Colectivo Porteño – Conmemorando el día de la soberanía, hicimos eje en tres temas: el laboral, las malvinas y el sistema de producción alimentaria. Comenzamos hablando con Sergio Grabchuk, que combatió en las Islas. Sus palabras, su voz quebrada, sus recuerdos, traspasaron el aire y nos dejaron absolutamente conmovidos. A continuación, escuchamos testimonios recogidos el jueves 20, Día de Lucha Nacional convocado por la CTA, primero en el corte simbólico realizado en Gascón y Díaz Vélez en apoyo a los trabajadores de Felfort, y luego ya en la marcha central entre la avenida 9 de julio y Plaza de Mayo, y en el acto de cierre llevado a cabo en ese lugar histórico para todos los argentinos. Finalmente, hablamos vía teléfono con Myriam Gorbman sobre la nueva Ley de Semillas, llamada “Ley Monsanto”, que busca implementar el Gobierno.
Las Malvinas son argentinas
Se cumplió un nuevo aniversario de la batalla de la Vuelta de Obligado, suceso que se recuerda en el almanaque como el Día de la Soberanía Nacional. Para hablar sobre el significado de esta palabra, nos comunicamos con Sergio Grabchuk, presidente del Centro de Veteranos de Punta Indio y afiliado de ATE quien, desde el campo, cerca de Verónica, nos relató con la voz quebrada por la emoción su experiencia defendiendo nuestras Islas Malvinas, y que sintió cuando volvió a pisar su suelo en 2012 en el marco de una visita que realizó un contingente de militantes y trabajadores de ATE. Realizaron importantes actividades como la visita al Cementerio Argentino de Darwin para rendir tributo a nuestros héroes caídos en esa querida parte de nuestra patria. Visiblemente conmovido, dijo que, si bien es muy bueno que se hable del tema, “Malvinas es todo el año, toda la vida. Es una forma de vivir. Gracias a ATE, y coincidiendo con los 30 años de la Guerra, volvimos a pisar esa tierra tan negada. Es un rincón de la Argentina que para muchos significó haber ofrendado su vida. Las emociones son encontradas, porque cuando uno va a tocar el piso, es una alegría –expresó con su voz quebrada- y una tristeza a la vez. La felicidad por tocar ese suelo argentino, del reencuentro con los que quedaron allá, y la pena por lo que pasamos en ese momento. Voy a estar agradecido toda la vida, lo mismo que mi familia y mis 4 hijos, por haber podido regresar después de tanto tiempo”. Con 51 años, todavía tiene frescos los recuerdos, las sensaciones, lo vivido en aquel frío invierno de 1982, pero como pasa siempre, todo cambia: “Uno piensa distinto. Uno madura, y las emociones de esa época por ahí no son las de hoy. Es como que se cerraron muchas puertas, pero también se abrieron otras. Ya sabemos como es toda la historia, pero el ir al Cementerio, ese reencuentro, fue muy fuerte. El viaje para mí fue una sorpresa porque yo siempre había dicho que con pasaporte no iba a ir porque las islas son nuestras, sin mi familia no voy, pero cuando llegó el momento, no dudé. Y una vez que subí al avión, y estuve en los últimos tramos, tuve la suerte de verlas porque estaba despejado, y en ese instante, se me vino cualquier cosa a la mente. Me acuerdo que estaba prohibido todo: filmar, hablar, lo que fuera. Y en el momento en el que el avión tocó tierra, se me ocurrió gritar “¡viva la Patria!”., bien fuerte, filmé todo el aterrizaje. Y pido disculpas porque quizás, por hacer algo así, el contingente que venía detrás nuestro podría haber sufrido algún tipo de represalia. Eso también hay que tenerlo en cuenta. Pero hice lo que me salió, no lo que había pensado que iba a hacer. Daba la impresión de que bajaba a un lugar donde iba a estar alguien esperándome. Y por supuesto que nos estaban esperando… eran los soldados que quedaron allá… porque físicamente no había nadie esperándonos”, describió Grabchuk absolutamente emocionado. “Yo estaba ahí en 2012, hablando con un muchacho que tuve la suerte de encontrar porque nos juntamos con un contingente de Berazategui, un compañero de trincheras, que estuvo en los últimos minutos con el único caído que tuvimos en la compañía, de apellido Indino. Y estuvimos en el lugar donde cayó. Eso fue fuertísimo. Pero nosotros estábamos contentos porque estábamos con él. Y te estoy contando esto, y río y lloro, se entremezcla todo. y la verdad que no me importa. Hay que sacar esas cosas de adentro”.
Con respecto al reconocimiento que se hace hoy a los veteranos de Malvinas, y un cambio que se fue dando en nuestra sociedad, que en un principio los vio como víctimas y hoy como los héroes que siempre fueron, Grabchuk, en su propio nombre, explicó que “hubo un gran cambio. Se dio paulatinamente. El reconocimiento del pueblo está, a veces el problema es en los medios o en la parte periodística, que hace que por ahí una vedette, por dar un ejemplo, es más importante que un acontecimiento histórico. La farándula está más presente que la historia. Sí las redes sociales, que fueron la herramienta fundamental para transmitir todo lo que sentimos y lo que tenemos guardado de Malvinas. Me he encontrado con quien me eligió para ir allá, el cabo primero González, y para mí era una muy buena persona. Yo lo tenía como un padre, sin embargo, él tenía 23 años. Yo tenía 18. Y uno ahora se da cuenta de esas cosas. Y fueron las redes sociales las que hicieron que esto explotase, a los 28, 29 y 30 años después de la Guerra. Ahora estoy viendo fotos que nunca había visto de gente que empezó a publicarlas. Pero a su vez fue difícil, porque estuvimos casi 30 años sin hablar, guardando cosas en familia, que es la que sabe todo. Pero se nos hacía dificultoso contar. Y como en todas las cosas, hay gente que cuenta verdades y otra que no. A mi no me gusta la palabra “héroes”. En absoluto. Yo, por mi parte aporté un granito de arena a la causa. Los héroes están allá. Nosotros llevamos una mochila con todo esto. Hay soldados, oficiales y suboficiales y también los que fuimos conscriptos, que no soportaron ese peso y se suicidaron. Esos también son héroes”.
20 N: Día Nacional de Lucha convocado por la CTA
A continuación y aún tratándonos de recuperar de la charla con Sergio Grabchuk, escuchamos un informe sobre el paro nacional y la gran marcha del 20 N convocada por la CTA autónoma que encabeza Pablo Micheli. Lo compartimos en dos partes: la primera, cubrió el corte parcial y simbólico realizado en la esquina de Gascón y Díaz Vélez, en defensa de los trabajadores precarizados de Felfort, en el que participaron, además, UP Comuna 6, Camino de los Libres, y distintas organizaciones gremiales, políticas y sociales.
Entre los manifestantes estuvo Julio Macera, Secretario Adjunto de la CTA Capital, quien fundamentó la importancia de esta jornada de lucha: “Para nosotros es importante que, durante todo este año, no salgan nuestros reclamos de la agenda. Que no son nuestros, expresan los de la mayoría de los trabajadores. Pedimos un bono que cubra la pérdida del poder adquisitivo. Y eso no es para la CTA. Es para cada uno de los laburantes. El 82% móvil para los jubilados. Que los planes sociales efectivamente alcancen para cubrir la canasta familiar no es una cuestión absurda que se le ocurre a un grupo de trasnochados que quiere molestar al Gobierno. Expresa la necesidad concreta y real del pueblo. Lamentó, sin embargo, que “no todos los sectores en los que se organizan los trabajadores forman parte de esto, pero para nosotros, es fundamental volver a sentar posición, y dejar en claro que las cosas están mal. Que no es cierto lo que nos cuentan. Que los trabajadores realmente estamos en problemas, que no se viene un ajuste, que hay un ajuste en marcha, y que en todo caso se está profundizando. A eso le tenemos que dar una respuesta. Decimos que no, y nos paramos con un programa mínimo. Es en ese marco, y el de esta marcha, que hacemos este corte acá para respaldar la lucha de los compañeros de Felfort, que pelean contra las mismas cuestiones que estamos reclamando: un trabajo tercerizado, donde las empresas niegan la realidad, no quieren dar aumentos, persiguen a los trabajadores y, ante el ajuste, empiezan por los compañeros que están por agencia”.
Por su parte, Mariano Pasi, secretario de Formación de CTA Regional Centro se expresó en el mismo sentido: “Hoy nos movilizamos en el marco de lo que es la Jornada Nacional de Lucha del 20 de noviembre que convoca la CTA Nacional, y nosotros decidimos venir a este punto, también para manifestar la solidaridad hacia los trabajadores de Felfort que vienen con despidos y conflictos en sus trabajos hace varios meses. Ellos se acercaron a la Mesa Capital, de ahí a la Regional y, a partir de ese momento, comenzamos a realizar acciones conjuntas como distintos cortes, ir al ministerio de Trabajo, todo en un año sumamente conflictivo, que llevó a que la CTA armara la Carpa contra la Precarización hace dos meses. Todo esto reivindica una línea de trabajo que se está llevando adelante. Y nosotros, desde nuestro lugar, queremos impulsarla”.
Por su parte, Rodolfo Vidal, delegado de Felfort, resaltó la importancia de la pelea que están dando los trabajadores de esa empresa en esta histórica jornada del 20 de noviembre: “Éste es muy importante, tanto como los otros a los que hemos asistido, pero tenemos que luchar por un encuentro único de la clase trabajadora, porque ellos tienen cómplices para explotar. Nosotros tenemos que tener aliados para pelear. Y eso es fundamental. Por eso, los trabajadores tienen que entender el porque de esta marcha y de todas las que tenemos que llevar adelante para oponernos al fraude, al pago de la deuda, para luchar por el bono de fin de año, que es muy importante, y por la reapertura de paritarias y también por toda la parte económica, que nos está apretando a diario”.
Luego de la pausa, y en la segunda media hora, continuamos con este informe, esta vez, con testimonios recogidos en la marcha central hacia la Plaza de Mayo y en el acto de cierre de esta gran jornada de lucha. En medio de miles de compañeros llegados desde todo el país, hablamos con Víctor De Gennaro, diputado y precandidato a Presidente de la Nación por UP, quien nos dio su parecer sobre la marcha, la coyuntura por la que estamos atravesando, y los pedidos de los trabajadores para paliarla: “Esta marcha demuestra que hay una crisis que el Gobierno está provocando para favorecer la política económica de concentración de la riqueza en pocas manos. No es una crisis neutral: concentra y extranjeriza la minería, la soja, la riqueza ictícola, el petróleo, y en el sector financiero. Y lo que reclamamos es abrir para solucionar los problemas de la gente. Y muestra a la CTA que encabeza Pablo Micheli acá y en todo el país a la vanguardia del reclamo popular. Hay que sobrevivir, “¡Ya el bono!!, apertura a darle un aumento de emergencia a los jubilados, ese Bossio es un inmoral. Él no cobra 4200 pesos. Tiene un sueldo 30 veces mayor, entonces, basta de verso. Hay que cambiar el modelo y aquí está la fuerza organizada, que, para mi alegría, hoy es 3 veces más grande que la de 2001, por eso, podemos soñar con un país diferente, y hacia eso hay que ir”.
Luego hablamos con José Luis Matassa, Secretario General de ATE Capital, quien se preparaba para ir a la cabeza de la marcha con una gran bandera sostenida por él y otros importantes representantes gremiales, políticos y sociales: “Seguimos planteando el problema del impuesto a las ganancias. No puede ser que exista algo así sobre la fuerza de trabajo de cada uno de nosotros. Y no sólo que no esté en el próximo aguinaldo sino que se lo elimine directamente. Y fundamentalmente, acompañamos y es parte de nuestra pelea el bono de fin de año de 4 mil pesos para cubrir la pérdida del poder adquisitivo que sufrimos los trabajadores producto de la inflación”.
Para cerrar esta jornada de histórica marcha, y luego de las palabras de compañeros de distintas organizaciones políticas y sociales, Pablo Micheli Secretario General de la CTA Nacional, se dirigió a la multitud que colmó la Plaza de Mayo. En este informe compartimos algunos de sus conceptos más importantes: “¿Cómo es posible que el Papa, que es una figura que está conmocionando, conmoviendo a todos los habitantes de la Tierra, tenga la generosidad de escucharnos cuando le vamos a plantear los problemas y que nos responda “que hay que luchar”, y con esas palabras, “para que haya tierra, trabajo y techo para todos”? Si uno ve las estadísticas de nuestro país, hay millones de trabajadores que no tienen vivienda, que viven en la precariedad laboral, que trabajan en negro o que tienen que hacer changas, o trabajar en cooperativas con sueldos miserables. Que no tienen la posibilidad de ser los dueños de un pedazo de tierra, que está concentrada en muy pocas manos. Tenemos que exigir que sea para el que la trabaja. Para mí, eso se llama reforma agraria. Y si el Papa está en condiciones de decir esto, de llamarnos a luchar por todo esto, ¿cómo puede ser que este Gobierno no tenga la deferencia de decir “hay que juntarse, convocar a una mesa de diálogo para discutir los problemas”? ¿Cómo es posible que no tenga un poquito de sentido común? La explicación es que lo único que está buscando el Gobierno con esas declaraciones es que haya una situación incontrolable en diciembre. Por eso nosotros decimos que tenemos que dejar de lado las diferencias secundarias, llamar al resto de las organizaciones sociales, a los que están dispuestos a pelear, no sólo a hacer comunicados sino a estar en la calle. A los gremios del transporte, que va a salir a parar y a todos aquellos que están luchando por las mismas causas que nosotros. Tenemos que juntarnos en una gran acción en diciembre porque si no hay respuesta a estos puntos que estamos planteando, tendrá que continuar la lucha y no vamos a terminar el año tranquilos. Lo vamos a terminar movilizados y con un paro, una movilización o las dos cosas, pero en la calle, porque no la vamos a abandonar. Ése es nuestro compromiso”.
Nueva Ley de Semillas, otra embestida del Gobierno
Uno de los proyectos más polémicos que impulsa el Ejecutivo es la denominada “Ley Monsanto” de semillas. Para conocer más sobre este tema, hablamos con Myriam Gorbman, Coordinadora de la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la carrera de Nutrición de la UBA. A forma de adelanto, nos comentó que “hay un paquete de leyes que están apareciendo entre gallos y mediasnoches, aunque algunas de ellas son bastante viejas, que están exigiendo de parte de todos los que estamos trabajando para la soberanía alimentaria, que tengas que coordinarnos y articularnos para formar una masa crítica que haga retroceder estas aberraciones. Esto va a afectar la vida y el futuro, no solamente nuestro sino de las generaciones futuras en la medida en que se siga avanzando, cuando ya hay pruebas científicas que están demostrando que significan los transgénicos y la presencia de estas empresas en nuestro país”.
En cuanto a ese significado, Gorbman reveló que “no se ha dado difusión al documento de la reunión científica que se hizo en China, convocada por ellos, donde ya están señalando los problemas tremendos que tuvieron en estas dos últimas décadas por el consumo de aceite de soja. Ya se está prohibiendo y retirando en el ejército la alimentación a base de estos derivados de la soja. Imagínense en las escuelas y en los miles de niños chinos el efecto que esto puede producir. Así que si nosotros no aprendemos de ahí, no vamos a tener a quien vendérsela”, sentenció.
Con respecto al patentamiento de las semillas y la “Ley Monsanto”, puntualizó que “cuando hablamos de patente, estamos hablando de cambiar la vida. Es de patentar la vida, la naturaleza y lo que se ha logrado a través de siglos de lo que la humanidad ha ido construyendo y alimentando a los miles de millones que hemos habitado hasta ahora este planeta. Esto es lo que debemos tener en cuenta como riesgo. Es una falacia eso de que los transgénicos van a terminar con el hambre en el mundo. Ya se demostró hace un tiempo cuando salió aquel material de Greenpeace donde se decía “Cosecha récord, hambre récord”. Tenemos cada vez más hambrientos pero a la vez cada vez más obesos. Nosotros tenemos un coletazo que no es solamente la siembra sino que también tenemos que ver que más de 1000 artículos que están en las góndolas de los supermercados tienen derivados transgénicos, como la leticina de soja, y otras cosas por el estilo, que están sobre todo en las golosinas y en estos tipos realimentos que están envenenando a nuestros chicos. Tendríamos que desarrollar una campaña para que los consumidores se enteren de todo esto. Si todos consumimos, no es un problema reducido. El problema de las semillas no es solamente de la gente del campo sino que nos compete a todos”.
Gorbman definió a ésta como “una política de Estado, que no arranca en 2003 sino que tiene antecedentes a partir de 1996 cuando Felipe Solá firma el tema de las semillas transgénicas. Pero en realidad, estas innovaciones y esta dependencia tecnológica que nos genera, no viene de hace 10 años sino que tiene precedentes muy arraigados. Nosotros, directamente, nacimos como Nación con la mira puesta en la exportación. Entonces, descuidamos el mercado interno desde la venta de los cueros para acá, y hemos fortalecido a una oligarquía y hoy tenemos sus nuevas formas de la que ya antes denostábamos”.