El auditorio ubicado en el primer subsuelo del edificio anexo del Congreso Nacional se convirtió en la tarde de ayer en el escenario por el que desfilaron durante casi dos horas las emociones de auténticos luchadores, hombres y mujeres, que fueron distinguidos como Forjadores de Unidad Popular. Este homenaje, organizado por la mesa nacional del Instrumento Electoral por la Unidad Popular, reconoció a estas vidas dedicadas íntegramente a la construcción colectiva en distintas disciplinas.
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El encuentro lo abrió Víctor De Gennaro, presidente del partido y diputado nacional, con unas breves palabras en las que expresó que “la unidad popular es más importante que el partido. Para nosotros, esta construcción colectiva que estamos realizando hace 10 mil años. Patria es la que expresa esa unión que hemos sentido en algún momento, que es que hay una Nación que está levantándose y un pueblo en construcción. Y, evidentemente, nosotros nos sentimos parte de él. Es mucho más grande que este Instrumento por la Unidad Popular”.
Asimismo, se mostró orgulloso y agradecido a la vez con los homenajeados, a los que el candidato a presidente les dijo que “ustedes son una buena noticia. Gracias por existir. No tenemos dudas de que son nuestros forjadores y estamos orgullosos de que lo sean, porque son los principios con los cuales vamos a construir una nueva Argentina para la felicidad del pueblo. Así como lo gozamos nosotros, esperamos que lo gocen ustedes».
El primero en subir a recibir el reconocimiento fue el educador neuquino Orlando “Nano” Balbo, discípulo de Paulo Freire, que fue secuestrado y torturado. Se dedicó a la educación de adultos y hoy sigue vinculado a diversas actividades políticas y culturales a través de la CTA: “este premio lo resolvió un cuerpo orgánico y yo, como militante, aprendí que lo que resuelve se acata”, dijo con una pizca de humor.
A continuación, se presentó la distinción a Mirta Baravalle, una de las 12 fundadoras de las Asociaciones Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, quien no pudo asistir. En representación suya, lo recibió María Teresa Núñez, que agradeció en su nombre.
Leandro Despouy, presidente de la Auditoría General de la Nación, fue el siguiente en ser distinguido. Carlos Custer, quien le entregó la pequeña escultura metálica, lo definió como “un militante comprometido”. En ese sentido, y en medio de sus palabras de agradecimiento, ratificó que “voy a seguir en esa línea. Así como hemos vencido las adversidades del pasado, vamos a seguir presentes en las luchas por venir, porque nuestra función no sólo requiere objetividad sino también muchos rasgos de valentía. Y para eso, hay que encontrar a gente como ustedes. Y hay que decir las cosas por su nombre: si por pensar con el corazón nos dicen que somos de izquierda, yo también lo soy”, sentenció.
Seguidamente, la personalidad reconocida fue una muy querida para todos los presentes: Elia Espén, de Madres de Plaza de Mayo, línea fundadora, recibió con alegría y mucha emoción su distinción: “siempre luché por la verdad. Suponer no sirve de nada. Mi hijo me decía que había que pelearla siempre. Y eso es lo que hago».
Pablo Pimentel, presidente de la Asamblea por los Derechos Humanos de La Matanza, subió a continuación para recibir su premio, que agradeció en nombre de Luciano Arruga, Gabriel Blanco, sus familias, y de los hermanos de los Pueblos Originarios. Puntualizó que “ojala que los organismos de derechos humanos que en los últimos años han perdido un poquito el rumbo vuelvan, porque fueron creados como trinchera de lucha y no para acompañar a ciegas a un gobierno».
Uno de los momentos más especiales fue la entrega del reconocimiento a la líder espiritual y luchadora por los derechos del Pueblo Huarpe, Paz Argentina Quiroga, Anta, quien, ataviada con ropas típicas, saludó en su lengua natal, y dirigió al auditorio unas palabras que se extendieron por más de 10 minutos. “Es la primera vez que mi pueblo recibe un reconocimiento y una mención en este punto del territorio. Y lo hago con todo el corazón dando gracias a la esencia de este movimiento, y el deseo de que sea plurinacional y pluricultural. Siento que dicha esencia está presente. Y es como un homenaje a las abuelas y a los abuelos ancestrales que palpitan en nuestra sangre más allá del tiempo. Finalmente, recordó que la cultura es el movimiento más importante de la actualidad.
El ex sacerdote tercermundista y dirigente de PARES Santa Fe, “Pepe” Serra, también recibió su distinción y tuvo su momento, en el que reconoció que “estamos en una crisis civilizatoria, en parte porque tuvimos una cosmovisión antropocéntrica y no miramos a la madre naturaleza. Hoy estamos viviendo la consecuencia.”, añadió. “Hay un gran cinismo, del cual todos somos concientes. Hoy, la plata se cocina y se adoba en los paraísos fiscales. Lo que hay que cambiar es el horizonte de transformación. Muchas veces, ganando se pierde y al revés. Hoy ya no se puede hablar de revolución porque te miran torcido. Hay que hablar de cambio sistémico”, aclaró con un tono de fino humor e ironía y agregó que “por lo menos, toquemos la renta financiera.”
Después fue distinguido Luis Miguel “Vitín” Baronetto, militante de los derechos humanos y de la Causa de Monseñor Angelelli en Córdoba, quien le dedicó este premio a Marta, su novia en 1976, que fue fusilada por fuerzas de la Dictadura el 11 de octubre de ese año: “yo creo que es más para ella y los que no están.” Recordó algunos momentos de su juventud y lo que aprendió viviendo en una villa: “allí la gente nos enseñó que la militancia era una opción personal pero que no servía para nada si no hay agua y barro, o sea, si no hay movimiento colectivo ni adonde meterse y hacer el enchastre. Entonces no puede ser personal. Así lo tomo yo.”
Elías Moure, dirigente la Mesa Coordinadora de Jubilados y Pensionados de la CTA, que en los últimos años ha enseñado el vínculo que hay en la lucha por la dignidad en todas las edades de la vida, fue uno de los más aplaudidos de la noche. Con alguna dificultad pudo hablar algunos minutos, recordó que se cumplen 18 años del primer congreso de la CTA. Calificó a los jubilados como “clase obrera” y mencionó las 1178 marchas que lleva hechas la clase pasiva en nuestro país. “Nosotros no peleamos por la guita. Lo hacemos por la dignidad. La de todos los trabajadores. Hay que poner pasión y coraje. Ante ustedes, me comprometo a seguir haciéndolo.”
La siguiente en recibir su reconocimiento como Forjadora de la Unión Popular fue Laura Ginsberg, líder de APEMIA, que además había perdido a su marido, José Enrique, en el atentado a la AMIA. Se dirigió brevemente a los presentes diciendo que “uno a veces empieza a hacer cosas en relación a situaciones personales que después se hacen más generales y grandes. Se empieza a recorrer un camino que jamás imaginó. En ese transitar se aprenden muchas cosas, se comparten muchas vivencias, de las buenas y de las malas, y creo que también sembramos desde este lugar un aporte en el camino de saber la verdad y de terminar de una buena vez por todas con la impunidad que a cada uno de nosotros nos toca vivir.”
La pedagoga política y filósofa Isabel Rauber fue la última en recibir su distinción. Agradeció a la Revolución Cubana por ser quien es, y dijo que “no cree en el intelectual alejado de la gente. Y si trabajamos para el premio, estamos mal. Por eso, recibir un reconocimiento es muy fuerte, y una gran caricia para el alma. Me hace muy bien.” Con la voz quebrada, recordó a “todos los compañeros de nuestra historia, que no es de 20 años ni de 30. Es de siglos de pueblos originarios masacrados, pisoteados y de este tiempo histórico que se nos abre para terminar con el crimen y luchar por la reivindicación de la dignidad de los pueblos. Y esta es una tarea de todos».
María Isabel “Chicha” Mariani, fundadora e integrante de Madres de Plaza de Mayo, también fue premiada aunque no pudo asistir. Se excusó mediante una carta en la que se complacía por el honor de recibir este reconocimiento. Josefina “Pepa” Noia, otra de las fundadoras de Madres, también se ausentó por motivos de salud, aunque la distinción la recibió su hija Margarita, quien dijo que su mamá hay cosas que olvida y otras que no: “cuando la operaron hace unos meses, todavía estaba un poquito inconsciente y nombraba a mi hermana desaparecida y le preguntaba donde estaba. Su memoria podrá olvidar muchas cosas, pero no a su hija, su lucha, ni al pedido de memoria, verdad y justicia.
Alberto Morlachetti, fundador y coordinador del Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo, y Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz fueron otros de los que no pudieron estar presentes en este acto de reconocimiento.
También fueron parte del acto el dirigente de Patria Grande, Nacho Kotzer; del PCR-PTP, Otto Vargas; de Emancipación Sur, Jorge Cardelli y Claudio Giorno; y de Camino de los Libres, Lucía Vassallo. También estuvieron Julio Macera, vicepresidente de UP CABA, el secretario general de ATE, Julio Fuentes; y Jorge Yabkowski, secretario de Salud Laboral de la CTA; la diputada provincial por PARES-UP, Verónica Benas; Hugo Godoy, presidente de UP Buenos Aires; el presidente del bloque UP, Claudio Lozano; el secretario de Relaciones Institucionales de UP, Adolfo Aguirre; la secretaria de la Mujer, Nina Brugo; la secretaria de Derechos Humanos, Graciela Iturraspe; el secretario de Relaciones Internacionales, Carlos Custer; el secretario de Juventud, Leonardo Vásquez; la secretaria de Previsión, Olivia Ruiz; la vicepresidenta de UP, Marta Maffei; el apoderado de UP Nacional, Pablo Sanseverino; el diputado nacional de PARES-UP, Antonio Riestra; el presidente de UP CABA, Fabio Basteiro; la secretaria de Pueblos Originarios; Miriam Liempe; y la directora de Coordinación Comunitaria, Laura García Tuñón entre otros.
Para cerrar la velada, un cuarteto integrado por músicos de diversas orquestas interpretó algunas canciones populares.