El presidente de Unidad Popular de la provincia de Buenos Aires, Hugo Godoy, se mostró feliz por la sentencia a los acusados en el juicio de La Cacha y aseguró que “ahora esta condena permitirá darle continuidad a otras condenas que nos lleven a los verdaderos responsables intelectuales de ese genocidio, para que, además de cárcel a los condenados, se le devuelva al pueblo argentino todo el dinero que le han robado”
Cachorro recordó que el ‘genocidio’ reconocido en el fallo de los jueces, fue “también para el beneficio de los grupos económicos nacionales y multinacionales que se enriquecieron con aquello, y que todavía lo hacen con los actuales gobiernos, y que sin embargo esta democracia renga aún no los ha castigado. A ellos falta condenar, como el grupo Ford, el grupo Acindar, como Ledesma, la minera de Aguilar y tantos otros”.
Respecto de la concreción del juicio, Godoy reflexionó que “es el resultado de la lucha de todo nuestro pueblo que ha impedido el objetivo del poder de que en la Argentina impere la impunidad. Esto, por ejemplo, constituye la continuidad de nuestra pelea, del orgullo que sentimos por nuestra querella representada por Marcelo Ponce Nuñez y Oscar Rodriguez, la de los organismos de derechos humanos, la lucha de los obreros durante la dictadura, las presentaciones que hicimos desde la CTA en España donde se concretó el inicio de un juicio que obligó a actuar a los tribunales de nuestro país, para evitar que los acusados sean extraditados. Y ahora, en estos juicios actuales, los que están poniendo el lomo, el alma y las tripas son los sobrevivientes de aquel horror. Son los que garantizan que los genocidas sean condenados, porque lamentablemente, el sistema penal en la Argentina obliga a reconocer uno por uno a estos genocidas, cuando existen infinidad de demostraciones de que existió un plan criminal organizado para cometer un genocidio”.
Por su parte, el referente histórico de los trabajadores judiciales, Julio Bertomey, consideró que “este es un día histórico porque después de tantas luchas, de los compañeros que desaparecieron, de los organismos de derechos humanos y de organizaciones sindicales como las nuestras por fin encontramos que la memoria y la justicia se hicieron presente.
Es un hecho muy significativo para que el pasado y futuro de nuestro país. Hay ahora un camino que recorrer, pero Argentina, gracias a la acción de todos esos actores ha dado pasos trascendentes como casi ningún otro país ha concretado. Esto no es menor y nos da fuerza para festejar ahora y para seguir adelante después.