Este 18 de diciembre, el centro de la ciudad de Buenos Aires volvió a llenarse del sonido a marcha. Y de sus colores. Miles de compañeros marcharon desde el Obelisco hasta la plaza de todos para volver a pedir el bono de fin de año de 4 mil pesos que algunas provincias dieron pero que el Estado Nacional y el de la Ciudad siguen negando sistemáticamente. A este reclamo se le sumó el ya histórico del 82% móvil para los jubilados. Precisamente, fueron los integrantes de la clase pasiva los que se destacaron al organizar un brindis con pan y agua del que participaron trabajadores y representantes de las organizaciones políticas, gremiales y sociales que se participaron de esta jornada de lucha.
El diputado nacional por Unidad Popular Claudio Lozano estuvo entre quienes encabezaron la nutrida columna de manifestantes. Durante la caminata se refirió a esta nueva jornada de lucha: “primero destaco la coherencia política de una central que cuando tiene que estar en la calle está, y cuando aparecen las migajas del Gobierno no las acepta como si fueran un cambio sustancial. Es una vergüenza que, por el solo hecho de haberle quitado el impuesto a las ganancias al aguinaldo, se hayan borrado todos de lo que era absolutamente imprescindible y necesario dado el año que hemos tenido, que era hacer un fuerte paro nacional para despedir el año”, apuntó Lozano. A modo de balance de lo que fue este 2014 en cuestiones económicas y sociales, destacó que “hubo una destrucción de 400 mil puestos de trabajo, hay una caída del poder adquisitivo, hay un proceso de ajuste en curso, hay un Gobierno que está entregando nuestros hidrocarburos a las petroleras privadas trasnacionales, que está entregando las comunicaciones a las telefónicas, y hay una estrategia que tiene puntos de contacto con la recomposición de un orden conservador expresado en la herencia de Scioli, Massa o la de Macri. Por lo tanto, el tema de estar en la calle para plantear la necesidad de una perspectiva distinta es absolutamente imperioso, y en ese sentido, la CTA durante todo este año ha dado cátedra”.
Para Lozano “el único plan que tiene el Gobierno es mantener quieto al dólar. Lo único que les preocupa es garantizarle a los exportadores, a los bancos y a las aseguradoras instrumentos que les permitan asegurarles sus rentas en moneda norteamericana. Les están dando seguros de cambio que posponen y adelantan la posibilidad de una devaluación para después de las elecciones. Ellos, en todos caso, no van a tener problemas porque les van a devolver dólares. No hay ninguna preocupación en línea con recomponer la actividad económica del país, generar empleo y mejorar los ingresos, que es lo que demanda la población”.
Para el diputado, los pasos a seguir son, “para la CTA, seguir abriendo mayores niveles de movilización y organización política de los trabajadores; y para Unidad Popular, la responsabilidad de construir el frente que necesitamos para expresar en 2015 la posibilidad de una perspectiva política que le de legalidad a la lucha social”.
Pablo Micheli, secretario general de la CTA Nacional, también hizo un breve balance de este 2014 que está terminando. Afirmó que fue un año con mucha conflictividad, producto de que, desde principios de año, con la devaluación se desató un ajuste tremendo sobre los trabajadores. No es casual que es el único año en el que no se ha tocado el mínimo no imponible, donde tuvimos que llegar a esta última instancia para quebrarle la voluntad al Gobierno amenazando con la tercera huelga del año”.
En concordancia con Lozano, recordó que “lamentablemente, hay una parte del sindicalismo terminó conformándose con eso, y nosotros desde la CTA creemos que el bono de 4 mil pesos y la recomposición para los jubilados son dos reivindicaciones absolutamente justas y que por eso hoy estamos nuevamente en la calle. Terminamos el año como lo empezamos, peleando, planteando un montón de verdades respecto a la situación del aumento de los precios, del ajuste y de las paritarias, y vamos a arrancar el año que viene de la miasma manera, diciendo que no vamos a negociar aumentos salariales por debajo de la inflación, que supera el 40%”.
José Luis Matassa, Secretario General de ATE Capital, aseguró que “somos consecuentes con los mandatos de todos los trabajadores. Por eso estamos en la calle, porque no nos han otorgado el bono de fin de año, porque la precarización laboral sigue vigente y porque ante nuestros reclamos, no hay respuesta. Y si no llega la respuesta, hay calle. Por eso la CTA moviliza”. Y, ante un Gobierno que es indiferente a los pedidos de los trabajadores, la réplica de Matassa es contundente: “se sigue organizando, se sigue discutiendo junto a los trabajadores y se sigue estando en la calle. Ante la insensibilidad del Gobierno, más pelea”.
El acto de cierre de esta jornada de lucha y movilización lo abrió Marcos Wolman, secretario de Previsión Social de la CTA, quien recordó que quienes componen la clase pasiva también son trabajadores y que “este brindis, con pan y agua, nació junto a los miércoles de los jubilados. Hace 1184 semanas. 1184 brindis con pan y agua y aquí estamos, siguiendo en la lucha. Y éste es especial, porque no es sólo nuestro sino de toda la clase obrera, de los sindicatos, de la CTA, de la Multisectorial, de las organizaciones territoriales y sociales que estamos acá, que somos los que no escuchamos los cantos de sirena y no nos dejamos engañar con discursos que nos dicen que estamos mejor que nunca. El pan y el agua son un símbolo, porque hoy estamos planteando que la jubilación es un derecho de la clase obrera, y no solamente de los trabajadores actuales sino también de los futuros miembros de la clase pasiva. Hoy, el haber de 3134 pesos de bolsillo no alcanza para que más del 80% de los jubilados puedan cubrir la canasta básica para un adulto mayor, y por eso reclamamos un aumento de emergencia ya de 3 mil pesos para todas las escalas, y el 82% móvil, que es ley y no se cumple”.
Por su parte, Carlos Chile, secretario de Organización de la CTA Nacional, también dejó algunos conceptos flotando en el aire de la plaza de todos. Destacó que “venimos a sostener la pelea por los pobres de la patria, y que no existe un fin de año con tranquilidad ni con paz para los trabajadores mientras exista la flexibilización laboral y contratos basura”. Subrayó también que la lucha de los jubilados “es central” para la Multisectorial, repudió los amenazas de las que fue objeto el escritor Miguel Bonasso y reafirmó la voluntad de la conducción nacional de la central de darle continuidad al plan de pelea y a la unidad de acción para poder construir durante 2015 una agenda de los trabajadores que esté basada en la lucha de clase”.