El diputado Claudio Lozano presidente del bloque Unidad Popular, sostuvo que “más allá de las declaraciones de la Presidenta de la Nación sobre la existencia de un Plan para desgastarla, lo cierto es que siempre en una coyuntura de “escasez de divisas” (restricción que define el momento actual de la economía nacional) se producen maniobras especulativas y se construyen expectativas devaluatorias. Por cierto, en este contexto toda declaración de un funcionario, de un juez o de un embajador interviene en la consolidación o no de las expectativas de devaluación».
«Pero si al escenario expuesto se le agrega una estrategia de política económica que no controla la oferta de divisas, permite que los bancos paguen a los ahorristas locales tasas de interés inferiores a la inflación y pisa indiscriminadamente la venta de dólares, el resultado es que se promueve la dolarización de los excedentes en pesos. En este sentido entonces, desde Unidad Popular sostenemos que, más allá de maniobras especulativas, el Gobierno con su política está ayudando y propiciando una nueva devaluación. Lamentablemente se repite hoy el mismo escenario que tuvimos a finales del 2013 y que terminó con la devaluación del 23% de enero de este año.
Devaluación que no resolvió nada y que solo fue un brutal saqueo sobre el bolsillo popular en favor de exportadores y bancos. Hoy el Gobierno está construyendo las condiciones de un nuevo saqueo – devaluación pero en un contexto peor donde el escenario recesivo y de destrucción de puestos de trabajo ya está consolidado.
La mayor contribución a ese estallido del que hablan desde Barrionuevo a la Presidenta sería una nueva devaluación.
Si fuese cierto que el Gobierno no quiere devaluar debería estar trabajando en dos direcciones. En primer lugar, obligando a que los exportadores ingresen las divisas en tiempo y forma, modificando todos los regímenes y resoluciones que les permiten eludir el inmediato ingreso de las mismas. En segundo lugar, poniendo las tasas de interés para los ahorristas en niveles compatibles con la inflación, sin permitir que los bancos alteren las tasas de los créditos. Forzar la liquidación de divisas de los exportadores y achicar las ganancias de los bancos son las claves para evitar una devaluación.
Como recurso adicional para la obtención de dólares debería evaluarse la posibilidad de establecer una contribución fiscal de emergencia por parte de aquellos que han fugado capitales en la última década (90.000 millones) y que tienen fondos en el exterior por encima de los u$200.000 millones”.