El referente de UP Santa Cruz se refirió a la crisis hídrica que padece la ciudad petrolera del norte provincial.
(Tiempo Sur) Así describió la situación social y económica de Caleta Olivia, el referente provincial de Unidad Popular Santa Cruz, Alejandro Garzón, quien se manifestó públicamente a raíz de la crisis hídrica que padece la ciudad del norte santacruceño, lo cual ha llevado a cerrar escuelas, generar problemas entre vecinos y predisponer negativamente a la sociedad, cuando precisamente, Caleta Olivia es el centro productor de petróleo de la provincia y vive (históricamente) una escasez de agua irremediable, que viene de la mano de las malas políticas, la corrupción y los negociados con las empresas extranjeras que explotan las riquezas mineralógicas y no dejan nada en infraestructura y crecimiento en la región.
“Como hombre de Caleta Olivia, como ciudadano de Santa Cruz y como dirigente político de Unidad Popular en esta provincia, creo que me asiste el derecho de opinar con conocimiento de causa, sobre lo que está sucediendo en nuestra querida ciudad y por eso no dudo en decir que los caletenses están como en Arabia Saudita, donde vale más el agua que el petróleo sobre el cual están asentados, pero también digo que nos parecemos a un país africano, porque sufrimos la falta de agua potable y el pueblo está sumido en la sequía hídrica y también económica de la región”.
“Como dirigente político no puedo entender cómo desde aquellos gobiernos que encabezó el ex presidente Néstor Kirchner en los ’90, hasta la fecha, el oficialismo, que ha cambiado de cara pero no de camiseta, siguen discurseando, siguen facturando obras y Caleta Olivia sigue sin agua -continuó Garzón. No es comprensible, mirándolo en perspectiva, que algo como esto pueda ocurrir si no es intencionalmente”.
Por otra parte, el dirigente recordó que “en octubre del año pasado, en medio de un caos total donde se dictó la emergencia hídrica en Caleta Olivia, la Presidenta anunció obras para solucionar ‘definitivamente’ el problema histórico que arrastra la ciudad. Se habló mucho, se puso mucha plata en la mesa desde Nación, más de 300 millones para un acueducto, y se logró el propósito más importante: darle la obra a un amigo del poder, a Cristóbal López. Desde aquel día en que los vecinos salieron con las cacerolas a exigir atención y agua en las canillas, pasó un año y Caleta Olivia sigue sin agua en los domicilios y los vecinos siguen caminando por la calle con los bidones y haciendo sonar las ollas, en un auditorio político de sordos».
Garzón afirmó que todo esto le da «da vergüenza y mucha tristeza», y rememoró los tiempos en que el gobernador Peralta «estaba peleado con la Presidenta y se desentendía del tema como si la falta de agua de Caleta fuera solo un problema nacional. Y cuando volvieron a estar de acuerdo, tampoco se ocupó porque siguió peleado con el Intendente Córdoba. Es decir, que Caleta Olivia es rehén de los desacuerdos del Frente para la Victoria».
Asimismo, afirmó que «Caleta Olivia está peor que en la década del ’80, porque desde entonces ha multiplicado varias veces sus habitantes y en ninguno de los casos la infraestructura sanitaria de la ciudad ha acompañado el crecimiento demográfico”.
También denunció que el gobierno provincial le permite a las petroleras absorber agua «aquí nomás, del Río Senguer» y que «YPF y Pan American Energy vacían los acuíferos de agua dulce y además, los contaminan».
«Si verdaderamente, como creemos desde Unidad Popular, hemos llegado a Santa Cruz para ser los que transformemos la política, no podemos callarnos ante semejante acto de irresponsabilidad de los gobiernos municipal, provincial y nacional. No decirlo, no denunciarlo o no opinar sobre un tema tan acuciante como la falta de este elemento fundamental para la vida, sería convalidar con el silencio esta verdadera traición a la fe pública en la que incurren los gobernantes”, agregó el dirigente.
“Desde nuestro espacio político, hacemos un llamado urgente a la conciencia pública del gobierno provincial, para que el Ejecutivo deje de preocuparse y se ocupe de resolverle el problema a los caletenses. Que tanto el gobernador como sus ministros, entiendan que esta batalla por este derecho humano fundamental que se está violando en Caleta Olivia no se gana con discursos y promesas, sino con hecho concretos, con acciones y con fondos suficientes que no se despilfarren, que no se gasten mal, que no se pongan en el bolsillo de los amigos, sino en el único objetivo que merece ser atendido: la necesidad del pueblo de Caleta Olivia, de poder vivir dignamente en una provincia rica en recursos naturales y pobre en decisiones políticas”, finalizó.
Garzón: “En Caleta Olivia estamos como en Arabia Saudita, donde vale más el agua que el petróleo"
17/11/2014