El precandidato a jefe de Gobierno porteño por Camino Popular habló en esta entrevista sobre actualidad y contó sus propuestas.
(Colectivo Porteño) El precandidato a Jefe de Gobierno por el Frente Camino Popular estuvo en nuestros estudios para hablar de sus propuestas de gobierno y hacer un análisis de la situación actual en la Ciudad. También declaró en exclusiva que su compañera de fórmula será Patricia Walsh. A continuación, algunos fragmentos de la conversación que podés escuchar completa al pie de esta nota.
– ¿Cómo nació Camino Popular?
El Frente Camino Popular nació hace 2 años en el marco de las elecciones del año 2013, en un contexto donde se dio una situación de mucha confusión, en donde las experiencias que se denominaban de centro izquierda como el caso de Proyecto Sur de Pino Solanas o el caso del Frente Amplio Progresista -todas experiencias que nosotros en su momento acompañamos, participamos, fundamos- en lugar de continuar con la tarea de crear una propuesta política distinta a las estructuras tradicionales de nuestro país, tomaron el atajo de volver a abrazarse a los radicales, a estructuras viejas que todos sabíamos que tenían una orientación conservadora, y tiraron por la borda todo lo que habían dicho hace muchísimo tiempo y se dejaron llevar por cierta lógica que se instaló mucho y que sigue presente, que es la lógica K – Anti K. Y en nombre de estar en contra del Gobierno se juntaron con cualquiera dando vida a lo que se presentó como una cosa sumamente democrática cuando en la práctica era casi un rejunte, que fue la experiencia del denominado UNEN. En ese contexto, nosotros dijimos que eso no iba a ningún lado, que iba a estallar por el aire, que era hacerle perder el tiempo a la gente, que era volver a recorrer caminos ya fracasados, que rea repetir lo que fue la historia de la Alianza, que era repetir un montón de cosas que ya sabíamos que iban para atrás. Por eso, en ese marco, el de 2013, creamos Camino Popular con todos aquellos que, conscientes de esa situación, no se dejaron llevar por ese acto de confusión o en algunos casos de oportunismo.
-De hecho UNEN no existe más…
El UNEN estalló por el aire. Una parte se ha transformado en casi una especie de colectora del PRO; Pino Solanas casi terminó hablando con Massa para formar una colectora con él en la ciudad de Buenos Aires, buena parte de los otros son esquirlas del UNEN que están dando vueltas por allí, y que además, en la Legislatura en estos dos años buena parte de los legisladores del UNEN junto con los del Frente para la Victoria han servido para ser cómplices de la experiencia Macrista.
Por lo tanto, en este sistema político asociado a la comunidad de negocios, Camino Popular es un frente que se plantea con autonomía para poner un límite a una experiencia que desde nuestro punto de vista no resuelve los problemas de la Ciudad de Buenos Aires. Hay una batalla estratégica en la ciudad que es desnudar un modelo que ha agravado las principales desigualdades y que encima se pretende presentar como alternativa para el país.
-¿Cómo está compuesto Camino Popular?
Este frente ha crecido, tiene más componentes que los que tenía antes, pero está conformado básicamente por tres partidos políticos: está nuestro partido, Unidad Popular. Otro de los partidos que nos acompaña en aquel momento se denominaba Marea Popular y ahora se denomina Patria Grande. Son compañeros que, habiendo nacido en el marco de las luchas universitarias, han integrado ahora a nuevas organizaciones y han conformado una experiencia que incluso pretende ser un partido nacional. También nos acompaña el Partido del Trabajo y el Pueblo, que es una experiencia de mucho tiempo en la vida política y de la izquierda argentina. Hay otro tipo de agrupaciones políticas de carácter juvenil como Camino de los Libres, que tiene presencia territorial y universitaria aquí en la Ciudad de Buenos Aires. También nos acompaña una militancia social vinculada a experiencias universitarias, ambientales, sindicales, sociales, que tiene que ver con distintas instancias de trabajo en la Ciudad, en los diferentes barrios, villas, barrios carecientes, y distintas zonas y territorios porteños. Eso es Camino Popular, que casualmente ratifica su presencia.
-Y está saliendo en todos los medios de comunicación que hay tentativas para que Patricia Walsh te acompañe en la fórmula…
– Sí, y casualmente, antes de entrar aquí, me acaba de llegar un correo de Patricia muy conceptuoso donde le agradece al Frente Camino Popular el hecho de que le hayamos propuesto el cargo a esta compañera, que tuvo un papel central en lo que fue la historia de la pelea por los Derechos Humanos en la Argentina, de la lucha por los derechos de la mujer, que ha sido la autora de las leyes que anularon la Obediencia Debida y el Punto Final, y que hoy acepta gustosa acompañarnos a todos nosotros en esta experiencia para abrirle una puerta a una perspectiva distinta en la ciudad de Buenos Aires, así que estamos muy contentos de que, además de todo lo que conforma Camino Popular, estemos incorporando esta gran compañera. Así que ahí está la primicia: nuestra fórmula para jefe y vicejefe de Gobierno en la Ciudad de Buenos Aires va a ser Lozano–Walsh.
-Claudio, ¿qué es lo que te llevó este año a presentarte como candidato a Jefe de Gobierno?
Nosotros somos parte de una experiencia nacional que es el Frente Popular que integramos, y que lleva como candidato a Presidente de la Nación a Víctor De Gennaro, que intenta plantear una propuesta distinta a lo que es una suerte de horizonte conservador representado por Massa, Macri e incluso por la propia herencia del kichnerismo, que es Scioli, y con una apuesta firme, decidida, y con autonomía de las estructuras tradicionales. En ese marco, la Ciudad de Buenos Aires es una batalla electoral de carácter estratégico porque lo que está en discusión aquí, como dije antes, es un modelo de ciudad que se presenta como oferta para el conjunto del país. Y cuando uno mira esto, lo que observa es que sobre aproximadamente 3 millones de habitantes, en la Ciudad de Buenos Aires hay 270 mil personas viviendo en villas, 170 mil personas pasando hambre, más 450 mil personas en situación de pobreza, medio millón de personas que están en situación de precariedad habitacional, aproximadamente 3 mil talleres clandestinos que usan mano de obra esclava y cerca de 1200 lugares de trata de personas y de circulación de droga. Esa es la ciudad de la cual ni Macri ni Rodríguez Larreta ni Michetti hablan. Es la ciudad que hace primar el negocio por encima de la convivencia, de la desigualdad, de la fractura social y es la ciudad, en ese marco, del crecimiento de la inseguridad urbana. Ese modelo no puede ser una alternativa para la Argentina y si vamos a elecciones es no sólo para poner legisladores y ponerle límites a este modelo en la ciudad sino para desnudar que esto no puede ser la alternativa nacional de nuestro país.
-Algunos de los temas que más preocupan a los vecinos de la ciudad son la mortalidad por los accidentes viales, los prostíbulos, ingresos brutos y ABL que no paran de subir. ¿Qué nos podés decir al respecto?
– Si vamos al tema de los ingresos brutos, que tiene que ver con el bolsillo de la gente, lo que hay que decir acá es que si hay algo que caracteriza a la experiencia del macrismo es que le ha sobrado la plata, y francamente nadie sabe bien que ha hecho con ella. Los recursos en la Ciudad de Buenos Aires cuando Macri asumió en el año 2007, eran de 9 mil millones de pesos. Hoy son 85 mil millones de pesos. Es decir, se han multiplicado por 9 los recursos de los que dispone la Ciudad. Y no sólo esto, sino que ha multiplicado por 3 la deuda. Y junto con esta realidad, donde los recursos han subido, la deuda ha subido, la inversión prácticamente se mantiene en los mismos niveles que tenía al comienzo de la gestión de Macri. Por lo tanto, más que pensar en subir, lo que hay que pensar acá es en discutir en serio cómo se usan los recursos. Y uno de los criterios con que nosotros creemos que hay que dotar a la gestión en todos los terrenos: es el que la gente decida. Es decir, que se participe. Nosotros hemos seguido y estudiado muy de cerca lo que han sido experiencias que han tenido muy buen desarrollo en Brasil, como el caso del presupuesto participativo, que creemos que puede ser un eje para revitalizar el sistema de Comunas que la experiencia macrista ha vaciado prácticamente de sentido porque no le da recursos ni capacidad de decisión. Habrá que discutir la forma en que se recauda para que la Ciudad sea más justa. Que quien más capacidad económica tenga pague más, pero que quien tiene menos capacidad económica pueda ver reducido su aporte en materia tributaria. En ningún caso hay un problema de recursos en la Ciudad de Buenos Aires. Le sobra plata. Es más, hoy hay no menos de 1200, 1500 millones de dólares de deuda que no se sabe para qué se tomaron.
-En verano todos protestamos porque se corta la luz. En invierno, llueve y se inunda la ciudad. El año pasado, un analista dijo que si todo sigue igual, vamos a vivir inundados hasta el 3º ó 4º piso de las megatrorres y todos a oscuras. ¿Qué propuestas tenés para esos grandes temas que azotan todo el tiempo a la ciudad en caso de llegar a ser jefe de Gobierno?
– Hay que diferenciar temas que tienen incumbencia plena sobre la Ciudad de Buenos Aires de cuestiones que la exceden y que tienen que ver con problemas más generales que involucran a la Nación, y a la Región Metropolitana. Una de las cosas que habría que tener acá es un área dentro de la institucionalidad de la Ciudad, una suerte de ministerio que se ocupe de la Región Metropolitana. Es muy difícil resolver el tema de inundaciones, el del sistema de transportes, el sanitario, e incluso hasta el educativo si no hay una mirada metropolitana sobre el tema. Hay muchos temas en donde la ciudad de Buenos Aires, por decirlo de alguna manera, no termina en la General Paz. En segundo lugar, el tema de las inundaciones requiere dos cosas: una actitud seria de organizar mecanismos de prevención del riesgo de inundarnos para poder atender lo que son las situaciones que sabemos que se producen, y dejar de permitir que el cemento siga tapándonos, como de alguna manera ocurre en la ciudad con un sistema de desarrollo, de construcción y de negocio inmobiliario que pasa por encima de todo sin ningún tipo de planeamiento urbano adecuado, incluso construyendo metros y metros cuadrados en zonas que son inundables. Eso me parece que es un tema de fondo: la Ciudad de Buenos Aires es un verdadero disparate en términos de construcción. Nosotros tenemos, como decía antes, 173 mil hogares que en realidad están en situación de precariedad habitacional, que es medio millón de personas, y tenemos 370 mil viviendas vacías en la ciudad. Es decir, el doble del déficit habitacional son viviendas vacías, o sea que hemos construido metros cuadrados para que nadie los habite, para que nadie los alquile, simplemente como instrumento de ahorro de quienes tienen capacidad económica y sobre la base incluso de ocupar zonas que en muchos casos tienen que ver con lugares inundables. Entonces, el tema del planeamiento urbano y el tema de la prevención del riesgo son dos criterios centrales.
-Si fueras Jefe de Gobierno, ¿cómo harías para terminar con la persecución ideológica que hoy los trabajadores de la ciudad por parte del actual Gobierno de la Ciudad cuando reclaman por aumento de sueldo o paritarias abiertas?
-Cuando uno mira el total de dinero involucrado en remuneraciones, es decir, en personal y salarios pagados, cae en su porcentaje dentro del presupuesto aproximadamente 5 puntos desde 2007 para acá. Es decir, que uno tiene un gobierno al que le sobra la plata pero donde las remuneraciones pierden importancia. Suben los sobreprecios a los proveedores y pierde importancia el pago de los trabajadores. Cuando uno no invierte adecuadamente en condiciones laborales y en ingresos más razonables tanto para los docentes como para los trabajadores que dependen de la Ciudad, en realidad lo que está debilitando son los servicios públicos que efectivamente tienen que funcionar. Los servicios públicos son intensivos en trabajo, y eso implica calificación de la gente y mejora en sus condiciones de vida. Ese es un tema. El segundo tema que es muy importante es el de la libertad y la democracia sindical. Acá, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires alienta el mantenimiento de un sindicato único, que es el municipal, con el cual sostiene prebendas de todo tipo, e impide la emergencia de otro tipo de experiencias sindicales que le otorgan a la gente mejor capacidad para ser representada y para participar en las decisiones. Y en ese sentido, el tema de hacer plena la libertad y la democracia sindical es otra clave que hay que tener con mucha claridad.
-¿Qué pensás hacer con el espacio público, la venta ambulante y los manteros?
– Yo creo que en ese sentido la clave para el tema del espacio público pasa por una regulación muy fuerte de todo lo que es el sistema de construcción y desarrollo inmobiliario. No hay forma de discutir adecuadamente el espacio público y preservarlo si no se le pone algún límite a ese tipo de cuestiones. En la zona de Caballito es el tema de la instalación de un shopping. Todos sabemos que esto implica un conjunto de efectos que tienen que ver con mayor edificación, con mayor cantidad de autos, con un conjunto de efectos que entorpecen la vida y que, al mismo tiempo, sería necesario más espacio verde. Ahora bueno, ¿cómo se resuelve ese tema? La Comuna de Caballito debería poder discutir con su gente que corresponde hacer. Poner las opciones en discusión y que la gente vote si quiere un shopping o un espacio verde. Ese tipo de criterios, donde la participación sea el eje organizativo de la gestión de gobierno, es por lo menos lo que desde nuestro punto de vista implica otro camino para gobernar. Acá hay una costumbre según la cual se gobierna con las corporaciones, con los proveedores, con los brokers inmobiliarios, con los bancos, no se gobierna con la gente. Y lo que hay que hacer es gobernar con la gente.
Entrevista completa en Colectivo Porteño (FM La Tribu, sábados de 12 a 13) – Descarga mp3