “político- pedagógico” de este proyecto, ya que “de la crisis educativa no se sale con mayores ‘contenidos’, ni con mayores sanciones, control o penalización a los docentes y estudiantes. Sino que se sale con una profunda democratización del sistema educativo, en donde toda la comunidad sea parte del proceso”.
“Si algo puede mejorar la educación, es la participación reflexiva y crítica de los docentes, estudiantes en particular y la comunidad en general. Los sistemas de evaluación externa hechos de arriba para abajo, transforman al docente en objeto, y no en sujetos de la reflexión, lo que empeora la tarea docente y lo frustra” afirma la Directora de Coordinación Comunitaria. “Hay que pensar los docentes como equipos de trabajo. La evaluación como parte integrante de un proyecto político-pedagógico, Solo así podremos recomponer la escuela, en donde haya dialogo y no imposiciones, generando compromiso con la educación pública en todos los ámbitos” concluyó García Tuñón.