La diputada Liempe reflexiona sobre las partidas asignadas para cada ministerio en el Presuesto 2015 propuesto por la gestión Scioli.
Por Rita Liempe*
Como todos los años, en esta época, comienza el análisis y el debate respecto de lo que los gobiernos nos cuentan sobre la planificación de políticas para el año siguiente. Hablamos de los presupuestos que los gobiernos nacional, provincial y local presentan en sus respectivas cámaras legislativas. La ley de leyes, el Presupuesto. Allí donde se dice que van a hacer y de dónde saldrán los recursos.
Como primera cuestión, en lo que respecta a la provincia de Buenos Aires, desde Unidad Popular hemos remarcado ya por tercer año consecutivo que lamentablemente no podemos dejar de decir que todos y cada uno de los proyectos presentados fueron un dibujo.
No solo eso: también que su aplicación es ficticia, que año tras año hemos observado subejecución en las áreas relacionadas con las problemáticas sociales y sobre todo con la niñez, vemos cómo se anuncian obras que nunca se terminan y como esa desidia causa hambre y muerte desde nuestros hogares hasta nuestras intransitables rutas de la provincia.
Este presupuesto bonaerense, si bien sabemos es ilusorio y que a posteriori el Ejecutivo con sus facultades lo maneja a su antojo, muestra la cara de una política que se repite año tras año. Con la excusa de combatir la inseguridad se sigue profundizando un modelo que excluye y sobre todo a los que menos tienen.
Los números son claros: al Ministerio de Seguridad se le otorga un incremento presupuestario del 60%. Mientras los fondos destinados a niñez poseen un incremento del 30%, tal incremento, obviamente, va a ser devorado por la inflación al igual que los fondos dirigidos a educación.
Otro dato que nos aterra es que en salud el falso incremento no llega al 30%, es decir, que si se tiene en cuenta la inflación real esto significa un ajuste, mientras nuestros hospitales provinciales se caen a pedazos, no tienen insumos, están azotados por la violencia y el abandono y parece que el gobierno provincial desea que así sigan funcionando.
Como trabajadores no podemos dejar de preguntarnos de que sirve discutir un presupuesto en una provincia desfinanciada y en bancarrota. Donde lo “planificado” no se concreta y donde los trabajadores que la sostienen no son contemplados. Ni siquiera se preveen los aumentos salariales del año próximo.
Otra vez, la “Gestión Scioli” utiliza los fondos de Instituto de Previsión Social (IPS) para tratar de ocultar su rojo financiero, decimos tratar porque ya sabemos que lo hace sistemáticamente. Todo lo contrario a lo que debería ocurrir, un IPS con presupuesto y gobierno propio para que no se malgasten los recursos de los trabajadores y jubilados.
Los trabajadores estatales son los que hoy mantienen con mucho esfuerzo la prestación de los distintos servicios que debe brindar la provincia. Por eso nos preguntamos: ¿está mal reclamar salarios dignos?, ¿qué todos los chicos vayan a la escuela a educarse?, ¿qué podamos vivir sin miedo?, ¿qué los hospitales funcionen como corresponde?.
Año tras año somos testigos de la misma mentira y la misma trampa. Todos estamos viendo que con los fondos de los bonaerenses estamos solventando la ola naranja del gobernador Scioli, la dirección es clara: más propaganda, menos comedores, menos salud publica, menos educación, y una falsa y demagógica política que dicen es de seguridad.
*Diputada bonaerense por el Intrumento Electoral por la Unidad Popular
Presupuesto bonaerense: La mentira reflejada en la ley de leyes
28/10/2014