SANTA FE.-El periodista Carlos del Frade vuelve a proponerse como diputado provincial, después de haber obtenido 60.000 votos en 2011. La hermana de «Pocho» quiere llevar a las organizaciones sociales al Concejo municipal. Reutemann, la policía y los pibes, en la agenda.
El camino de la militancia social los unió hace tiempo. Celeste Lepratti como militante social y hermana de Pocho, asesinado por la policía en las represiones de diciembre de 2001, y Carlos del Frade como periodista e investigador. De cara a las próximas elecciones, se encuentran unificados en el proyecto del Frente Social y Popular. Ella como candidata a concejala en Rosario, y él como candidato a diputado provincial buscando recuperar la banca que asegura ganó en 2011 y le fue negada «por un decreto vigente desde la última dictadura». El tráfico de drogas y armas, su estrecha relación con la complicidad política, policial y judicial, y la complicada situación de los sectores populares como consecuencia, son los temas que resaltan en sus agendas. Sin embargo, la coyuntura política ventiló en los últimos días una vieja disputa. La reaparición del senador nacional Carlos Reutemann y su arreglo preelectoral con el PRO trajo a colación uno de los pilares de la lucha de Lepratti y del Frade.
«A trece años del asesinato de Pocho y la masacre del 2001, seguimos esperando que rinda cuentas. Nada de esto es ingenuo y tiene que ver con seguir profundizando su impunidad», explicó Celeste sobre la reaparición de Reutemann en los últimos días. «Primero apareció cuando lo dieron por muerto en un accidente, después se lo vio en la marcha por el fiscal Nisman, y luego su acuerdo con Mauricio Macri y su apoyo a Miguel Del Sel. Es una historia que se repite, porque él lo vivió cuando fue elegido por Menem. Hoy es uno de los mejores alumnos del modelo neoliberal», dijo en contacto con Rosario/12. Para Lepratti, Reutemann es sinónimo de impunidad. El ex gobernador de la provincia de Santa Fe es señalado como responsable político de los crímenes del 2001 y las inundaciones del 2003. Por los primeros hechos nunca fue citado a declarar por la justicia santafesina. Por la catástrofe hídrica sólo lo hizo como testigo y por escrito. «Hay una condena social, que no traen los jueces corruptos. La justicia la construimos entre todos desde abajo. Reutemann hoy puede marchar en el 18F pero no caminar en una calle santafesina sin custodia», remarcó Lepratti.
Para Carlos del Frade, el acuerdo del ex gobernador con el PRO es «el cauce natural de la manera de entender al peronismo como la expresión política del poder económico». «Eso fue el menemato, y hoy el PRO es la continuidad de aquel conservadurismo en el que se ubica Reutemann», dijo a este diario el candidato a diputado. Las privatizaciones del Banco de Santa Fe y la Dirección Provincial de Obras Sanitarias, como la designación de ministros de la dictadura durante su gestión, son algunos de los puntos que suma a su historial el ahora candidato del PRO. «Reutemann es la expresión política de una minoría santafesina que desde hace tiempo ha generado una política a favor de pocos y ha generado este presente injustamente repartido que tiene hoy la provincia de Santa Fe», analizó del Frade. A su vez, consideró que hay una relación directa entre el escenario político y judicial que permite la permanencia de Reutemann como senador y candidato, con el quite de su banca lograda en las elecciones del 2011. «El primo de Reutemann, Rafael Gutiérrez, como presidente de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, fue el que convalidó de forma vergonzosa que en plena democracia se aplicara un decreto de la dictadura para estafar a 60 mil santafesinos que nos habían elegido como diputado provincial», recordó.
Policía y narcotráfico
No sólo del pasado vive el prontuario del ex gobernador provincial. Hasta la actualidad, las consecuencias de su gobierno se hacen sentir con el crecimiento sin escalas de los negocios delictivos que fueron recrudeciéndose durante la gestión Reutemann. Un producto directo de esta situación es la cuestionada policía de la provincia de Santa Fe. Como periodista, del Frade investigó los pormenores de una institución que demostró estar corrompida, y ahora como candidato intenta proponer lo que puede significar un cambio estructural.
«La policía garantiza el orden del sistema desde los negocios ilegales que son el tráfico de armas y de drogas. Su distribución está garantizada por el principal cartel que es la policía santafesina», analizó. Respecto las líneas principales para revertir esta realidad, del Frade sostuvo: «Hay que promover campañas de desarme en la provincia, establecer control social sobre la policía, y control bicameral, que no sea sólo el partido gobernante el que controle a la policía sino todas las fuerzas políticas con representación en la legislatura».
La vinculación del poder político y las fuerzas de seguridad con el narcotráfico es un tema que preocupa. Del Frade recuerda la marcha multitudinaria del 25 de junio de 2013 y el estancamiento del proyecto colectivo para combatir la problemática luego de la movilización. «Dio la sensación de que ningún partido político quería hablar de sus responsabilidades», sintetizó. Además, señaló a los gobiernos socialistas como responsables de permitir el desarrollo de este negocio: «No tuvieron la valentía de sacarse de encima a los nichos corruptos de la policía que tiene vasos comunicantes con los nichos corruptos de la política».
Hoy, considera que la urgencia es «empatarle a la seducción de las drogas en los barrios», en un contexto social donde los principales afectados pertenecen a las juventudes de los sectores populares. «El narcotráfico es una etapa más del desarrollo del capitalismo. Primero sufrimos la destrucción de los puestos laborales en los barrios, y nuestra juventud no tuvo de dónde agarrarse para seguir. Después del 2001 vino la reactivación económica que nunca puso algo en el agujero que había quedado con el desempleo, y ahí se instaló el narcotráfico». Trabajo, deporte, cultura, y alegría, son las propuestas principales que surgen como respuesta a la juventud de las barriadas populares asediadas por la exclusión.
Construir desde abajo
«Estoy motivada por creer que desde otros lugares se puede empezar a transformar», afirmó Lepratti. Cuenta que se convenció de candidatearse al Concejo Municipal conmovida por la situación que atraviesan los barrios de la ciudad. «Hay organizaciones sociales peleándola desde el territorio para que esto cambie, pero sin el respaldo, ni los recursos, ni la voluntad política que se requiere de otros espacios para que eso lleve a una transformación de fondo. Creemos en el poder del pueblo para construir desde abajo», analizó.
En este sentido, vuelve a aparece la niñez y la juventud como protagonistas de un cambio necesario. Como docente -da clases en EEMPA de los barrios Ludueña, Industrial y 7 de Septiembre- puede ver las cotidianidades de las barriadas que abarcan desde la juventud a la adultez. «Las personas que llegan a estas escuelas tiene casi todos sus derechos vulnerados, nos encontramos con realidades muy duras. Entonces desde lo que la escuela hoy puede brindar muchas veces no alcanza, se necesita trabajar en otros espacios para mejorar las condiciones de vida de manera integral». En esta línea, Lepratti remarcó la necesidad de que el Concejo Municipal le abra las puertas a la Declaración de Emergencia en Niñez y Juventud: «Aceptarla implicaría poder abordar la situación a fondo con otro tipo de recursos, materiales y humanos, y trabajar integralmente lo que sucede con los chicos».
Por su parte, del Frade adhiere a la idea de brindar mayor posibilidad de trabajo a las organizaciones barriales para enfrentar la desigualdad. «Se tiene que dar la lucha desde el barrio, desde abajo hacia arriba, porque desde arriba sólo vienen los negocios. Hay que dar lugares a las experiencias sociales que queremos llevar a la legislatura», sostuvo el periodista. En este sentido agregó: «Si se tiene una banca o un elemento del presupuesto para democratizar el trabajo en las 363 comunas y municipio de la provincia de Santa Fe, tendríamos un presente diferente».
Como contracara a estas propuestas, la actualidad rosarina y en el resto de la provincia muestra una gran cantidad de muertes violentas, relacionadas al narcotráfico y al abuso de poder de las fuerzas de seguridad. Para que el cambio comience a darse, desde el interior del proyecto -que abarca tanto la militancia social como el plano electoral- plantean la urgencia de iniciar un proceso fundamental a nivel político. «Se tienen que ofrecer políticas que mejoren la calidad de vida, y no destinar grandes presupuestos a un sector que pide más policías», aseguró Lepratti. «Es evidente que la llegada de más fuerzas no da resultados, no se fueron los narcos ni se deja de matar a los pibes, ni menos chicos consumen o dejan de estar atrapados en negocios como la trata de personas o el tráfico de armas. Eso es una decisión política. Los recursos deberían estar destinados a proyectos para la vida».
Fuente: Martín Stoianovich, diario Página/12 Rosario
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