Este sábado 4 de abril, la esquina de la avenida Riestra y Murguiondo se llenó de colores, cantos y vecinos ansiosos por ver y conversar con los candidatos del espacio. Estuvieron Claudio Lozano, candidato a Jefe de Gobierno, Patricia Walsh, candidata a Vicejefa de Gobierno, Itaí Hagman, candidato a primer legislador, así como también Lucía Vassallo y Diana Kordon. Luciano “Tano” Nardulli, candidato a Comunero, sumó su presencia y años de activa militancia en el barrio.
Se leyeron preguntas con inquietudes de los vecinos puestas durante semanas en una urna. Las necesidades más acuciantes de la Comuna, una de las más postergadas de la ciudad de Buenos Aires, fueron las referidas a la vivienda, la seguridad, y el rol de las Policías Federal y Metropolitana en negociados y actividades ilícitas como la trata y el narcotráfico. La idea base de los candidatos de Camino Popular es escuchar los problemas de los vecinos de toda la ciudad para armar juntos un programa y las medidas a tomar en caso de llegar a la jefatura de Gobierno porteño.
Itaí Hagman fue quien comenzó respondiendo una de las consultas de los vecinos, que se oponen a que el gobierno Macrista repita en esta Comuna la experiencia que viene desarrollando en otras desde que comenzó su gestión: “Lo que está haciendo el PRO en la zona sur es imitar lo que se hizo en la zona norte de la ciudad de Buenos Aires y traerlo para acá, que es básicamente traer inversiones multimillonarias en obras, en negocios inmobiliarios que expulsan a la población y sobre todo en estos lugares, porque ustedes saben que dentro de la zona sur, la Comuna 8 es probablemente la más postergada de todas, en donde un tercio de los vecinos y vecinas que viven en ella lo hacen en villas o en viviendas precarias. En donde más del 40% de la población no tiene acceso a una obra social ni a una medicina prepaga, depende solamente del sistema público de salud, y es una de las pocas comunas donde no hay un hospital público. Todas esas paradojas de la ciudad de Buenos Aires que reflejan que es una ciudad absolutamente injusta, con gobiernos totalmente insensibles hacia las necesidades de los más postergados. Hacen que nosotros reforcemos nuestra presencia en estos lugares”.
Hagman, asimismo, abordó el tema de la vivienda, uno de los inconvenientes más profundos que sufre la zona sur de la ciudad y esta Comuna en particular:“Hay que decir también que los alquileres también son un problema importante de la población que vive en villas y en barrios precarios porque no es solamente un problema de precios. Mucha gente no puede acceder a un alquiler, incluso teniendo muchas veces la plata para pagarlo, porque no tiene un pariente que le de una garantía o no trabaja en blanco. Ustedes saben que más de un tercio de la población argentina trabaja en la informalidad y entonces no tiene capacidad de demostrar sus ingresos para poder acceder a un alquiler. Ahora el Gobierno de la Ciudad, un mes antes de las elecciones, después de 8 años de mandato, salió a hacer propaganda con un programa que habrán visto por ahí que se llama “Alquilar se puede”. Se acordó 30 días antes de las PASO después de tanto tiempo. Pero no resuelve nada. En primer lugar, porque no establece ningún tipo de regulación sobre los alquileres, simplemente da créditos para que uno pueda juntar el dinero para ingresar al alquiler, pero además, va a dar solamente 2 mil, cuando tenemos 350 mil familias que alquilan en la ciudad de Buenos Aires. Estamos hablando de menos del 1%, con lo cual, a pesar de todas la propaganda que van a ver en estas semanas, donde el Gobierno de la Ciudad quiere hacer ver que se preocupa por los inquilinos después de 8 años de ningunearlos, y en donde han aumentado permanentemente la cantidad de familias que tienen que alquilar ahora nos quiere engañar con este programa. Entonces, nosotros decimos que para defender los derechos de los inquilinos hay que regular el mercado inmobiliario, hay que crear instituciones que defiendan los derechos, hay que terminar con los abusos de las inmobiliarias”.
Claudio Lozano retomó lo dicho por Hagman y explicó que “En la ciudad de Buenos Aires se ha construido una cantidad importantísima de viviendas durante todos estos años. Millones de metros cuadrados se han levantado. Y seguimos teniendo 270 mil hogares que tienen situaciones de emergencia habitacional cuando hay más de 340 mil viviendas vacías en nuestra ciudad. Nosotros creemos que hay que ponerle un impuesto a todos los espacios, galpones y viviendas vacías de la ciudad para que salgan al mercado y bajen el precio de los alquileres. Y nosotros creemos también que todos aquellos que llevan adelante un emprendimiento inmobiliario y que construyen millones de metros cuadrados como son los hipermercados, los shoppings, las grandes torres, y los mega emprendimientos de todo tipo tengan que, a la vez que hacen eso, aportar un porcentaje de metros cuadrados en vivienda social y necesaria. Si esto hubiera ocurrido en la ciudad en los últimos 10 años, hubiéramos producido por este sólo mecanismo, alrededor de 35 mil viviendas que nos hubieran permitido resolver el problema de la urbanización de buena parte de las villas de la ciudad de Buenos Aires. Éste es otro elemento fundamental: hay que urbanizar y transformar a las villas y los asentamientos de la ciudad de Buenos Aires en barrios populares. Y en esta Comuna, esto adquiere un valor importantísimo y estratégico porque una de cada tres personas vive en villas y asentamientos”.
Patricia Walsh, por su parte, comenzó hablando de seguridad pero haciendo una simple pregunta tanto a la actual Gobierno de la Ciudad como a la “oposición” Kirchnerista: “¿Quieren hablar de seguridad? ¡Claro, vamos a hablar en esta campaña de seguridad! Vamos a decir muchas cosas y a recordar muchas otras: como votaron la creación de la Policía Metropolitana, miren, me acuerdo de la fecha. 28 de octubre de 2008. ¿Saben por qué me acuerdo? Porque yo era una legisladora que estaba sentada en una banca de izquierda, que votaba en contra de la creación de esa fuerza. Yo era la que decía desde la banca que modestamente ocupaba, que nosotros ya teníamos muchos problemas con la Policía Federal, que íbamos a tener problemas con la Metropolitana, que íbamos a tener un abismo entre lo que gastamos para mantener a una y a otra, y a la verdadera seguridad en nuestros barrios, en nuestras villas, en nuestros asentamientos, porque estas policías muchas veces –lo sabemos bien- tienen que ver con las cuestiones que denunciamos. Si vamos a hablar de paco, ahí los vamos a encontrar. Si vamos a hablar de narcotráfico, ahí los vamos a encontrar. Si vamos a hablar de coima, como dijera mi padre hace muchos años, Rodolfo Walsh, “la secta de la mano en la lata”, la secta de la picana, la que ahora quiere venir con la Táser”.
Para Claudio Lozano, lo fundamental en cuestiones de seguridad está en “ Que lo que hay que discutir es la situación de la Policía. La de la Federal y la de la Metropolitana. No es cierto que si hay más efectivos hay más seguridad. Porque, entre otras cosas, la Policía cumple una función, que es controlar la calle, y buena parte de los delitos importantes sólo se pueden cometer si quien controla la calle lo permite. Por lo tanto, lo primero que hay que hacer acá es no abandonar la discusión como lo hizo el Gobierno de la Ciudad con el Gobierno nacional respecto de la necesidad de reorganizar la Policía Federal. Hay que garantizar que las comisarías y los efectivos de la Federal pasen a estar en manos del Gobierno de la Ciudad. No tiene sentido que nosotros tengamos dos policías en el mismo territorio pagando el doble de lo que deberíamos pagar en materia de seguridad. Pero sabemos también que a esas policías hay que depurarlas, porque en muchos casos, hay vínculos directos con el delito, con la droga, con la trata, con el secuestro de autos y de personas. Todos sabemos que en la ciudad de Buenos Aires hay 3500 talleres clandestinos que ocupan mano de obra esclava, y más de mil lugares de trata de personas y circulación de drogas. Eso no se hace sin complicidad de las instituciones policiales ni del sistema político que también recibe fondos de ese tipo de negocios. Lo que hay que entender acá es que el delito y el crimen es un negocio. Hay plata allí. Y con ella se unta a la Policía y se unta al sistema político”.
Luciano “Tano” Nardulli, veterano militante y vecino de la Comuna habló desde su experiencia de primera mano, algo que no muchos pueden hacer, y puntualizó que“El tema de la seguridad no es el problema de meter más fuerzas policiales. Es un problema social muy profundo. Cuando a nuestros pibes les dan el paco, y después como resultado de eso también viene el gatillo fácil, significa que eso no resuelve el tema de la seguridad. ¿Quién maneja el paco? ¿Quién maneja el gatillo fácil? Después del Indoamericano, y no hablo de Parque Indoamericano, porque ahí todavía está el lugar que se tomó. Están los yuyos que me tapan la cabeza, y no se ha hecho nada. Después del Indoamericano, para lo único que sirvió fue no solamente para poner el Ministerio de Seguridad, a Berni y a compañía, sino que también la Metropolitana metió cámaras por todos lados. Vino la Federal y metió cámaras por todo lados. Además de la Metropolitana y la Federal, aquí, instalados, tenemos escuadrones enteros de la Gendarmería Nacional. Y ustedes van a ver en la calle Varela, donde está la Villa 1 11 14, que no se meten adentro donde está la cocina. Paran a la línea 76, bajan a los pibes por portación de cara, los meten contra el paredón y van a ver que les pueden encontrar. Puede ser un paco, un porro. Pero el problema no es el pibe que es castigado con el paco y el porro, sino el que les mete eso. Y ahí está podrido todo”.