Con la presencia de más de 300 congresales de todo el país se vivieron dos jornadas de reflexión y compromiso político en Unione e Benevolenza.
Todo estuvo teñido de azul y naranja, los colores que identifican a este Instrumento Electoral por la Unidad Popular. Abrazos de compañeros que festejaban el reencuentro, banderas, sirenas, remeras y pecheras que identificaban la procedencia de los distintos grupos de integrantes del partido fue el marco en el que el 12 y 13 de septiembre se realizó este primer Congreso Nacional de Unidad Popular. Mientras los últimos compañeros se acreditaban, Juan Carlos “Pipón” Giuliani, secretario Comunicación, leyó las adhesiones llegadas desde diferentes sectores políticos, sociales y culturales de todo el país.
Claudio Lozano, quien había sido propuesto por unanimidad para presidir este Congreso, fue quien abrió formalmente el encuentro con unas contundentes palabras en las que expresó las bases y esperanzas en las que se apoya esta iniciativa política llamada a hacer un cambio de raíz en la forma de hacer política en la Argentina: “aquí coagulan 3 décadas de construcción política en la Argentina. En los congresales que hay aquí hay 30 años de luchas populares de nuestro país. Nuestro partido hoy tiene reconocimiento nacional”, expresó Lozano sin disimular su alegría. En este mismo sentido agregó que “me siento feliz porque quienes están acá no son sólo congresales: son militantes orgullosos de la clase trabajadora decididos a gobernar la Argentina”. En medio de la coyuntura debido al fallo del juez Griesa, Lozano sostuvo que “es una falacia cuando hablan de “Patria o buitres” cuando los mismos buitres de los que hablan son socios de YPF, el Banco Hipotecario y están explotando el petróleo con los ingleses en Malvinas. Bajo esa consigna, este gobierno esconde una coyuntura que es muy sencilla de ver. Y cuando la corremos un poquito, aparece la realidad, que es que en la Argentina de hoy hay 17 millones de trabajadores que tienen un ingreso promedio de 4300 pesos, y con una canasta familiar no baja de los 11 mil pesos. Donde 7 de cada 10 hogares no llegan a fin de mes, y donde 3 de cada 10 hogares son pobres. Donde en el último año tuvimos 480 mil despidos, una multiplicación de las suspensiones y de trabajadores que pasaron a cobrar entre el 60 y el 80% de sus salarios. Donde hubo paritarias que cerraron con un promedio del 30% y una inflación en alimentos que se ubica en el 44%. Con los jubilados que cobran el 10% menos de lo que cobraban el año pasado y tienen un ingreso que no alcanza ni para cubrir la mitad de sus necesidades. Todo esto en un país donde si se invirtiera el 5% de lo que se produce, no habría más pobres en la Argentina”.
El diputado nacional sumó otros indicadores que ponen en evidencia a la actual situación económica de la Argentina: “tenemos 12 meses de caída de la producción industrial, 9 meses de caída de la actividad económica. Éstos son los números de un gobierno que no tomó las medidas para dejar el futuro en nuestras manos, por eso, pagó más de 60 mil millones de dólares para que la deuda siga creciendo. Y no sólo eso: dejaron que se fugaran cerca de 100 mil millones de dólares durante toda la década. Ahí están el crecimiento que no tenemos, la energía que no tenemos, los trenes que nos faltan, los buques que no hay y todo el desarrollo productivo que necesita nuestro país.”
“Pero no sólo nuestro país atraviesa un momento complejo –subrayó- sino que también lo tiene toda América Latina. En 2005, como región, fuimos capaces de decirle que no al ALCA, pero todavía está pendiente ser capaces de demostrar que se puede construir una nueva sociedad. En ese marco aparecen amenazas conservadoras que pueden retornar en diferentes lugares. Los precios de los recursos naturales con los que cuenta América Latina han sido tan importantes que han seducido a gobiernos en el rumbo de la soja y los transgénicos, de la minería a cielo abierto y el fracking, de las pasteras, de un camino que tiene más que ver con la muerte que con la vida”, sentenció, y concluyó en que “en este marco, Unidad Popular toma una determinación histórica, que es no delegar más e ir por la construcción de una nueva experiencia popular en Argentina, en la que los representados tengan la decisión. Los puntos esenciales a discutir serán la democratización; la igualdad; la soberanía, bienes naturales y modelo productivo; integración regional; y cultura”.
Nahuel March Ríos, de Camino de Los Libres, por su parte, dijo que “tenemos que seguir construyendo unidad, una salida y una perspectiva para dar respuesta a los problemas del pueblo de todo el país. Se puede dar otra lucha y construir una verdadera Patria Grande”. En ese mismo sentido se expresaron Martín Ogando, de Patria Grande, y Jorge Cardelli, de Emancipación Sur al expresar la necesidad de formar un frente nacional, popular y de emancipación.
Juan Carlos Alderete, del Partido del Trabajo y del Pueblo, aclaró que “seguimos dando batalla. El ciclo de lucha no terminó como pensaba el gobierno. Los candidatos que representan a este frente siempre estuvieron con los trabajadores”.
Por su parte, Jorge Cardelli, dirigente de Emancipación Sur recordó que “el modelo dependiente está en crisis” y afirmó: “quiero expresarles en nombre de todos mis compañeros la felicitación por este congreso, porque de aquí en más vamos a ponernos a trabajar en la construcción de un frente nacional, popular, y de emancipación”.
A continuación, Martín Ogando, de la nueva fuerza Patria Grande acercó sus saludos al Congreso y recalcó su importancia: ”Tenemos en claro que este fin de ciclo del modelo kirchnerista encuentra a los poderosos de este país a la ofensiva. Y entendemos que frente a esto es necesario construir unidad del campo popular, unidad para ser alternativa, con un programa propio”.
También habló Carlos Custer, secretario de Relaciones Internacionales de UP, y Liliana Parada, secretaria de Justicia y Derechos Humanos de UP, quien anunció la lista de quienes serán homenajeados en octubre por UP con el premio a los Forjadores de Unidad Popular.